La cuarentena obligatoria es para todos.  El aislamiento por coronavirus es para que las personas se queden en sus casas y así evitar el contagio, y eso incluye a los vehículos. Éstos deben permanecer parados en calles y garajes, por lo que hay que prepararse previamente para la acumulación de polvo y el desgaste silencioso que puede llegar a ser fatal, impidiendo el funcionamiento del auto cuando se quiera volver a ponerlo en marcha.

Un coche parado durante largo tiempo puede sufrir averías graves si no se toma una serie de precauciones previas y se realiza un pequeño mantenimiento periódico.

Tener un vehículo parado puede significar problemas a corto y largo plazo. Lo primero que se ve afectado es la batería, que, aunque el vehículo esté completamente apagado, sufre una descarga por los sistemas conectados a ella, corrientes parásitas. Y a largo plazo (meses), los fluidos sufren deterioro por el estacionamiento, la condensación de agua y los cauchos se resecan.

“Para evitar el deterioro del vehículo, existen varias recomendaciones: ponerlo en marcha día por medio mantendrá los fluidos en movimiento, y las partes internas lubricadas, la batería cargada; abrir las puertas evitará que los burletes se peguen a los marcos de las puertas, encender el aire acondicionado mantendrá el sistema lubricado y evitará los malos olores dentro de la unidad, moverlo y frenar, aunque sea unos metros, ayudará a que los discos de freno no se oxiden y que el freno de mano no quede pegado (fenómeno muy común en nuestra zona debido a la humedad)”, comentó Juan Carlos  Sterba, jefe de Taller de TM.

“Como recomendación -acotó-, arrancarlo todos los días cinco minutos, o una vez a la semana por 30 minutos, y así de paso nos entretenemos en tiempos de cuarentena”.

Probablemente lo primero que fallará en el coche será la batería. Si ésta no se encuentra en un estado óptimo, en pocos días de inactividad puede agotarse por completo, dejando inútil el coche. Ante esto, lo más aconsejable es desconectarla. Con desconectar los bornes es suficiente para que no se descargue.

Es importante dejar el auto limpio antes de dejarlo quieto. Hay que aspirar el vehículo por dentro si se tiene restos de comida para no llamar la atención de hormigas y otros insectos, y evitar olores o humedad. Por fuera, es importante lavar toda la zona baja y los neumáticos. Y, en lo posible, dejarlo encerado.

También hay que cubrir el auto con una funda de tela transpirable e impermeable. No sólo sirve para que no se llene de polvo, sino también para evitar rayones por golpes de otros autos y la exposición al sol, si es que se lo deja estacionado en la calle.

Sterba también recomendó algunas acciones para realizar antes de parar definitivamente el auto. 

“Si sabemos que el auto estará estacionado por semanas, sí existen algunas medidas de prevención, por ejemplo, inflar los neumáticos a 50 libras (30 es lo normal generalmente) para evitar que se deformen por estar tanto tiempo en la misma posición”, explicó.

La deformación de un neumático por permanecer con poca presión mucho tiempo en la misma posición obra en detrimento de su eficiencia original. 

Lo ideal, tras unos días, es mover el auto unos centímetros de lugar si hay espacio disponible, para cambiarle los puntos de apoyo.

 También se recomienda “desconectar la batería, para reducir al mínimo la descarga, y dejar el auto bajo techo, para evitar que el excremento de los pájaros caiga sobre la pintura y termine manchando o dañándola”.

 Para evitar la corrosión y proteger la carrocería al máximo, lo mejor es proteger el vehículo con una funda. Es imprescindible que antes de cubrirlo esté totalmente limpio para que no se raye la pintura.

Un truco casero para cuidar el interior del coche es dejar un recipiente con arroz crudo en el habitáculo. Eso ayuda a evitar la humedad y los olores que genera el encierro.

Antes de estacionar definitivamente, hay que revisar el nivel de aceite, líquido refrigerante, aceite de dirección y líquido de frenos. Es importante rellenar los fluidos que sean necesarios. Si la ausencia durará más  de tres meses, a la vuelta hay que cambiar el aceite. 

Si no se llena el tanque de combustible, allí podrían alojarse algunos de los gases que produce el vehículo. No se debe dejar nunca el tanque de combustible vacío o en reserva, porque el depósito corre riesgos de deteriorarse. Lo ideal es que el vehículo quede con al menos medio tanque cargado. Además, cuanto más lleno esté, es más leve el efecto de evaporación.

 “Luego de un período largo de estar estacionado, al ponerlo en marcha, debemos primeramente dejarlo funcionar por lo menos quince minutos sin moverlo, para detectar cualquier ruido extraño, o falla en el funcionamiento. Luego conducirlo de manera moderada para verificar que la dirección y los frenos funcionen correctamente y si pasado ese tiempo no sentimos nada anormal o el tablero no acusa ninguna falla, podemos estimar que el vehículo está en condiciones de circular. Seguido a esto concertamos una cita con nuestro concesionario amigo para un control mas preciso”, indicó  Sterba.

El primer paso para poner en marcha el vehículo consiste en la tradicional revisión de niveles de los líquidos, desde el refrigerante hasta el aceite de motor. Esto servirá para verificar si hubo disminución de líquido por alguna fuga o si sólo se necesita rellenar un poco los contenedores para ponerlo a punto.

Con todas las precauciones correspondientes se podrá mantener el auto a salvo a lo largo de la cuarentena, cuidando así también a toda la familia del coronavirus, quedándose en casa sin mover el coche por razones injustificadas.  

Desinfección y limpieza del vehículo en plena pandemia