jueves 28 de marzo de 2024
Nubes 25.4ºc | Posadas

Cuarentena en la cancha

domingo 29 de marzo de 2020 | 5:00hs.
Cuarentena  en la cancha
Por Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá

“Anoche estábamos entrenando y llegó la Policía porque vieron las luces del estadio prendidas. Así que les tuvimos que explicar que vivimos acá, que no nos quedó otra que hacer la cuarentena en el club. Nos dijeron que entonces estaba todo bien y se fueron”, comentó Federico Aby (20), jugador de Juventud Unida de Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe. 
La anécdota, contada con simpatía, no hace más que graficar la inusual situación que está viviendo el basquetbolista obereño en el marco de la emergencia sanitaria decretada por el gobierno Nacional por la pandemia del coronavirus.
Una historia a contramano de lo que afronta el 99 por ciento y más de los deportistas argentinos que residen en el país o el exterior, quienes vieron interrumpidas las posibilidades de entrenar en condiciones normales y tienen que improvisar con lo que hay en sus domicilios para no perder estado físico.   
Pero Aby, en cambio, tiene a disposición un club de una manzana completa para seguir entrenando mientras duren las restricciones dispuestas por el aislamiento social obligatorio y preventivo.
“Cuando esto termine no tengo excusas, no puedo decir no entrené. Si ando mal es porque soy un desastre”, comentó entre carcajadas, sin dramatismo y con ánimo positivo a pesar de vivir una instancia con mucha incertidumbre para todos. 
En diálogo telefónico con El Territorio, el obereño explicó que llegó a Cañada Rosquín a fines de febrero, cuando la amenaza de la pandemia parecía lejana a la realidad que se vive hoy. 
Así que de repente, hace poco menos de dos semanas, se topó con la imposibilidad de viajar y se vio a obligado a quedarse en el club. 

Compañero y entrenador
Formado en las inferiores de Oberá Tenis Club (OTC), a pesar de su juventud Aby ya ostenta un recorrido que lo llevó a jugar en Atlético Saladas de Corrientes, del Torneo Federal; Atenas de Vendo Tuerto y ahora Juventud Unidad de Cañada Rosquín. 
Al respecto mencionó que luego de concluir su vínculo con Atenas, hace poco más de tres semanas, se mudó a su nuevo destino para jugar la Liga del Oeste Santafesino y entrenar a los chicos de mini y premini.
“Fue una propuesta de mi representante, Carlos Mainoldi, quien también juega acá. En el mismo club hay departamentos y desde un primer momento me trataron muy bien. Por eso, a pesar de la situación actual, estoy muy tranquilo en todo aspecto”. 
Y no está solo, ya que lo acompaña Kila Deoracio, entrenador de vóley y preparador físico del plantel de básquet, quien tampoco pudo viajar a su localidad de residencia. 
En tal sentido, el obereño precisó que “somos los únicos dos que estamos haciendo la cuarentena el club. Los demás se fueron todos y tuvieron la ventaja de ser de la zona. Para nosotros fue más complicado porque de un día para el otro se suspendió el transporte y tuvimos que quedarnos”. 
Contó que gente del club les acerca la comida y el Kila supervisa sus entrenamientos diarios, por lo que destacó la buena convivencia, fundamental en una circunstancia inédita. 
“La verdad lo estoy tomando con tranquilidad y soy optimista en que pronto se normalizarán las cosas. Por supuesto que extraño a mi familia y quiero estar con ellos. Eso es lo más duro, pero estamos conectados todo el día”, destacó respecto a las ventajas que otorga la tecnología actual. 

Deporte y estudio 
Además de aprovechar el tiempo para entrenar en lo físico y lanzamientos, también está enfocado en la carrera de abogacía y no se olvidó de los apuntes. 
“Es algo que me gusta, y también por insistencia de mi mamá. Estudio a distancia y estoy cursando materias de segundo y tercer año. Más allá de esta situación de la cuarentena, por mi actividad me sobra tiempo para estudiar y me favorece mucho el hecho de cursar a distancia”, destacó. 
Sobre su paso por Atenas, equipo con el que disputó la competitiva Copa Santa Fe, reconoció que fue una gran experiencia por la confianza que le dieron y el protagonismo que tuvo en el equipo. Además de la vidriera que siempre significa el básquet provincial santafesino. 
“Pero ahora estoy enfocado en mi trabajo acá (en Cañada Rosquín) y espero que todo se normalice pronto para volver a jugar y entrenar con los chiquitos. Están reorganizando la parte de básquet del club y hay un lindo proyecto, por lo que me contó el presidente”, agregó. 
Cañada Rosquín está situado en el centro oeste de Santa Fe, a 997 kilómetros de Oberá. Es una pequeña localidad con poco menos de 7.000 habitantes y el club Juventud Unidad cuenta con el único equipo de básquet local, por lo que aglutina a todos los hinchas. 
Se trata de una región eminentemente agrícola-ganadera, con una alta producción de soja y varias empresas importantes. 
“La gente es muy buena y me tratan muy bien, pero se extraña y lo primero que quiero hacer cuando esto termine es viajar a Oberá o que mi familia me venga a visitar”, reconoció con un dejo de melancolía por los afectos. 
Te puede interesar
Ultimas noticias