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El contrabando de vinos persiste pese al coronavirus

lunes 11 de mayo de 2020 | 6:00hs.
La mayoría de los procedimientos se hizo en Barracao.
“Mais uma carga de vinhos é apreendida”. La prensa brasileña no se sorprende de la detección del contrabando de vinos en la frontera seca, en el Norte misionero. El negocio ilegal, pese al cierre de fronteras tanto de Brasil como de Argentina, no dejó de funcionar y sólo en los últimos 12 días se registraron seis incautaciones.
Tanto Bernardo de Irigoyen, que limita con las localidades brasileñas de Barracao y Dionísio Cerqueira, y San Antonio, vecino de Santo Antonio, están siendo custodiadas por Gendarmería Nacional en un amplio operativo; pero desde la fuerza, autoridades y vecinos coinciden que los 30 kilómetros de línea fronteriza son imposibles de cubrir las 24 horas.
El último procedimiento informado ocurrió el sábado en Flor da Serra do Sul, una localidad a 40 kilómetros de Irigoyen, en el Estado de Paraná. Un Citroen C4 conducido por un hombre fue interceptado por la Policía Militar, que descubrió la maniobra.
En el vehículo se hallaron 30 cajas de vinos y unas 40 botellas sueltas. En total se secuestraron 200 unidades, todas de origen argentino sin el correspondiente aval aduanero. Como en la mayoría de estos casos, la Justicia ordenó la incautación de la mercadería y el vehículo y que el implicado siga el proceso en libertad.
Más allá de ese operativo, sólo en las últimas dos semanas se registraron seis, la mayoría en Barracao, y fueron secuestradas poco menos de 1.900 botellas de vino.
Como ocurre casi siempre en las incautaciones por contrabando en el vecino país, son ciudadanos y vehículos locales los implicados. La excepción ocurrió el último jueves, en Santo Antônio do Sudoeste, cuando un misionero fue sorprendido in fraganti por las autoridades policiales. Según detallaron varios medios del vecino país, Policías Militares hacían patrullajes por la zona rural cuando descubrieron la maniobra.
Un hombre estaba cargando vinos en un camión con patentes argentinas, pero cuando vio a los uniformados, salió corriendo del lugar. Se metió en medio de las malezas, pero no fue muy lejos debido a que tropezó, cayó y sufrió excoriaciones. Fue atrapado de forma inmediata.
Dentro del camión fueron halladas varias cajas de vino que contenían 650 botellas, valoradas en 200.000 reales según las estimaciones de la fuerza interviniente. El argentino fue detenido y alojado en una celda de la Policía Federal de Cascavel, aunque no trascendió cuál es su situación actual.
En Argentina también hubo un operativo similar ese mismo día, llevado adelante por Gendarmería Nacional. La Unidad de Operaciones Especiales de Monte hacía patrullajes en el límite fronterizo, en la zona del río Pepirí Guazú, cuando notó una gran cantidad de vinos ocultos entre las malezas.

Operativo especial
Desde el inicio de la cuarentena la frontera seca demanda una custodia especial de 24 horas. La labor está a cargo de Gendarmería Nacional, que sólo en instaló diez puestos fijos que van desde el conocido barrio Tránsito Pesado, cercano al ingreso al ejido urbano, hasta el barrio Obrero.
Los puestos fijos son de dos uniformados que hacen turnos de seis y, en algunos casos, ocho horas. Es decir que por cada puesto se necesitan seis gendarmes diarios. Además de los efectivos del Escuadrón 12, también colabora la Unidad de Operaciones Especiales de Monte
También llegaron efectivos de otras partes de la provincia para el apoyo. Todo se complementa con constantes patrullajes y la articulación con la Policía de Misiones.
En los puestos, los efectivos se dividen la tarea. Uno queda fijo y el otro recorre modo infante en la línea de frontera. En este sentido, una voz al tanto de todo el movimiento expresó que “es una frontera extensa y de vegetación espesa, que dificulta la visión”.
Otro conocedor del lugar, implicado en las labores, agregó: “Hay millones de lugares para pasar. Es obvio que van a pasar - los contrabandistas -, no lo están haciendo como antes, pero buscan la forma y el lugar”.
En San Antonio, en tanto, el trabajo también consiste es patrullajes por los barrios que se encuentran al límite con Brasil. Los mapas marcan como límite natural los ríos San Antonio y Pepirí Guazú, pero -como lo demostró el operativo de la Policía Militar-, por profundidad y cauce son fácilmente franqueables.
Un puente improvisado o un simple salto depositan a casi cualquiera en el extranjero y eso hace que el contrabando no se detenga.
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