Caso Schoenfisch: crece la hipótesis de un ataque premeditado

domingo 07 de junio de 2020 | 6:00hs.
Las prendas fueron incautadas en la vivienda de la abuela del detenido.
Las prendas fueron incautadas en la vivienda de la abuela del detenido.
Agustín Mazo

Por Agustín Mazo fojacero@elterritorio.com.ar

La tesis de un ataque premeditado, basada en la tensa relación que al parecer llevaban desde hace un tiempo Pablo Schoenfisch (18) con sus padres, incorporó en los últimos días algunos elementos de prueba que podrían fortalecer unas de las hipótesis más firmes que se manejan en la investigación por el ataque a balazos contra Tina Antúnez (56) a su esposo Arnoldo Schoenfisch (59), el pasado 14 de mayo en su casa de Santiago de Liniers.
Y es que mediante el aporte dado por dos testigos muy cercanos a la familia se llegó hasta varias prendas de vestir que por estas horas se investiga si fueron utilizadas por el joven durante el ataque a tiros dentro del dormitorio de sus progenitores.
Se trata de un par de guantes, una gorra y una bufanda, todas de lana, que fueron halladas el miércoles por la tarde por los investigadores de la Unidad Regional III de Policía durante uno de los allanamientos dispuestos por la Justicia.
Estos operativos fueron concretados tanto en la vivienda de la pareja como en la propiedad de la abuela del detenido, inmueble ubicado a pocas cuadras del lugar del ataque y en donde además vivía el implicado. Sin embargo, según dijeron los voceros consultados, en el segundo inmueble fue donde se encontraron las prendas.
Pero para llegar hasta estos elementos resultó clave el aporte proporcionado el último martes en el Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado por una mujer que desde hace cuatro años se desempeña como empleada doméstica para la familia Schoenfisch.
Durante la entrevista que mantuvo con el magistrado Roberto Saldaña, titular del juzgado, la testigo aportó datos acerca de la relación que llevaba el matrimonio con el presunto parricida.
Sobre esto último, y de acuerdo a los datos aportados por fuentes cercanas a la pesquisa sobre dicha testimonial, se supo que días antes del ataque, la trabajadora escuchó decir a Pablo que nadie se enteraría si sus padres eran asesinados.
Aunque remarcó que lo más grave que advirtió se produjo semanas antes cuando en medio de sus tareas diarias encontró un arma de fuego debajo del colchón de la cama del detenido.
Sobre esta situación, la empleada añadió que de inmediato puso en conocimiento del hallazgo a la madre del detenido y que fue esta misma persona quien le confesó que había advertido que el joven había gastado una importante cantidad de dinero de su tarjeta de débito.
En relación al robo de dinero, los investigadores encontraron tickets de extracción entre las pertenencias del muchacho y, de acuerdo a las sospechas que se manejan, tanto desde la Justicia como dentro de la familia, el dinero que Pablo sustrajo ronda los 40.000 pesos en efectivo
A la versión del hurto de la tarjeta se sumó el aporte de un amigo del detenido, que también declaró en el juzgado y que de alguna manera confirmó ese dato.
Según el testigo, en una oportunidad notó que su amigo llevaba mucha plata, lo que tanto a él como a otros amigos llamó mucho la atención.

Pericias clave
Más allá de estos aportes en sede judicial, los investigadores centran sus esfuerzos en el relevamiento de información de los teléfonos celulares de todos los integrantes de la familia, aunque para los investigadores lo más relevante está en reconstruir los pasos previos y posteriores al hecho por parte del detenido.
En tanto, otra diligencia judicial que se aguarda con premura tiene que ver con el examen de dermotest que tiene como objetivo detectar restos de pólvora en las manos del joven detenido.
Y aunque la denominada prueba de parafina, practicada en el joven dio resultado negativo, las fuentes consultadas aclararon que este estudio no representa una prueba concluyente y que se la considera como una medida orientativa.
Por el momento, Pablo Schoenfisch permanece alojado en la Unidad Penal III de Eldorado, acusado por homicidio agravado por el vínculo y tentativa de homicidio agravado por el vínculo, delitos que prevén una pena de prisión perpetua.
Durante la audiencia indagatoria ante el juez Saldaña, realizada el 18 de mayo -cinco días después del crimen-, se abstuvo de declarar.
Ese mismo día su padre pasó a una sala común en el Hospital Madariaga, nosocomio que abandonó el sábado 23.
Cinco días más tarde, el ex alcalde fue trasladado por su hijastro hasta el juzgado para declarar ante el juez Saldaña. Sin embargo, los intentos por recordar parte de lo sucedido durante la madrugada del jueves 14 de mayo no fueron los esperados.
A partir de esto se dispuso que la víctima sea llevada nuevamente a su domicilio para que continúe con su recuperación.


Disparos en plena madrugada

El trágico episodio se produjo el jueves 14 de mayo, minutos después de las 4, en la casa de la pareja ubicada sobre la calle Belgrano. El ex intendente, malherido y ensangrentado, alcanzó a llegar hasta una ventana de su casa y pidió auxilio a los gritos, lo que permitió que un hermano y una cuñada lo socorrieran.
Cuando los familiares acudieron al lugar constataron que el hombre no sólo había sido herido, sino que también su esposa, Tina Antúnez.
Ambos fueron llevados hasta el Samic de Eldorado, donde la mujer falleció minutos después. Desde ahí comenzó la investigación del caso, que incluyó varios giros y terminó dejando contra las cuerdas al único hijo en común de la pareja, Pablo Schoensfisch (18), quien también es medio hermano del actual alcalde de la localidad, Miguel Ángel Szunkowski.
El joven, conocido como Pablito, no vivía con sus padres sino que con una abuela a pocos metros del lugar.
Después dieron con testigos que aseguraron haber visto al hijo de la pareja salir del lugar durante la madrugada y que además la relación entre el joven y sus padres se había tornada conflictiva en el último tiempo a raíz de malos comportamientos y desobediencias.


En cifras

38

En la escena los peritos hallaron un revólver calibre 38 y dos proyectiles compatibles. Las víctimas tenían un disparo cada uno en la cabeza.