Compartir y jugar, tradiciones de Pascua

Hoy, domingo de Pascua, los cristianos de todo el mundo celebran la resurrección de Jesucristo. La festividad que cierra la Semana Santa conmemora la culminación del ciclo del hijo de Dios en la Tierra y su victoria sobre la muerte después de su tormentosa Pasión.
En la provincia, habrá misas en todas las iglesias y volverá a la liturgia el canto del aleluya -que se suprime durante la Cuaresma- como símbolo de la alegría pascual.
En la Diócesis de Posadas, el obispo Rubén Martínez presidirá la misa de Pascua de Resurrección a las 10, en la capilla Virgen del Carmen del barrio Sol de Misiones, en Itaembé Miní.
Además de las ceremonias religiosas, Misiones revivió en estos días unas tradiciones que son legado de familia y que se preservan de generación en generación, como la preparación de platos típicos, la confección de huevos artesanales y los juegos de mesa para compartir.
A continuación, El Territorio comparte dos historias del sentir de la fe en la región.

Para los chicos de Tobuna
En tiempos en los que la situación económica no permitirá a muchas familias regalar a los niños el tradicional huevo de Pascua, docentes de la Escuela 613 de jornada completa de Tobuna se dieron a la tarea de elaborar los huevitos de chocolate para sus alumnos.
El establecimiento se emplaza en la zona rural a más de 30 kilómetros del casco céntrico de San Pedro.
Las maestras Miriam Pufal y Sonia Brambilla contaron que los niños tienen mucha ilusión “en dejar el pastito para que el conejo deposite allí el huevo de Pascua”.
Dijeron que “los chicos lo escuchan en todos lados que viene el conejito, pero la situación económica y el encarecimiento de este tipo de productos, lo hace casi inalcanzable para las familias de la zona y más si son numerosas”, analizaron.
Motivadas por hacer feliz a los chicos, las docentes, junto con otros colegas, pusieron de su bolsillo el dinero para costear los ingredientes y en la cocina de la escuela comenzaron con el preparado.
De esta manera, antes del feriado, todos los alumnos recibieron un huevo de chocolate adornado con flores de colores y caramelos en su interior.
“Si bien demanda trabajo, dedicación y dinero, es una tarea que la hacemos con mucho amor. Cada maestra, en conjunto con las maestras especiales, logró organizarse para darle esta alegría a nuestros alumnos”, expresó Miriam.
Y resaltó: “Son gestos pequeños que los reiteramos en cada ocasión especial porque sabemos que las familias de nuestros niños son muy humildes y la situación económica está muy difícil”.
Los estudiantes recibieron las golosinas y, además, realizaron consignas alusivas a la fecha y sobre la solidaridad, el significado de estar al servicio de los demás y el interés por el prójimo.
Valores que el grupo de docentes enseña con el ejemplo, porque tampoco les sobra la plata, pero no dudaron en compartir para sacar sonrisas. La actividad se replicó en otras escuelas de la localidad.


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