Denunció que operarios de la CEML dejaron el cable que mató a su hijo

lunes 17 de diciembre de 2018 | 1:00hs.
Denunció que operarios de la CEML dejaron el cable que mató a su hijo
Denunció que operarios de la CEML dejaron el cable que mató a su hijo
Cristian Valdez

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar

El sábado 20 de octubre la vida de Delia Silvero (28) cambió para siempre. Su hijo Benjamín, de 4 años, estaba jugando con sus primos en frente de la casa de una tía en Colonia Tarumá, localidad de Caraguatay, cuando agarró un cable del tendido eléctrico que estaba suelto sobre la calle. Murió en el acto.

La descarga fue tan intensa que eliminó cualquier posibilidad de sobrevida, pese a la desesperada intervención de la madre y el inmediato traslado en un auto particular hasta el hospital de Montecarlo. Incluso la mujer, que cursaba el cuarto mes embarazo, puso en riesgo su vida para salvar al pequeño pero le fue imposible porque la tragedia estaba consumada.

Desde ese día junto a su concubino, Fabián Céspedes (24), decidió iniciar el tedioso camino en busca de justicia porque entiende que la muerte del niño no fue un accidente, sino que existen responsables y en ese rango colocó a un grupo de operarios de la Cooperativa de Electricidad de Montecarlo Limitada (CEML).

Fue así porque, según la denuncia que hizo en la comisaría de Caraguatay, un rato antes del deceso los hombres acudieron al lugar para reponer el servicio eléctrico en función de que la noche anterior una máquina había arrastrado y cortado los cables.
En ese punto Delia afirmó que dejaron suelto el que luego tocó su hijo, aduciendo supuestamente que era del servicio de televisión y por eso no podían levantarlo. Después sobrevino la muerte.

Sin electricidad

En diálogo con El Territorio, la mamá de Benjamín arrancó diciendo “no sabés el dolor tan grande que estamos viviendo desde ese día. No quiero que ningún inocente más pague por culpa de ellos. Por la irresponsabilidad que tuvieron mi pequeño está muerto y necesitamos que se haga justicia y todos los culpables paguen”.

Delia recordó que esa mañana fue con sus tres hijos, entre los que estaba el fallecido, a pasar el día a la casa de su prima, en Tarumá. Su pareja estaba trabajando, pero más tarde se iba a sumar.

“Los operarios de la luz fueron a arreglar los cables porque el día anterior un camión con una máquina arriba, los arrancó y quedaron todos tirados en la vía pública. Estábamos sin energía hasta que después de tanta insistencia, alrededor de las diez de la mañana, fueron y repusieron pero dejaron la trampa mortal en el suelo”, recordó al borde del llanto.

En ese punto, aseguró que “antes que se fueran mi prima le dijo que arreglen, que no lo dejen tirado en la calle por el peligro y le respondieron que ellos no tenían nada que ver porque era del servicio de videocable y de eso se iban a encargar los del cable, que no se preocupara porque supuestamente no tenía electricidad. Los chicos estaban jugando, felices, hasta que a las 3.54 mi hijo lo agarró, en su inocencia, lo que produjo su muerte en el acto”.

“Todos corrimos riesgo porque los chicos jugaron durante horas y por milagro no tocaron el cable e incluso mi prima dijo que, como supuestamente no tenía electricidad, iba a juntarlo para colgar ropa en la casa. Recuerdo que cuando vi a mi hijo corrí para ponerlo a salvo y recibí dos descargas que pusieron en riesgo mi embarazo. No pude hacer nada. Eso me parte el alma”, manifestó.

“Justicia para Benjamín”

Contó que lo llevó hasta el hospital de Montecarlo pero estaba sin vida. “Estuve un rato hasta que llegó la Policía para interiorizarse de cómo pasó y después radiqué la denuncia porque no puedo recuperar más a mi bebé pero estoy dispuesta a que se haga justicia por él y por tantos otros inocentes que mueren a causa de estos asesinos que tienen que hacer bien las cosas y no lo hicieron”.

La denuncia dio pie a la intervención judicial. En la escena de muerte la Policía Científica de la Unidad Regional III de Eldorado hizo pericias, que fueron enviadas al magistrado que entiende en la causa. En paralelo se hizo una autopsia que marcaría con rigor científico las causas del deceso, que es consecuente con el relato de su progenitora.

Fuentes del ámbito judicial informaron a este matutino que se habría puesto en marcha un proceso para determinar las responsabilidades que tuvieron los operarios que trabajaron en el área.

“Los que mataron a mi hijo saben qué hicieron y qué no hicieron, necesito que se investigue a fondo para que no vuelva a pasar. Pese al dolor que con mi marido atravesamos desde la cooperativa jamás nos llamaron aunque sea para ponerse a disposición. Nos abandonaron totalmente”, afirmó Delia.