Cibercrimen busca esclarecer estafas con la reparación histórica a jubilados

El teléfono suena con insistencia, Rolando Navarro (73) atiende. Al otro lado del tubo, una voz que se identifica como la de un operador de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) le anuncia que tiene una sentencia firme para cobrar por la ley de reparación histórica.
No lo puede creer. Semanas antes el se había presentado en la sucursal de Anses de Posadas, ubicada en calle 3 de Febrero 1940, para consultar al respecto y le habían dicho que no le correspondía el beneficio. Ahora, se le abre una nueva puerta de esperanza, esa voz le confirma lo que tanto había querido escuchar.
Emocionado, celebra y presta al oído al locuaz gestor que, sin modificar el timbre en el habla y ofreciendo datos privados y certeros del jubilado, le describe los pasos que debe seguir: dirigirse a un cajero automático y hacer una transferencia de 42.000 pesos a una cuenta bancaria cuyo número le acaba de dictar. Ese monto servirá para iniciar el trámite por el que tres horas después recibirá en su caja de ahorro 57.600 pesos correspondientes a la reparación histórica y la devolución de los 42.000 pesos ofrecidos previamente.
Con premura corre al banco, sigue las indicaciones y realiza el depósito. Horas después, con la caja de ahorro en saldo negativo y una desazón en el rosto, Navarro advierte lo ocurrido y se lamenta: “Sufrí el cuento del tío”.
Todavía perplejo por lo ocurrido, agrega: “Yo estoy acostumbrado a hacer transferencias electrónicas y homebanking, pero como el supuesto gestor sabía todos mis datos, caí”. 

Denuncias investigadas

La historia de Rolando es la de más de una decena de jubilados misioneros que en los últimos días han sido timados por falsos gestores de Anses.
Los reclamos al organismo y quejas a los bancos se multiplican, al igual que las denuncias que por estos días tienen en vilo a la Dirección de Cibercrimen de la Policía de Misiones. “Estamos investigando y la modalidad es la misma en todos los casos. Hay denuncias con jubilados de varias localidades. Los casos están judicializados y se está siguiendo el proceso correspondiente”, resaltó la comisario Sandra Ozuna.
En esa misma línea, la jefa de la dirección policial que investiga los delitos cibernéticos agregó que el trabajo que realizan consiste en solicitar la colaboración de la Justicia para obtener el número de la cuenta a la que fue derivado el dinero y establecer desde qué línea telefónica se realizó la llamada.
“El sitio de origen es aleatorio, tenemos registros de llamadas desde Córdoba, otras de La Pampa, y de varias provincias. Entonces se pide colaboración a la Policía de la provincia que corresponde. Ahora estamos trabajando en conjunto con Capital y Corrientes”.
Finalmente, la comisario insistió en que tanto Anses como las entidades bancarias no operan con gestores, por lo que cualquier llamado o visita recibida por una persona que dice ser representante de estos organismos y pide dinero a cambio de realizar trámites, es una estafa. 

Sin respuestas
Según precisaron varios de los damnificados por los fraudes telefónicos, los reclamos realizados tanto a la Anses como al banco no tuvieron respuesta. “Me comuniqué con el banco y me dijeron que no pueden cancelar la operación porque fue realizada correctamente. Luego fui a consultar a un abogado penalista pero me dijo que no convenía iniciar una demanda por el dinero que iba a gastar en el proceso judicial y además me iba a hacer mala sangre. Dijo que no era tanto dinero, pero para mí era bastante”.
En esa misma línea, había opinado ayer a este matutino Nelly Bondarenco (62), una jubilada estafada en Apóstoles: “Hice la denuncia, fui a hablar con el gerente y no me dan soluciones. (...) Yo no entiendo cómo la Justicia no puede hacer nada si están los nombres de las cuentas adonde fue transferida la plata, las cámaras del cajero, el número de donde me llamaron, todo”.
Sin respuestas por parte de Anses, los jubilados esperan que la Policía logre esclarecer adónde fueron a parar sus fondos y sus ilusiones de acceder a mejores haberes jubilatorios.