El asesino de Lucía Maidana es también el agresor de El Palomar
sábado 13 de octubre de 2018 | 11:53hs.
El ataque en El Palomar, mismo barrio donde murió Lucía, ocurrió en febrero de este año.
Por Carlos Manuel Cardozo fojacero@elterritorio.com.ar
El autor del femicidio de Lucía Maidana en 2013, quien también abusó a
otras dos jóvenes universitarias hace dos años, fue el responsable del
violento ataque ocurrido en el barrio El Palomar en febrero último. Así
lo señalaron los resultados de las pruebas genéticas extraídas de la
víctima, que fueron cotejadas con los registros de los casos anteriores.
Diversas fuentes consultadas por El Territorio confirmaron la novedad,
agregando que la búsqueda de este violador serial no identificado
continúa de forma activa. Entre varias medidas adoptadas, los
investigadores se encuentran revisando otros casos de abuso ocurridos
desde el primer hecho.
La medida, engorrosa y compleja, busca establecer si el sujeto atacó en
otra oportunidad y, a partir de allí, tratar de extraer nuevas pistas de
los expedientes. Los ataques sexuales son -lamentablemente- muy
habituales, lo que genera que la cantidad de hechos a revisar sea muy
amplia.
Otras líneas investigativas se mantienen en reserva para no entorpecer
la pesquisa, que es llevada en forma conjunta por las autoridades de los
juzgados de instrucción Uno y Seis, a cargo de los jueces Marcelo
Cardozo y Ricardo Balor, respectivamente. Interviene la Secretaría de
Apoyo para las Investigaciones Complejas y la Policía de Misiones.
Todas las causas ahora se tramitan en un solo expediente.
Los resultados conocidos terminaron por confirmar que el depravado
siguió libre y volvió a atacar incluso después que trascendiera a la
opinión pública que la Justicia había determinado que fue el responsable
de todos los hechos citados. Creen, con certeza, que actuó con mucha violencia y casi asesinó a la víctima.
Como ya informó este medio oportunamente, el patrón común entre los tres
primeros casos era manejado con extremo hermetismo, para preservar la
investigación. “Para no nosotros no fue una noticia, fue una mala
noticia, porque ahora el que hizo esto -los delitos- también está
sabiendo que lo buscamos”, reveló en ese entonces una fuente judicial
consultada.
Con respecto al ataque de El Palomar, los resultados parciales
permitieron descartar en abril a un joven de 22 años detenido por la
Policía de Misiones como posible autor. Más tarde llegó la confirmación
de que se trataba del material genético de la persona ya buscada y los
investigadores siguieron con la misma postura: trabajar en silencio.
No obstante son conscientes que el sujeto puede volver a actuar en
cualquier momento, aunque verdaderamente no se sabe que ocurrió con él
desde entonces. Pudo haber huido, haber sido detenido por otro ilícito o
incluso fallecido.
Feroz ataque
Como desarrolló este medio, el ataque a la joven estudiante de Ciencias
Económicas, ocurrió cerca de las medianoche del viernes 23 de febrero,
sobre la calle Líbano del barrio El Palomar. La chica estaba llegando a la
casa de una compañera de estudio, cuando en la oscuridad de la zona fue
abordada, entre Pedro Méndez y Rebollo.
No hay muchos detalles en razón de que hasta ahora la víctima no
recuerda lo que pasó, pero lo cierto es que fue agredida con mucha saña.
Su vida corrió riesgo durante varios días y necesitó una operación en
el cráneo debido a que la golpearon contra una pared. Justo a ella, que
había venido de Buenos Aires tras sufrir la inseguridad en primera
persona.
Completamente ensangrentada y al borde del desmayo, la víctima se
refugió en la galería de una vivienda. “Estaba encerrada, en eso escucho
un golpe contra la pared seguido de gemidos y llantos. Pensé que era un
perro, sonaba así. Por eso abrí despacio la puerta y me quedé
paralizada al ver a la chica tirada toda ensangrentada”, dijo María Elsa
(72) a El Territorio en su momento.
Una vez conocido el hecho, nuevamente las mujeres ganaron la calle para exclamar por más seguridad y decir basta a la violencia contra las mujeres.
Los abusos de 2016
Los otros dos ataques sexuales fueron a estudiantes de Eldorado que
cursaban sus carreras en la Facultad de Ciencias Sociales de la Unam,
ocurridos en enero y marzo de 2016, con muchas coincidencias entre sí.
Ese fue el momento en que tomó fuerza la hipótesis de un pervertido
serial.
El último de ellos ocurrió el 10 de marzo, alrededor de las 5.15, en el
primer piso de un departamento ubicado en la intersección de las calles
Tucumán y Roque Sáenz Peña. El agresor ingresó a la habitación por el
balcón, escalando por un árbol y una estructura de cemento del tendido
eléctrico.
Según consta en la denuncia, el sujeto utilizó un cuchillo y la maniató,
para luego concretar el ultraje ahorcándola con un cordón. La joven
dijo que el atacante la amenazó diciéndole “que no se te ocurra
denunciar a la Policía ni a nadie, que la única que va a pasar vergüenza
sos vos”.
En diálogo con El Territorio, la madre de la joven que tenía por entonces 19
años, dijo “espero que la Policía lo encuentre, esto no fue al azar. Mi
hija no estaba caminando sola por la calle, estaba durmiendo en su
departamento”.
Dos meses antes, en la madrugada del 3 de enero, el ataque ocurrió en un
albergue cercano a la intersección de las calles San Luis y Catamarca.
Según la denuncia, todo se habría desarrollado mientras la joven se
estaba duchando en un baño compartido, fuera de su departamento.
Lucía y el grito más fuerte de los estudiantes
Sin dudas el episodio más grave que se le atribuye a este violador
serial fue el asesinato Lucía Maidana, hallada sin vida en su
departamento del barrio El Palomar, con gran parte del cuerpo quemado y
con signos de haber sido abusada.
Ocurrió el 6 de abril del 2013, hace poco más de cinco años.
El autor -a esta altura está casi confirmado que actuó solamente una persona-, además de golpearla fuertemente varias veces en la cabeza, incendió la habitación para borrar todo tipo de huellas.
Por el hecho fue detenido Nicolás Sotelo, ex vecino de la víctima, quien fue liberado posteriormente por la falta de pruebas en su contra.
El caso Maidana atravesó a la sociedad como pocos, sobre todo por la gran visibilidad y movilización que impulsó la comunidad universitaria e instaló el termino femicidio.
La joven de 23 años era oriunda de Capioví, estudiaba la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam y hoy una de las salas de lectura en la casa de estudios lleva su nombre.
Ocurrió el 6 de abril del 2013, hace poco más de cinco años.
El autor -a esta altura está casi confirmado que actuó solamente una persona-, además de golpearla fuertemente varias veces en la cabeza, incendió la habitación para borrar todo tipo de huellas.
Por el hecho fue detenido Nicolás Sotelo, ex vecino de la víctima, quien fue liberado posteriormente por la falta de pruebas en su contra.
El caso Maidana atravesó a la sociedad como pocos, sobre todo por la gran visibilidad y movilización que impulsó la comunidad universitaria e instaló el termino femicidio.
La joven de 23 años era oriunda de Capioví, estudiaba la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam y hoy una de las salas de lectura en la casa de estudios lleva su nombre.