Circunstancias humanas en acción

domingo 14 de julio de 2019 | 5:00hs.
Circunstancias  humanas en acción
Circunstancias humanas en acción
Con la entrega de las estatuillas Cacique Oberá a los films ganadores de los tres certámenes competitivos llegó a su final la 16 edición del Festival Internacional Oberá en Cortos. El evento se desarrolló durante cinco jornadas en espacios formales y al aire libre, con la premisa de vivir breves e intensas historias y compartir con sus protagonistas.
En esos días, más de 5.000 personas asistieron al cine a ver las proyecciones. Mientras, casi 150 realizadores, estudiantes de carreras vinculadas a la producción audiovisual y público en general tomaron parte de los talleres de capacitación.  
La ceremonia de premiación tuvo lugar anoche en la Sala Cine Teatro Oberá, donde poco después de las 20.30 se anunció por todo lo alto a los triunfadores en cada uno de los tres concursos previstos para este encuentro: el Internacional, el Entre Fronteras y el  Entre Fronteras Universitario y además, los premios Cine.ar y voto del público.   

Laureados
Así, Prisoner of society, de Rati Tsiteladze (Georgia 2018), se quedó con el primer puesto del certamen internacional.
En tanto, Kirirí, del realizador paraguayo Miguel Agüero, se convirtió en la mejor película de la disputada competición Entre Fronteras. En la misma categoría recibieron menciones Torre, de Nadia Mangolini, y Karau, de Facundo Vallejos. 
Por último, el corto ganador de Tres Fronteras Universitario fue Pirañas, de Gastón Pérez. Y obtuvieron menciones las cintas Maduración, de Walter Monzón y Santito, de Fernando Ortigoza.
El público, realizadores y actores presentes en la sala pudieron observar pasajes de los audiovisuales seleccionados por el jurado. La película que bajó el telón del festival por este año fue Far from As, rodado en El Soberbio y Posadas. 

Historias de la condición humana  
Los cortometrajes ganadores de Oberá en Cortos, más allá de las diferencias de lenguaje, argumentales y estéticas -entre otras-, ponen en juego aspectos de la condición humana que dan saltos entre el valor  y el  disvalor en pocos minutos: la injusticia, la inocencia arrebatada, la memoria, el sexo y sus tabúes, la libertad, son algunos tópicos que ponen a andar los realizadores en función de una trama que cautive desde la imagen uno.
Por ejemplo, Prisoner of society propone un viaje íntimo al mundo y la mente de una joven transgénero, atrapada entre su deseo personal de libertad y las expectativas tradicionales de sus padres.
Por su lado, Kirirí (Silencio, en su título en español) se ambienta en plena dictadura militar en Paraguay. Muestra la inmutable vida campesina de una abuela y su nieta en el interior rural que de un momento para otro cambia y duele. El trabajo está dedicado a la memoria de todas las niñas víctimas de la dictadura cívico militar de Alfredo Stroessner.
A su vez, Pirañas va por la historia de un grupo de adolescentes que emprende un asalto al conductor de un auto. El cortometraje se enmarca en el género thriller, transcurre a lo largo de una noche y las secuencias se abordan desde la perspectiva de los niños.
Precisamente sobre la riqueza narrativa y de recursos que se pudo ver en pantalla, tanto de los films en competencia como en las muestras fuera de concurso, charló Matías Njirjak, coordinador del festival con El Territorio.
“La verdad es que estamos muy contentos, en esta edición más de 5.000 personas pasaron por la sala  para ver las propuestas y, esto nos habla del poder de convocatoria que tiene el festival en la región”.   
Sostuvo además que “los cortometrajes que estuvieron en competencia fueron preseleccionados de más de 800 proyectos postulados de muchos países. El jurado vio cada uno de los materiales para elegir a los concursantes y luego, a los que resultaron ganadores, fue un gran trabajo”. 
Enumeró también como exitosos los espacios de talleres de capacitación y el laboratorio Tres Fronteras para proyectos en desarrollo. Sumado a la gran respuesta de la comunidad a cada una de las proyecciones y de los espectáculos en vivo. 
 “Es un evento donde convergen personas y propuestas distintas y eso es fantástico porque se tejen nuevas redes de trabajo. Hace que Oberá en Cortos funcione como un nexo entre los diferentes actores de esta gran industria que es el sector audiovisual para seguir fomentando, seguir creciendo y generando contenido desde Misiones, la región y hacia todo el mundo”, ponderó.

Los elegidos del público 
Otras dos distinciones que se otorgaron en el acto de premiación fueron el voto del público y el premio Cine.ar. A lo largo de la semana, los espectadores que asistieron a las funciones de las muestras competitivas emitieron sus votos. En base a estos resultados, fueron premiados los siguientes cortometrajes: Jejuí (Paraguay) en la selección Entre Fronteras, Gol de Chilavert, una comedia argentina, en Entre Fronteras Universitario, y Desiderio, en la muestra internacional.
Asimismo, el ganador del premio Cine.ar. fue la película Inflexión que habla sobre la fibromialgia.  
Desde la organización del festival detallaron que esta última distinción “está destinada a cortometrajes argentinos participantes de la competencia de festivales nacionales”. Se trata de un reconocimiento a la innovación artística, la creatividad audiovisual, la calidad realizativa, el contenido y el mensaje que la obra acerca al público.
Se destacó que los cortos de factura nacional que han sido reconocidos en el festival tendrán su espacio en la pantalla Incaa y en sus plataformas digitales. 
Este 2019, en el concurso internacional se han medido diez cortometrajes, en el Entre Fronteras compitieron siete y para el Universitario los jurados se debatieron entre seis propuestas y, todas las funciones fueron con buen marco de público. Otro aspecto que concitó la atención  de los cinéfilos fue la atractiva cartelera por fuera de la competencia, con títulos como Cara Sucia, de Gastón Gularte, y el estreno del documental sobre los Hermanos Núñez.