El fanatismo llevado al extremo terminó con una casa quemada

domingo 18 de noviembre de 2018 | 5:00hs.
El fanatismo llevado al extremo  terminó con una casa quemada
El fanatismo llevado al extremo terminó con una casa quemada
La rivalidad entre Boca y River parece no tener límites. En un hecho totalmente irracional, como extraído de una película, un hombre le prendió fuego la casa a otro tras discutir acaloradamente sobre cuestiones relativas a la primera final de la Copa Libertadores.
El particular hecho, del que no habría precedentes, ocurrió  en el barrio Cantera de Apóstoles, en la previa a la primera final.
Los protagonistas de la pelea en el pasado estaban unidos por lazos familiares. El dueño del inmueble que quedó reducido a cenizas denunció el siniestro y sospecha de su ex cuñado, con quien compartía techo y con el que aparentemente tuvieron una discusión por el Boca-River.
Pese al secreto sumarial, fuentes oficiales informaron que el dueño de la vivienda, Arturo V., de 29 años, detalló en la comisaría Primera de Apóstoles que el domingo 4, a las 15, junto a su ex cuñado Oscar B., estaban en la casa de un amigo, en la cual en un momento determinado se inició una acalorada discusión, presuntamente por cuestiones relacionadas al fútbol y más precisamente por el choque histórico entre Boca y River en la final de la Copa Libertadores de América.
Tras esa situación, Oscar B., aparentemente, se retiró del lugar para ir a la modesta vivienda que compartía con el damnificado, presuntamente con intenciones de retirar sus cosas. Pero minutos después, Arturo V., se enteró de que su casa de madera se estaba incendiando por lo que presume que podría estar relacionado su ex cuñado.
La voracidad de las llamas en cuestión de unos pocos minutos dañó completamente la casa y el hombre perdió todas sus pertenencias. Una verdadera locura. 

Marcados desde la cuna

La pasión por el fútbol puede llegar a niveles difíciles de explicar. Y cuando se combina con el nacimiento de un hijo, el resultado puede tener consecuencias de por vida. A días de que se disputara la primera Superfinal de la Copa Libertadores ante Boca, una pareja le puso de nombre a su bebé Enzo River. Podría ser un caso más de una familia fanática por un equipo, pero la particularidad es que la mamá se apellida Plate.
Nahuel Bejerano es el papá del bebé que nació hace apenas dos semanas y el ideólogo de ponerle el insólito nombre al niño. “Es un agradecimiento a la institución que tantas alegrías me dio a lo largo de toda la vida. Es una manera de agradecer tanta felicidad”, explicó.
“A todo el mundo le digo que es una enfermedad hereditaria. La pasión se transmite”, indicó Nahuel sobre el nombre completo de su hijo, Enzo River Plate. Además, admitió que recibió críticas: “Tuve opiniones de todo tipo, pero le agradezco a mi señora que me apoyó siempre. Desde el día uno supe que se iba a llamar así”.
Condenados por la pasión
También hubo otros casos de fanatismo. Como el de Vicente Xeneize Larrea, un bebé que no tendrá otra opción que ser de Boca. O de Tense Alejandro Pérez, que llevará por siempre al Calamar en su DNI.
También es conocido el caso de Renata Gimnasia Jordan, cuyos padres son enfermos del Lobo platense, o de Azul Grana Álvarez, “condenada” a vivir bajo la sombra de San Lorenzo. Francesca Lacadé Delpiero, Benjamín Cai Vázquez y Alma Blancay Rojas completan los nombres de los cinco grandes, pero también hay otros muy polémicos como Benjamín Newell’s Porcel y Máximo Colón Pedrozo.  

Récord de teleaudiencia

El empate 2-2 entre Boca y River en la histórica final de ida de la Copa Libertadores 2018 lució una Bombonera repleta de hinchas xeneizes que no defraudaron con el ambiente para un evento de tal magnitud.
Salvo por esos privilegiados que estuvieron en el Alberto J. Armando, el resto de los hinchas, de ambos equipos y neutrales, se prendieron a la transmisión del encuentro a cargo de Fox Sports y rompieron un récord.
Según informó Real Time Rating, la Superfinal, que tuvo un promedio de 30 puntos de rating, alcanzó un pico de 36.9 puntos, cifra histórica para una transmisión de cable. Ahora para la segunda y decisiva se espera aún un número más abultado en la transmisión.