Doble crimen en Pozo Azul: Estaría descartado un ajuste relacionado a las riñas

sábado 20 de octubre de 2018 | 3:30hs.
El crimen de los jubilados ocurrió el fin de semana pasado, estiman los investigadores.
El crimen de los jubilados ocurrió el fin de semana pasado, estiman los investigadores.
La investigación por el doble homicidio del ex policía militar brasileño Elio Pereira De Mattos (65) y su esposa Inés Lima Dos Santos (55) avanza con trabajos de campo con diversas comisiones de la Unidad Regional XII y la Dirección de Homicidios de la Policía de Misiones y, más allá de las hipótesis trazadas al momento, el elemento más importante sigue siendo la descripción del presunto asesino, quien estuvo el fin de semana en la localidad y que incluso intercambió palabras con los vecinos de las víctimas.

Tal como publicó El Territorio en sus ediciones anteriores, el hombre fue descripto como una persona de contextura física delgada, de entre 30 y 35 años, de tez morocha, con barba, utilizando una gorra y de habla portuguesa.

Si bien no se puede asegurar ni descartar nada, en los días transcurridos perdió fuerza un posible ajuste de cuentas ligado al negocio ilegal de la pelea de gallos. El ex policía no tenía deudas de ningún tipo y una gran consideración por sus colegas y anteriores y actuales vecinos.

Para los pesquisas pudo tratarse de un entredicho, una discusión que terminó de la forma más violenta. Incluso, no se descarta que el crimen lo haya cometido alguien que conocía a Pereira.

El silencio
Sin embargo, hasta ahora no hay mucho más, puesto que los investigadores se toparon con dos inconvenientes fundamentales: el silencio de los lugareños y el retraso de los exámenes de autopsia, que hasta ayer a la noche no había llegado a sus manos.

Sin los informes de la necropsia, los pesquisas no pueden tener precisiones sobre la data y la hora de la muerte. Tampoco saben con certeza que terminó matando a la pareja, lo que podría arrojar luz sobre la secuencia anterior a los crímenes.

Los informes preliminares arrojaron que Pereira tenía un fuerte golpe en la cabeza y signos de asfixia en el cuello, mientras que Dos Santos tenía una herida de arma de fuego con orificio de entrada y de salida en la cabeza. Se cree que ambos fueron ultimados y luego arrastrados hasta el dormitorio donde finalmente fueron encontrados.

Hasta ayer a la noche, los cuerpos no habían sido entregados a sus familiares.

Las comisiones recorrieron barrios y colonias y las respuestas fueron las mismas, no vieron ni escucharon nada. Los efectivos creen que el arma con la que ejecutaron a la mujer es de calibre 32 o 38, munición que al ser disparada hace un ruido muy potente, pero nadie dio testimonio de haberlo escuchado. El temor y el “no me quiero meter” creen que podría ser el principal factor. Será importante la paciencia, volver e insistir. La incertidumbre y conmoción en la zona siguen.