“Durante el juicio dijeron muchas cosas malas sobre mi persona”

lunes 28 de septiembre de 2020 | 6:00hs.
El padre de la misionera siguió el debate desde Valparaíso, Chile.
El padre de la misionera siguió el debate desde Valparaíso, Chile.
Agustín Mazo

Por Agustín Mazo fojacero@elterritorio.com.ar

Tras conocer el veredicto emitido días atrás por la Justicia Española para los tres imputados que tenía la investigación por el asesinato a golpes de la misionera Nahiara Briones (8), ocurrido en julio de 2017 en la localidad de Sabiñánigo, el padre de la pequeña oriunda de Candelaria se mostró aliviado por el fallo de los magistrados.

No obstante, adelantó su intención de ir hasta las últimas consecuencias para que la madre de la niña, Mariela Benítez -también oriunda de Candelaria-, sea juzgada como cómplice de lo ocurrido.

Durante una entrevista que mantuvo con el programa Acá te lo Contamos, por Radioactiva 100.7, Manuel Briones Sanz (33) confió que siguió con mucha expectativa las distintas jornadas del debate que se llevaron a cabo en el Juzgado de Huesca, en España.

Desde la ciudad chilena de Valparaíso, donde vive desde hace varios años, el entrevistado comentó que luego del aviso de su abogado sobre el fallo sintió un “alivio porque se le pudo condenar y acusar de asesinato y no por otra figura, como estaba pidiendo su defensa”.

Comentó también que a partir de esto “le pueden dar la pena de prisión permanente revisable, que en España es de un mínimo de 25 años, sin beneficios. Además se les está condenando a otros cinco años por el delito de maltratos en el ámbito del hogar, lo que implicaría una condena mínima de 30 años”.

Más allá de las fuertes acusaciones que pesaban sobre el padrastro de la nena, el entrevistado comentó que durante todo el proceso investigativo, incluso durante las distintas jornadas del juicio, Mariela nunca dejó de creer en la inocencia de su pareja.

En relación a esto agregó: “Lo defendía a muerte, decía que ponía las manos en el fuego por él. Inclusive durante el juicio dijeron muchas cosas malas sobre mi persona, muchas mentiras se dijeron y se contradijeron. Es por eso que con mi abogado estamos analizando presentarnos como querella para acusarlos por daños, perjuicios y falso testimonio”.

“Mariela hasta el momento no ha sido imputada y no puede ser que tres de los integrantes de la familia hayan sido cómplices de los maltratos y del asesinato de mi hija y ella continúe insistiendo en que no sabía nada de lo que sucedía”.

Sobre su estadía en Misiones, Manuel recordó que junto a Mariela y a la pequeña vivieron en el barrio Santa Cecilia de Candelaria hasta el primer añito de Nahiara.

Luego comentó que tras pensarlo mucho decidieron asentarse en Buenos Aires, aunque indicó que al poco tiempo la relación se desgató y la pareja se separó.

Así pasaron un par de años manteniendo una buena relación. En ese tiempo la mujer y su hija regresaron a Candelaria. Pero cuando la menor cumplió cinco años, ambas viajaron a España en busca de un mejor futuro laboral para Mariela.

“Yo le di permiso para que vayan a España, pero la idea era que ella se quedara un año y después volvieran. Después ella no volvió y ahí empezó el problema porque me cortaba la comunicación, no podía saber nada de mi hija. No me contaba nada. En estos años hablé con mi hija dos veces y habrán sido 10 minutos. Lamentablemente yo no pude conocer mucho a mi hija por culpa de Mariela”, se lamentó Manuel por el poco tiempo vivido con su pequeña.

También aclaró que desde el asesinato de Nahiara, nunca pudo tener una charla con los imputados, aunque reconoció que desde ese momento perdió todas las ganas de hablar con ellos.

Cabe mencionar que Manuel declaró en el debate mediante videoconferencia.

Dos semanas de debate
Tal como lo publicó El Territorio en sus ediciones anteriores, Iván Pardo, tío de Nahiara Brione, fue declarado culpable la semana pasada por asesinato agravado por los miembros de un jurado integrado por nueve personas.

Además, el imputado se enfrenta a otra pena de entre 3 y 5 años de cárcel por el delito de violencia física y psíquica en el ámbito familiar.

En tanto que su hermano Carlos -padrastro de la misionera- y su madre, Nieves Pena, han sido considerados culpables de consentir las torturas y serán condenados a penas de entre 3 y 5 años por el mismo delito.

Según indicó el diario La Razón, los integrantes del jurado consideraron a Iván responsable de torturar a la niña “obligándola a permanecer de rodillas sobre ortigas, grava, granos de arroz o sal gruesa, le golpearon en brazos, piernas, espalda y cabeza, le privaron del sueño para hacer los deberes y estudiar, le humillaron colocándole una diadema con orejas de burro sobre la cabeza y le colocaron pañales a la vez que le grababan con los móviles y lo transmitían a otros miembros de la familia”.

Ahora el presidente del tribunal, Santiago Serena, redactará el fallo y decidirá si dicta la primera condena por prisión permanente revisable de Aragón al ser la víctima menor de 16 años, como han vuelto a solicitar tras la lectura del veredicto la fiscal María Ángel Hernández y las dos acusaciones particulares ejercidas Luis Marín y Marcos García Montes en nombre de la madre y el padre biológicos de la niña, respectivamente.

Torturas reiteradas
De acuerdo a los distintos estudios hechos durante la investigación, entre los cuales se hallan las conclusiones de la autopsia, se pudo establecer que la criatura presentaba una gran cantidad de severos golpes en la cabeza, además de marcas de ataduras en pies y muñecas y rotura de tibia.

Según reconstruyó el diario El País de España el único detenido que tiene la investigación fue quien llamó a emergencias el jueves 6 de julio de 2017 y le dijo a los profesionales que la niña se había caído por las escaleras.

El hombre estaba también al cuidado de sus dos hijas de 12 y 15 años, quienes habrían participado también de las torturas y apoyaron la coartada.

Finalmente fue una de las “primas” quien terminó confesando la verdadera secuencia, a lo que también le siguieron su hermana y su padre. El hombre fue detenido esa noche y al día siguiente Nahhiara falleció a causa de las graves heridas.

“La suegra de Mariela despreciaba a Nahiara. La llamaba despectivamente argentina y negra e incluso le pegaba. Un día la niña no se quería comer pulpo, porque nunca lo había visto, y le estampó la cara contra el plato. El hermano de Carlos (padrastro de la criatura) tampoco la quería porque no era de su sangre”, citó el mismo periódico a un familiar que –según la publicación- prefiere mantenerse en el anonimato.

Todas las actuaciones judiciales por este aberrante hecho fueron llevadas adelante por investigadores del Juzgado 2 de Jaca, quien durante un tiempo decretó el secreto de sumario ante la gravedad de los hechos que se investigaban.