El Cristo de Candelaria fue trasladado a San Ignacio para su estudio

jueves 17 de septiembre de 2020 | 19:00hs.
El Cristo de Candelaria fue trasladado a San Ignacio para su estudio
El Cristo de Candelaria fue trasladado a San Ignacio para su estudio
El Cristo de madera hallado días atrás en Candelaria fue trasladado hoy al Centro de Conservación y Restauración de San Ignacio Miní para su exhaustivo examen. Para ello, el intendente Carlos Flores y el Secretario de Cultura Joselo Schuap, firmaron un acta que establece que será regresada a Candelaria una vez finalizado su estudio.

De esta forma Schuap recibió de manos del intendente, la talla de madera que fuera encontrada accidentalmente el pasado 27 de agosto en el barrio Belgrano mientras un operario municipal arreglaba una calle con máquinas.

El objeto del traslado es tener la posibilidad de realizar un examen minucioso de la obra para el estudio y conservación, además de determinar su origen y antigüedad.

La noticia del hallazgo fue develada por El Territorio en su edición del día domingo. Allí, Zulma Pittau, responsable de Patrimonio Cultural y Museos de la provincia, detalló: "El Cristo fue encontrado el viernes 27 de agosto por un empleado municipal, este señor informó de lo que encontró y desde la municipalidad se pusieron en contacto con la arqueóloga de la Subsecretaría de Gestión Estratégica, que son quienes están a cargo de las ruinas jesuíticas de la provincia”.

Ante la aparición, la funcionaria fue rápidamente notificada ya que “somos el organismo encargado de aplicación de la Ley de Protección al Patrimonio, entonces cualquier objeto de esa naturaleza no puede ser trasladado o movido sin autorización nuestra y con los recaudos necesario previstos”.

“Afortunadamente la máquina no la dañó y este señor tuvo la conciencia suficiente para darse cuenta de que se trataba de una obra arqueológica, porque en este caso estamos hablando de un objeto que dataría de finales del 1700 o principios del 1800”, comentó.

El Cristo está en excelente estado de conservación, mide 79 centímetros y por los signos que presenta se cree que sobrevivió a las invasiones portuguesas en la zona. “La pieza es preciosa, está muy bien conservada y es increíble que haya estado bajo tierra y tenga ese estado de conservación. Tiene rastros de que sufrió en algún aspecto quemaduras”, en la zona de los pies.

Ahora la pieza que habría servido para ceremonias o rituales cristianos de la Semana Santa en el pueblo de Candelaria está a resguardo en San Ignacio. “Aparentemente es una obra jesuítica que se salvó del incendio de las reducciones”, anticipó Pittau.

Sobre el uso y a quién pudo haberle pertenecido, dijo: “En esa época muchas familias tenían altares familiares, por eso las tallas más pequeñas que se encuentran solían pertenecer a familias. Pero en este caso la pieza tiene un tamaño importante y el hecho de que tenga los brazos reticulados hace considerar que podría haberse tratado de una obra de la iglesia. Porque las familias por lo general tenían objetos de menor tamaño o más simples”.