El dueño de una distribuidora denunció que fue secuestrado por dos asaltantes

Las bandas armadas no dan tregua en la zona Norte de Misiones. Hace pocos días dejaron al borde de la muerte a un empresario del rubro transporte de Puerto Rico y en la madrugada de ayer el propietario de una distribuidora de golosinas de la misma localidad denunció que casi perdió la vida en manos de dos delincuentes que lo encañonaron apenas entró a su casa.
En su denuncia contó que no sólo lo maniataron y golpearon brutalmente para que entregue el dinero de la recaudación, sino que lo llevaron secuestrado en su propio vehículo de repartos, aparentemente hacia Posadas.
No obstante, el plan se frustró cuando la víctima decidió arrojarse en plena ruta para poder salvar su vida.
Los gritos -dijo- despertaron a los vecinos que acudieron en su ayuda y recién entonces pudo alertar lo que había padecido en la Policía, que inmediatamente movió a sus mejores hombres para identificar a los supuestos malandras pero hasta el cierre de esta edición nada se sabía de ellos.

Máscaras de payasos
Si bien el hecho fue tratado con sumo hermetismo desde el ámbito policial y judicial, este matutino pudo saber en base a sus fuentes cómo habría sucedido todo.
El plan de los delincuentes se puso en marcha cuando Ramón A. (51) llegó a su propiedad distante a pocos metros de una estación de servicios de Puerto Rico, sobre la ruta nacional 12. Suponen que lo estaban esperando porque ni bien pretendió ingresar, fue atacado de atrás por el dúo que -a decir de la víctima- ocultaban sus rostros con máscaras de payasos.
Sin contemplaciones, aseguró que lo golpearon con brutalidad, vendaron y maniataron con precintos de pies y manos, para luego subirlo a su vehículo Peugeot Partner, exigiéndole dinero en efectivo.
Recordó que con un cuchillo y una pistola amenazaban con matarlo, mientras emprendían viaje aparentemente hacia Posadas, por la ruta nacional 12.
En Loreto el comerciante logró abrir la puerta del acompañante donde supuestamente venía sentado tapado con una manta y se tiró al asfalto creyendo que estaba en la zona del peaje de Santa Ana, debido a las conversaciones que venía escuchando.
Al caer sobre la ruta, el comerciante contó que comenzó a gritar y los malvivientes siguieron su marcha, mientras él fue asistido por los vecinos que llamaron a la Policía. Fue examinado por un médico que constató múltiples lesiones y excoriaciones.

Cruzó el peaje
Una vez alertados de lo ocurrido, los detectives policiales iniciaron una pesquisa por medio de la cual se determinó que el vehículo del comerciante, todo indica que al mando de los delincuentes, cruzó el peaje de Santa Ana a las 3.24 de la madrugada.
De acuerdo a lo manifestado por el denunciante, al regresar a su casa constató que además de su vehículo, los delincuentes se llevaron la suma de 57 mil pesos que estaban en su interior en tanto que de su vivienda sustrajeron un televisor LCD, dos teléfonos celulares, varios electrodomésticos, perfumes, un maletín y dos pares de zapatillas.

En cámaras
La tarea policial se centra desde ayer en los registros de las cámaras de seguridad de los comercios cercanos. La idea es detectar los movimientos de los delincuentes ante la sospecha de que pueden tener relación con otros asaltos que sufrieron empresarios de la zona. Según la descripción que hizo el denunciante, ambos sujetos tenían acento lugareño.