Dos condenados y un absuelto por el crimen de Mirian Cubas, la adolescente de Piray

martes 23 de julio de 2019 | 6:00hs.
Cardozo, quien llegó como el más comprometido, recibió 25 años.
Cardozo, quien llegó como el más comprometido, recibió 25 años.
Carlos Cardozo

Por Carlos Cardozofojacero@elterritorio.com.ar

La espera llegó a su fin después de cuatro años y tras dos instrucciones y un largo juicio, el Tribunal Penal Uno de Eldorado dio a conocer en la mañana de ayer la sentencia por el homicidio de Mirian Cubas, la adolescente asesinada a puñaladas en abril del 2015.
De los tres acusados, Ariel David ‘Chinchulín’ Cardozo (24) y Enzo Javier Álvez Da Silva (20) fueron considerados culpables, mientras que Cristian Javier Vargas (22) fue absuelto por el beneficio de la duda. El joven, que había sido señalado por los otros acusados, deberá reiniciar su vida sin ese peso, aunque nunca le explicarán por qué tuvo que esperar tanto.
El tribunal, presidido por el magistrado Ángel Atilio León e integrado por sus pares Lyda Inés Gallardo y Carla Bergotini -camarista civil que se incorporó en carácter de subrogante- declaró como penalmente responsable a Álvez Da Silva por el delito de homicidio simple.
El acusado era menor de edad al momento del hecho, por lo que la pena deberá ser fijada por el Juzgado Correccional y de Menores de la misma localidad.
Por otro lado, en el caso de Cardozo, los jueces lo sentenciaron a la pena de 25 años por considerarlo coautor responsable del mismo delito. El Tribunal estableció el día 5 de agosto como la fecha en la que darán a conocer los fundamentos de la sentencia.
La decisión de los magistrados fue coincidente con el pedido del fiscal Federico Rodríguez, que en sus alegatos del 4 de julio había solicitado el cambio de calificación -los implicados habían llegado a esta instancia acusados de homicidio agravado por alevosía, que prevé prisión perpetua- y la absolución de Vargas.
Antes de escuchar la sentencia, los acusados tuvieron la posibilidad de decir sus últimas palabras. “Quiero que se esclarezca el hecho, pido perdón por el falso testimonio”, fueron los dichos de Álvez Da Silva, en referencia a sus declaraciones una vez que se conoció el crimen, en las que dijo que Vargas lo había cometido.
Quien finalmente fue absuelto señaló que lamentaba mucho lo sucedido y expresó que quería que se haga justicia. Cardozo, quien llegaba al juicio como el más comprometido, siguió con la misma postura del inicio del debate: prefirió hacer silencio.
Las sensaciones de los familiares de la víctima fueron encontradas. A la mamá de la adolescente se la vio muy emocionada, pero el padre, Ricardo Cubas, manifestó su disconformidad por la caratula menos gravosa y la absolución de Vargas. El hombre se retiró muy enojado de los estrados judiciales, aunque más tarde dialogó con El Territorio.

“No era lo que esperamos”
“Estamos mal, con mi familia estamos mal porque esto no lo esperábamos, realmente no lo esperamos. Se tardó mucho para el juicio y se trabajó mal, se hizo mal el trabajo. Estoy totalmente destruido, totalmente en desacuerdo con la Justicia”, expresó contundente Ricardo.
“No se hizo el trabajo desde un principio. Hicieron una pausa de tres años para poder llegar a esto, para confundir a los testigos. Está mal trabajado desde un principio, nadie investigó y cuesta así”, agregó. Adelantó que se reunirá con su abogado para establecer los pasos a seguir.
“Está claro que cada uno ha hecho su descargo para desvincularse del hecho pero no hicieron más que abonar la teoría que planteamos porque cada una de las coartadas fueron cayendo y se trataron de acusaciones cruzadas carentes de sentido. Analizando el marco probatorio tenemos por probado la autoría funcional de cada uno de ellos”, fueron las palabras del abogado querellante, Fabio Toledano, la jornada de los alegatos.
En su momento, valoró circunstancias del ataque: víctima en soledad, lugar con poca visibilidad y que Álvez Da Silva conocía a Cubas. Por ello, estableció cumplida las condiciones para el agravante de alevosía y pidió para los tres imputados la pena máxima que establece el artículo 80 del Código Penal argentino, es decir, prisión perpetua.

El juicio
En el largo debate llevado adelante en Eldorado, la principal duda era qué rol tenía cada acusado en mecánica del crimen. Álvez Da Silva aseguró haber visto el hecho y señaló a Cardozo como autor, aunque primero, apenas fue atacada la joven, incriminó a Vargas.
Además, en la casa de Cardozo fue incautada el arma homicida, ya que luego se confirmó que tenía sangre de la víctima. Chinchulín, según la declaración vertida en la instrucción, señaló entonces que Vargas fue quien le dio ese cuchillo, pero no le dijo para qué era.
De esta manera, el único que se ubicó en la escena del crimen al momento del hecho es Álvez Da Silva y los jueces establecieron que fue él quien asesinó a la joven víctima. Un dato no menor es que en una de sus declaraciones de la instrucción, que luego fue declarada nula, dijo que el cuchillo utilizado en el crimen era suyo.
En su momento fue el quien buscó ayuda para que llamen a la Policía tras el ataque a la joven, que agonizó en el pinar, pero no logró ser asistida. El joven declaró que el día del crimen se cruzó con Cardozo y este le ofreció para consumir cocaína, algo que se negó hacer porque había fumado marihuana. Entonces, dentro del pinar, se cruzaron con la adolescente.
Después, declaró cómo habría sido el crimen, señalando que vio todo desde unos 20 metros: “Sacó un cuchillo del lado derecho de su cuerpo y le asesta una puñalada. Escuché que la chica gritó y vi que cayó boca abajo al suelo. Él me amenazó diciendo que no diga nada, que me pasaría algo a mí o a mi familia si yo contaba lo que pasó. Me dijo que diga que fue Cristian (por Vargas)”.