Chamamé del desierto

jueves 11 de abril de 2019 | 7:00hs.
Chamamé  del desierto
Chamamé del desierto
Agustina Rella

Por Agustina Rella sociedad@elterritorio.com.ar

Entre desiertos de arena interminables, montañas y un idioma completamente distinto, se encuentran Los Núñez. Marruecos los alberga en el Festival Internacional de Artes y Culturas (Fiac), desplegando misionerismo a través de su virtuosa música.
A pocos kilómetros de España, madre patria de la que heredamos parte de nuestra cultura, Marruecos es conocida como la puerta de entrada a África. Allí, en esa tierra lejana y distinta, resuenan por estos días los acordes del sonido más entrañable para los misioneros: el chamamé.
Invitados por el embajador marroquí para América Latina Khalid Asslami, los hermanos se mostraron por demás felices de participar de este intercambio cultural. “Fue un acierto venir a este viaje integrando la delegación latinoamericana. Nos llena el corazón representar a la provincia, al país y estamos muy felices por esto que es una experiencia única de intercambio cultural”, arrancó diciendo Juan Pico Núñez. “Nos recibieron con el corazón, el público muy ferviente y muy respetuoso a escuchar nuestra propuesta artística”, agregó el bandonenista, que justo a la guitarra de su hermano presentó su último disco 3 fronteras.
Sumando así otras fronteras, otros lazos a través de la música,   hasta se animaron a tocar con locales e improvisar de manera natural a pesar de no conocerse con los colegas. Del mismo modo, los inquietos misioneros compartieron melodías con los vecinos más cercanos: los paraguayos, que también forman parte de la delegación que cuenta con ecuatorianos, panameños, nicaragüenses y bolivianos, entre otros.

Un lenguaje que conecta
Con ansias de continuar generando este tipo de conexión y encuentro, Los Núñez fueron parte de la comitiva latina que compartió distintas ponencias en ámbitos como el educativo, comercial, energético (en el que también disertó el ministro de Energía de la Provincia, Sergio Lanziani) y destacaron la efusiva presencia de jóvenes estudiantes en el festival.
En este marco, exportando una vez más el arte de la Tierra Colorada, Pico subrayó que “es la primera vez que tocamos música de nuestra región en este festival y como es un espacio de la universidad de Agadir, encontramos muchos jóvenes muy interesados, que quedaron muy contentos con la música y la propuesta que llevamos”.
Así, las explicaciones estuvieron de más, los sentidos se agudizaron y el idioma no fue una barrera a la hora de exponer su virtud. “Estamos sorprendidos por la recepción de un país al que no conocemos mucho y que no sabe mucho de nuestra cultura. Pero a la hora de hacer música, que es el idioma universal, pudimos comprobar que es un lenguaje directo, que se comunica de una manera muy especial”, reflexionó el eximio bandoneonista.
Con la valija llena de buenos recuerdos, contactos, anécdotas sobre camellos y esa expansión  mental, sonora que cosecharon en esta experiencia tangible, Los Núñez regresarán con la energía  más que renovada para encarar otro año lleno de intersantes proyectos. En parrilla ya se cocinan un nuevo disco de estudio y un documental que también tendrá disco homónimo. Nuevas aventuras por estos lares, antes de volver a esparcir el chamamé por el mundo.