Detectan más larvas de mosquitos dentro de las casas que en los patios

martes 23 de julio de 2019 | 7:40hs.
Cada vivienda seleccionada para poner las ovitrampas tiene dos: una dentro del domicilio y otra afuera.
Cada vivienda seleccionada para poner las ovitrampas tiene dos: una dentro del domicilio y otra afuera.
Griselda Acuña

Por Griselda Acuñainterior@elterritorio.com.ar

Con la llegada del frío, sobre todo en la primera semana de julio, finalizó la circulación viral y se inició así lo que epidemiológicamente se conoce como período de interbrote. Sin embargo, las bajas temperaturas no son suficientes para terminar o bien reducir la población del Aedes aegypti, vector de enfermedades como dengue, chikungunya, zika y fiebre amarilla.
El invierno, de hecho, es considerado como la época en la que más se deben acentuar los trabajos de limpieza y descacharrizado. Más aún teniendo en cuenta que los mosquitos no mueren sino que cambian de ambiente. Es que, según los datos que arroja el sistema de ovitrampas instalado en los barrios de Posadas, hay más mosquitos dentro de las casas que en los patios.
“Con las ovitrampas tenemos información cada semana, es mucho más sencillo. Lo que vemos ahora es cómo va variando; en épocas de primavera-verano vemos mayor cantidad de huevos en el exterior y en otoño-invierno aumentan los huevos en la ovitrampa interna”, señaló en diálogo con El Territorio Fabián Zelaya, director del Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores, a lo cua lo cual agregó: “No digo que afuera no haya mosquitos pero actualmente dentro de una casa tiene todo para crecer”.
Las ovitrampas son sensores de oviposición colocados tanto en el interior del domicilio como en el exterior, llegando a 200 hogares distribuidos en los diez centros de integración territoriales (CIT) de la ciudad.
“Le decimos a la gente que hoy el mosquito no prefiere estar en el patio con temperaturas de 10 u 11 grados, prefiere estar dentro de la casa porque es la temperatura de 20 o 22 grados. Pueden haber mosquitos detrás de la heladera, del ropero, debajo de la mesa, de la mesita de luz”, dijo Zelaya y reiteró: “Hay que insistir en que el vecino identifique los potenciales criaderos, como los recipientes tirados dentro de la casa o en el patio”.
La situación reviste complejidad a juzgar por el último indicador del Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes Aegypti (Liraa) que fue superior a los números de abril de 2018, cuando el indicador domiciliario fue de 13,5%. Actualmente, el Liraa en Posadas indica que, de cada 100 viviendas, quince tienen larvas del vector del dengue, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda menos de 5 cada 100 viviendas, para evitar un brote epidémico.
El control focal está dirigido a lo que corresponde a Itaembé Miní oeste, todo lo que sea la zona de los barrios Prosol y Belén.

El frío no mata al mosquito
“La gente tiene un concepto equivocado de que porque hace frío mueren los mosquitos, y no es así, nada que ver. Los mosquitos no mueren, hay un retardo en el desarrollo de estadío en estadío”, sostuvo el responsable de Epidemiología en el municipio.
Con respecto a la última helada, explicó: “Este frío o lo que fue la helada, lo que hace es retardar el paso de un estadío a otro de la larva; para que la larva muera tiene que tener temperaturas constantes de 3 o 4 grados bajo cero; en Posadas nunca vamos a tener ese tipo de temperaturas, son sensaciones térmicas nada más”,
“Está el estadío huevo, de larva y del mosquito adulto y en el estadío de larva hay otros cuatro estadíos. Si hay un reciente con huevos de Aedes tiene que chocar con agua para que eclosione, ese huevo puede estar ahí hasta un año. El estadío de larvas, que es el acuático, en verano es de tres a cinco días, en invierno se retrasa pero el vector siempre lo vamos a tener”, destacó.
“Puede disminuir la población de Aedes porque se retrasa en el desarrollo”, insistió Zelaya.


Sin reporte de casos de dengue

Según los últimos reportes, se llegó a la cifra de 266 contagios de DEN-1 y DEN-4 en toda la provincia. Este último serogrupo, importado principalmente de Paraguay. Pero el número puede crecer un poco más cuando impacten los últimos casos o si siguen apareciendo cuadros importados. En lo que va del año, Misiones realizó 1.198 notificaciones de arbovirus.

¿Qué son las ovitrampras?

Con el objetivo de controlar la proliferación del mosquito Aedes aegypti, la Municipalidad de Posadas cuenta con 400 sensores de oviposición (ovitrampas) colocados tanto en el interior como en el exterior de 200 hogares distribuidos en los diez centros de integración territoriales (CIT) de la ciudad.
La presencia de estos sensores compuestos por un vaso plástico pintado de negro con agua y papel kraft permite establecer cuál es el estado aédico según la zona.
Cada dispositivo simula ser un criadero y en el caso de detectarse larvas en los mismos, se despliegan operativos de descacharrado, control focal y sensibilización para contrarrestar el avance del insecto.
Desde el Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores afirman que la incorporación de esta metodología posibilita tener semanalmente información rápida y sistematizada sobre el comportamiento del mosquito durante todo el año, además de colaborar con la concientización para que los vecinos comprendan la importancia de desechar los recipientes expuestos a la lluvia. La estrategia se suma en un contexto en el que Posadas representa zona de riesgo por su condición de frontera con Paraguay, donde hay dengue todo el año.