De plástico a combustible
sábado 08 de febrero de 2020 | 16:45hs.
Walter Rosner, inventor de la máquina.
Walter Rosner, inventor de la máquina.
Por Sonia Benítez comerciales@elterritorio.com.ar
No es un secreto que la cantidad de plástico que hay en los ríos,
océanos y demás lugares del mundo es excesiva. Se cree que hay más de 8
millones de toneladas de este tipo de desechos en cualquier cuerpo de
agua y cada día aumenta esta cantidad. Si bien algunos proyectos
ambiciosos han sido planteados, ninguno ha logrado saber qué hacer con
todo ese material. Sin embargo, proyectos recientes han planteado
convertirlo en otras sustancias. Una de ellas es, por ejemplo, la
actividad que vienen realizando los Vecinos Sustentables de Posadas, que
recolectan botellas rellenas de plástico para convertirlas en madera.
No es loco el hecho de querer transformar el plástico en otra cosa y
cuando la innovación va de la mano del cuidado medioambiental en el
desarrollo de los nuevos proyectos, surgen iniciativas que permiten
avanzar hacia un futuro sostenible, llevando al terreno una economía
circular que deje atrás el modelo del despilfarro de recursos.
Misiones tiene razones para inflar el pecho con respecto a la
reutilización de un material que después de utilizado sólo contamina. Es
más, todavía más orgullo rodea a un nuevo invento, que sería el primero
en Argentina. Se trata de una máquina, un reactor, que acelera el
proceso de descomposición del plástico y que genera combustible para
andar con vehículos y para colocar en las máquinas.
“Para lo que más funciona es para los autos diésel y para todo lo
que es máquina agraria. La nafta, que se llama gasolina, sale el 15 por
ciento que es 89 octanaje, no es 95 la súper pero se mezcla con la
premium y queda 94 octanaje. Yo estoy andando con mi Vento, probando con
una Duster, con una camioneta Toyota y funciona. Un año entero la usé
todos los días, ahora paré por razones personales, pero usé siempre el
combustible plástico. Hice una baja escala de 30 litros de combustible
por día y eso usaba para consumo propio. Mandé a analizar y probé. Lo
destilaba y lo usé durante un año, hasta que vi los resultados y
funciona”, explicó el inventor, investigador y metalúrgico Walter
Rosner, de Dos de Mayo, quien se encuentra ante el gran desafío de
producir a mayor escala combustible a partir del plástico .
El joven investigador patentó su invento que podría ser
revolucionario en cuanto a reutilización de basura y además es el único
en el país.
Un invento misionero
Un invento misionero
Walter comenzó de a poco con su trabajo. Empezó de a pasos y a
prueba y error pudo llegar a su proyecto final. La máquina tuvo tal
alcance que quiere ser replicada en otros lugares, tal es así que el
inventor recibió llamadas desde Uruguay, desde donde le consultan cómo
funciona para poder copiar la técnica que tan acertadamente logró
Rosner.
“No hay antecedentes de esto en Argentina, es la primera en
Sudamérica. Ya me llamó gente de Montevideo para que les comente cómo
funciona la máquina y para ponerla en práctica allá”.
El proyecto sigue en marcha se comenzó a ampliar, tal es así que se plantea realizar el trabajo a gran escala.
“Ahora en la ruta 14 estamos haciendo un predio de dos hectáreas,
estamos por hacer una planta y va a haber días para recepción de
plástico, pero eso todavía lo estamos organizando. Estamos hablando con
organizaciones, hay vecinos de Posadas que ya me llamaron porque están
reciclando y limpiando de plástico su zona. Este proyecto tiene la
materia prima garantizada”, indicó el metalúrgico, que todavía sigue
planificando cómo será el acopio de plástico.
Todo lo que es derivado de petróleo es útil para este proyecto.
“Hay algunos que dan más combustibles, algunos menos. Lo que estamos
haciendo es clasificar, en la máquina tiene un sistema de destilación
que clasifica el agua por un lado, otros productos químicos por otro
lado, algunos tienen ácido, entonces todo eso es un tratamiento
previo”.
En marcha
En marcha
Esta máquina llega a producir combustible capaz de mover un
vehículo y el proceso lleva alrededor de tres horas. La máquina puede
recibir plástico y también cubiertas, según Rosner.
“Lo primero que se hace, es colocar el plástico adentro del
reactor, se llena bien, se cierra, adentro tiene unos ejes inyectores
que hace que se descomponga el plástico. Esto se cierra bien
herméticamente y se empieza a meter fuego debajo del reactor. Una vez
que el reactor empieza a levantar a 70 grados de temperatura, ya empieza
a actuar el gas, el gas del plástico, ya empieza a salir. Ese gas ya
automáticamente se pasa por los catalizadores, los filtros de gases,
para que no haya ninguna contaminación, que a la vez va por unas trampas
de agua para que no vuelva ese gas para adentro y se inyecta en el
circuito de calentamiento con oxígeno, que termina siendo un gas común.
Esto se empieza aumentar, a medida que aumenta la temperatura va
aumentando el gas. Cuando llega a los 100 grados ya empieza a hervir y
empieza a salir el agua, se empieza a decantar el agua y una vez hecho
esto, se para y se comienza a sacar la nafta a los 110 grados
aproximadamente. Ahí cae la presión de la máquina”, explicó el inventor.
Pero como todo proceso, eso es sólo el inicio, ya que estamos hablando de tres horas de trabajo.
“Se consigue hasta acá una nafta liviana y pesada juntas. Esto va
en un tambor aparte que pasa después a la destilación refinada, eso
queda aparte. Esto lleva un proceso de una hora y media, después es otra
hora y media para sacar el combustible pesado, que es el aceite, el
diésel, el fueloil y se lo manda a otro tambor que pasa a la otra
refinadora. Ahí se empieza a sacar todo el combustible pesado que es el
petróleo, el gas ya deja de existir porque se sacó todo y se vuelve a
inyectar de nuevo al circuito de leña o gas para que vuelva a quemar,
para que se transforme en lo que hay adentro, como una masa húmeda, que
termina transformándose en carbón. Ese carbón pasa a ser un carbón
activado como un carbón de cocina”.
“Los otros son todos los gases que se transformaron en líquido, por
eso el volumen del plástico es liviano, porque son más gases, más
volátil que la masa, entonces por un kilo de plástico queda más o menos
50 gramos de carbón, estamos hablando del 5 por ciento. Después de que
queda la nafta pesada y liviana, se pasa a otro destilador que ahí es
donde se saca la nafta con más octanaje o menos. Y después se saca el
diésel, el fueloil y la brea para asfalto”.
En este proceso de convertir plástico en combustible tampoco se
contamina al medioambiente, por lo que la máquina resulta una buena
alternativa.
“El circuito es todo cerrado y por eso no hay contaminación al
ambiente. Cuando se termina de destilar todo, cuando termina el proceso,
una hora después se deja descansar la máquina para empezar a hacer un
vacío, para sacar todos los gases y pasar por un filtro, para que la
persona que vaya a abrir el reactor no sea contaminada”, indicó Rosner,
que también comentó que para abril piensa comenzar con su proyecto a
mayor escala.
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