Comprueban que cambios en bosques nativos afectan a los gatos silvestres

jueves 21 de marzo de 2019 | 13:45hs.
Comprueban que cambios en bosques nativos afectan a los gatos silvestres
Comprueban que cambios en bosques nativos afectan a los gatos silvestres
Nuevos estudios de investigadores del CONICET aportaron evidencia acerca de cómo la pérdida y la transformación del bosque nativo en la provincia de Misiones afecta a pequeños y medianos felinos y provoca cambios en sus hábitos.  El análisis, que se centró en cuatro especies, comprobó que el ocelote (Leopardus pardalis) –un animal mediano que le sigue en tamaño al yaguareté y al puma–, es el más sensible a las modificaciones en el paisaje.

Uno de los trabajos fue publicado recientemente en la revista Biotrópica y demuestra que la conversión del ambiente genera hábitats de distinta calidad, que influyen en la persistencia de las especies. Los autores señalan que, para disminuir el impacto en la zona, es necesario mantener y conservar fragmentos de bosque en las propiedades dedicadas a actividades forestales o agropecuarias, ya que solamente cerca del 30% de la provincia posee áreas óptimas para que habiten estos felinos.

A diferencia del yaguareté, el puma y el ocelote –que necesitan grandes superficies para vivir–, los pequeños felinos pueden habitar fragmentos más acotados de bosque nativo, aunque estén rodeados de tierras con usos productivos. Sin embargo, los resultados que obtuvieron los investigadores del Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM) después de analizar más de 800 registros de estas especies, indican que desaparecen en las zonas donde hay mayor intervención humana.

Los resultados obtenidos sugieren que, si bien las especies más pequeñas que el ocelote tienen una tolerancia más alta al impacto humano, la supervivencia de todos los felinos silvestres de la selva misionera o Bosque Atlántico -incluso del yaguareté y del puma- está estrechamente supeditada a la protección de los remanentes de bosques nativos. Los investigadores sugieren que, además de las estrategias de conservación clásicas como la creación de grandes áreas protegidas a través de parques nacionales o provinciales, también es necesario un cuidadoso planeamiento y manejo de los usos de la tierra para actividades productivas.