Contra el ajuste al futuro

“Es lamentable lo que hacen con la educación”, dicen los alumnos, los futuros profesionales, los que se están formando en un contexto cada vez más precario, en el que los incrementos presupuestarios y salariales no se condicen ni remotamente con los índices de inflación. Rostros de preocupación, de desconcierto, de incertidumbre sobre el futuro. Jóvenes que apenas abandonaron la adolescencia, para los que la crisis de 2001 es apenas un recuerdo difuso, pero sí que sufrieron las consecuencias. Desencanto porque el Gobierno prometió destinar el 1,5% del PBI a la ciencia, pero sólo aporta un tercio de ello. Pero también esperanza, porque por eso salen a la calle, por eso marcharon ayer -en Posadas y en otras partes del país- y por eso volverán a marchar de ser necesario. Porque merecen otro futuro que el que se vislumbra.