Con 89 años, confecciona y dona ropa para muñecas

martes 20 de noviembre de 2018 | 7:00hs.
Pilar le dedica las mañanas y las tardes al trabajo solidario con plena alegría.
Pilar le dedica las mañanas y las tardes al trabajo solidario con plena alegría.
Victoria Bergunker

Por Victoria Bergunker interior@elterritorio.com.ar

Son las 10 de la mañana de un lunes, feriado. El barrio Centenario está tranquilo. Por el empedrado del Pasaje 65 de Posadas sólo se escucha el ruido de las hojas que se mueven con el viento. Camila, la joven cuidadora de Pilar López, recibió a El Territorio mientras la protagonista terminaba de arreglarse. En la casa hay olor a pan horneándose.
Pilar -de 89 años- nació el 12 de octubre de 1929 en San Ignacio. Es madre de seis hijos, abuela de dieciocho nietos y bisabuela de dieciséis niños. A lo largo de su vida, se dedicó a la casa, a criar a los hijos y a coser. Y esto último es lo que continúa haciendo cada día de su vida, mañana y tarde sin cansancio.
Hace aproximadamente dos años trabaja de manera voluntaria para el Hospital de los Juguetes, una agrupación que se dedica a refaccionarlos y distribuirlos entre los niños que más los necesitan. La iniciativa surgió a partir de que su hija Carmen se conectó con vecinas voluntarias. Dentro de su rubro, Pilar colabora confeccionando ropita para las muñecas y luego Carmen se encarga de llevarlas.
Además cose camisones para las mujeres a punto de parir, con sábanas que le dona el hospital y con retazos de telas que tiene en su casa. Esta tarea la hace en compañía de una de sus nueras.

Labor solidaria
El taller se encuentra en una habitación de su hogar. Una máquina de coser, telas de todos los colores, texturas y tamaños, una mesita y algunas muñecas que vestir, son su escenario cotidiano.
Teniendo en cuenta que prácticamente no sale a la calle, comentó: “Yo coso, mi hija es la que me trae los juguetes y yo hago las ropitas para las muñecas; después hay otra señora que las peina, les hace unos peinados hermosos”. Y añadió: “Le dedico todo el tiempo que pueda, me levanto temprano, tomo mate y ya empiezo a coser, duermo la siesta y después me levanto y sigo”.
A punto de cumplir nueve décadas aún es una mujer activa, llena de vida y de ganas, pero sobre todo solidaria. Además, tiene una particularidad: la sonrisa no se le borra del rostro en ningún momento. Luego de unos minutos de charla en su jardín, hizo una pausa para sacar el pan del horno y preparó un mate, el que cebó desde una pava que sostenía con ayuda de un repasador.
En cuanto a la confección de los camisones, afirmó que elaboran hasta diez por semana y luego su nuera se encarga de repartirlos los martes. “Hay una señora que me da unas sábanas que son un poco gruesas, así que con eso hago deshabillés, pero todo se usa”, dijo.
Todo el trabajo es totalmente voluntario y sin ningún rédito económico, incluso utiliza su propio hilo, elásticos, y todo lo que sea necesario para crear las prendas que vestirán a cientos de madres misioneras.
Por otra parte, explicó que desde el Hospital de los Juguetes ya se están preparando para las fiestas: “Ya juntaron cajas y cajas de juguetes”. Así es que probablemente, a comienzos de diciembre la actividad se intensifique un poco más.
“A mí esto me hace sentir re bien, saber que uno le lleva un poco de alegría a los chicos, a las madres... es muy gratificante, me siento realizada porque estoy haciendo algo que me gusta y que le va a hacer bien a los que reciben, es una satisfacción hacer cosas así y es importante mantenerse ocupado”, concluyó.
Todo lo hace con amor y dedicación, dos factores que al juntarse crean cosas maravillosas que trascienden.


Juntan juguetes en desuso

El Hospital de los Juguetes recibe donaciones en la sede que funciona en avenida Martín Fierro 3825 entre San Martín y Tomás Guido, de 9 a 12 y de 14 a 17. El número de contacto es 376-4675750.
Además, se encuentran juntando útiles escolares para llenar las mochilas de los niños de cara al ciclo lectivo 2019, que serán entregadas a fin de año. Cuadernos, lápices, hojas, todo es bienvenido.