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El criador de serpientes

viernes 22 de marzo de 2019 | 7:00hs.
El criador de serpientes
El dragón barbudo, una de las mascotas exóticas preferidas.
El dragón barbudo, una de las mascotas exóticas preferidas.
Silvia Godoy

Por Silvia Godoy sociedad@elterritorio.com.ar

En el centro posadeño funciona un criadero de reptiles. Se trata de un proyecto de Gustavo Gabriel D’Angelo (31) para el estudio de estos animales, su reproducción en cautiverio y preservación.
En una entrevista con El Territorio, D’Angelo señaló que Reptil Show “es el único criadero de reptiles habilitado en la provincia” -está ubicado en el mismo tereno de su casa, pero en un espacio separado y especialmente ambientado-, y apuntó a la necesidad de leyes que acompañen el interés creciente de la población y que alienten a adquirir ejemplares de lugares habilitados como una forma de dar batalla a la caza furtiva y el tráfico ilegal de fauna.
“Hay un interés muy grande por las serpientes y reptiles en general y eso es bueno; porque venimos de una cultura de temor a los ofidios, de mitos infundados y de matanza indiscriminada por el mismo desconocimiento, pero veo que en nuestro país las leyes vigentes no acompañan este cambio cultural, no amparan como debieran a quienes se dedican seriamente a la cría en cautiverio” y enfatizó: “Necesitamos una nueva normativa que proteja a los animales y que fomente los espacios en condiciones para su cría y la investigación”.
A su modo de ver, los criaderos deben cumplir tres pilares: la educación ambiental, la cría y preservación y el manejo del estrés de los planteles. De la transferencia de estos conceptos a la población en general depende mucho el bienestar de estos animales y la conservación de las especies autóctonas ante un entorno que se modifica y las expulsa cada vez más.
“La educación ambiental es esencial, porque hay mucha desinformación, tanto de profesionales de las ciencias de medicina humana y veterinaria que por ahí no saben acerca de las especies tóxicas en nuestra región como la gente que no tiene un lugar donde ver a estos animales, aprender y perder el miedo”.
Sostuvo que los temores y el avance humano sobre las áreas de selva, afectan a la población de serpientes en Misiones, “hay clases de yarará que son selváticas que hace mucho no se ven, y vamos en un proceso de perderlas, por eso digo que la cría y preservación en cautiverio es la manera que tenemos para poder salvar estas especies, tener un banco de las especies permitirá que otras generaciones las puedan conocer”.
Completó, “la educación ambiental es el factor más importante desde el punto de vista social y está relacionado también con la cría y preservación”, se retroalimentan.
En su experiencia con la manipulación de estos animales, D’Angelo logró la reproducción en cautiverio de especies autóctonas. “En la provincia fui el primero en criar reptiles en cautiverio, es un proceso de aprendizaje e investigación constante, de registro de campo y de inversión de tiempo y recursos, porque es algo que hago con esfuerzo propio”.
Así, mostró las crías de una cascabel rescatada en Jardín América, donde apareció en una chacra junto a otro ejemplar que terminó muerto.
“Me avisan que encontraron este ejemplar en una chacra y la voy a buscar, estaba en período de apareamiento y por el maltrato murió el macho, quedó la hembra y luego apareció otro macho y se pudieron reproducir, salieron ocho crías, que ya tienen un mes de vida”.    
Sobre el valor de estos nuevos ejemplares, marcó: “La cascabel   igual que otras serpientes autóctonas corren riesgo de desaparecer y, lograr hacer que se reproduzcan en cautiverio tiene además un valor para la ciencia, porque tienen en su veneno un componente que es la crotoxina y que podría ser utilizado en medicina”.   
Herpetocultor, investigador autodidacta, consideró que “para quienes amamos a los animales, llevar un trabajo responsable es vital. En la cría hay que tener conocimiento de unas cuantas cosas para poder llevar adelante el proceso completo, yo lo pude hacer con años dedicado a esto, tuve mi primer ejemplar a los 10 años, era una víbora caracolera que me regalaron, una culebra chiquita y de ahí no paré nunca de estudiar, de viajar, de formarme con la experiencia directa”.
Entre las nociones que debe considerar un criador para controlar una reproducción en cautiverio está la especie y sus características, las necesidades específicas de calor y humedad, la época en que la hembra está receptiva y la modalidad de reproducción que puede ser ovípara -que depositan los huevos- u ovovivíparas -que mantienen los huevos dentro del cuerpo hasta que la cría rompe el cascarón y abandona el cuerpo de la madre.
El último pilar del trabajo en reproducción es el control del estrés y la higiene: “El control del estrés tiene que ver con el buen manejo de las serpientes sobre todo, por ejemplo hay especies que pueden enfermarse al ser tocadas cuando descansan, también es contraproducente manipularlas cuando hace mucho calor o mucho frío, la higiene del terrario para evitar proliferación de hongos o bacterias es importante”.
Por todo ello, evidenció que “adquirir una serpiente o un gekco, un dragón barbudo de un criadero con habilitación garantiza que es un animal que nació en cautiverio, que no fue sacado de su hábitat, que cumple con estándares de salud, que no es parte de la cadena de comercialización ilegal y es un respaldo para su traslado, por eso siempre es mejor adquirir en criaderos”.

Documental

Entre las nuevas líneas de acción para el conservacionismo, D’Angelo junto a un equipo de amigos trabaja en el desarrollo de un documental acerca de los encuentros entre ofidios y personas. “Lo hacemos cuando la gente me cuenta que encuentra una serpiente y la idea es aportar información para que no las maten”. Para saber más el contacto es 0376-154335955.


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