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Caso Amarilla: Villalba dijo que la víctima arremetió contra él

lunes 14 de septiembre de 2020 | 6:00hs.
El hecho sucedió durante la madrugada del 1 de julio de 2018.
Cristian Valdez

Por Cristian Valdezfojacero@elterritorio.com.ar

David Salomón Villalba (31), el oficial subayudante de la Policía de Misiones que estuvo a cargo del operativo en el cual el sargento Emanuel Esteban Soley (35) asesinó con dos disparos de Ithaka a Alejandro “Nano” Amarilla en el barrio A3-2 de Posadas, cambió parte de su versión inicial sobre la secuencia ocurrida durante la madrugada del 1 de julio de 2018.

Lo hizo en la ampliación de declaración indagatoria realizada días atrás ante el fiscal de Instrucción Seis, René Casals. Allí habló específicamente al momento en que ambos imputados, funcionarios de la comisaría Décima, se bajaron y encontraron a la víctima en la vereda de su casa.

Villalba ratificó que al llegar al domicilio de Amarilla se detuvieron con el patrullero manejado por un tercer uniformado, a unos 20 metros. Y que se bajó junto a Soley, quien portaba la escopeta antidisturbios.

“El lugar tenía poca luminosidad, no recuerdo si el móvil tenía las luces prendidas. Amarilla estaba sentado con algo en la mano, al notar nuestra presencia se levanta y avanza, en eso el sargento (por Soley) efectúa un disparo y esta persona intenta correr hacia donde estábamos nosotros pero gira hacia el portón y el sargento efectúa ahí un segundo disparo. Esta persona corre e ingresa a su domicilio”, declaró.

Si bien no pudo precisar qué elemento tenía Amarilla en la mano, el oficial supuso que era un cuchillo debido a que en una recorrida anterior éste supuestamente les habría mostrado y golpeado uno contra la reja de la propiedad.

Al ser consultado por si hicieron algún tipo de advertencia a la víctima para que se detenga, o si emitieron la voz de alto para que permanezca en el lugar donde estaba sentado, el oficial declarante manifestó que le dijeron “quedate quieto, tirate al piso y Soley le grita lo mismo y efectúa el disparo y él nos avanza y se escucha el disparo y él entra a su domicilio”.

De acuerdo a los informes que obran en el expediente, Amarilla recibió el segundo disparo por la espalda, en el momento en que corrió para refugiarse dentro de la casa. Se desplomó ni bien cruzó la puerta.

Sobre lo que ocurrió posterior a los disparos el uniformado declaró: “Alumbramos el lugar, miramos y observamos hacia atrás y vemos que había un móvil de apoyo, porque nosotros habíamos pedido apoyo y me acerco al móvil de la (comisaría) Decimocuarta y le saludo a la oficial y le digo que vamos a pegar unas recorridas porque teníamos otras comisiones que realizar. Hicimos la recorrida y volvimos a la comisaría (Décima)”.

Por último, sobre si había dado instrucciones a Soley para que dispare, comentó “no le di orden y cuando escuché el ruido me cubrí por el disparo y miré qué estaba pasando. Fue rápido, no dio lugar para que yo de algún tipo de orden por eso verificamos en el lugar y nos retiramos”

Declaración inicial distinta
En julio de 2018, en la instancia indagatoria desarrollada tres días después del crimen en la cual el juez Ricardo Balor lo imputó como partícipe secundario de homicidio calificado en concurso ideal con falsificación ideológica de documento público, Villalba brindó un relato distinto al actual.

“Con respecto a ese hecho nosotros acudimos a ese lugar, si alcanzamos a verle a esa persona ahí sentada enfrente a su domicilio, le digo al chofer que se detenga aproximadamente 20 metros antes del domicilio, es decir de la distancia de donde él estaba, en el horario comprendido entre las 1 y 2 de la mañana”, sostuvo.

Luego añadió: “se detiene, yo desciendo y le observo al señor que estaba enfrente mío, el sargento Soley desciende sobrepasándome y avanza corriendo y efectúa un disparo sin que yo le ordene; esta persona se levanta corriendo para ingresar a su domicilio y Soley efectúa otro disparo; esta persona ingresa a su domicilio y le digo a Soley ‘tranquilo’, porque hace eso sin darme tiempo a que yo le diga que se detenga, porque fue todo rápido, en ningún momento yo le dije que efectúe disparos. Me acerco al domicilio alumbrando a todo el frente para observar si la persona se hallaba lastimada, de ahí me repliego para atrás y veo que estaba el móvil de la Decimocuarta más atrás y me acerco hasta ellos y les digo que íbamos hacer una recorrida por el barrio”.

En aquella oportunidad le pidieron que describa cómo estaba Amarilla cuando llegaron al domicilio y Villalba dijo que “se encontraba sentado sin remera y con algo en su mano, algo blanco parecía y estaba sentado aparentemente lastimado, con el torso hacia adelante como si estuviera lesionado”, omitiendo el supuesto ataque de la víctima que mencionó en su última declaración.

Sobre lo que ocurrió posterior a esa recorrida declaró que “regresamos a la comisaria, en ese transcurso pasó un periodo de tiempo y le aviso al jefe de la comisaría con mi teléfono celular, le llamo y le digo que hicimos un procedimiento en ese lugar y que el sargento Soley había efectuado dos disparos, y él (por el jefe) me pregunta si había alguien lastimado y le digo que el tipo (por Amarilla) ingreso a su domicilio y que no lo había visto”.

Uno libre, el otro detenido

A partir de esta novedad, la fiscalía dispuso que Villalba permanezca en libertad hasta que se resuelva su situación procesal.

En tanto que el abogado querellante, Horacio Koncke, solicitó que vuelvan a comparecer para ampliar testimoniales una oficial policial y un vecino de Amarilla que habría visto de cerca el ataque mortal.

Es que Soley también amplió su indagatoria y declaró que cuando tomó la Itakha de un armario de la dependencia la misma estaba cargada, dando a entender que desconocía que tenía cartuchos con postas de goma y plomo.

También afirmó que desconocía como manipularla porque en los 13 años de servicio que tenía era la primera vez que le asignaban una escopeta de tales características.

“La escopeta, en el momento que yo la tomé fue a las 10 de la noche en la primera comisión, autorizado por el oficial de servicio Villalba, se encontraba en el armario ya con los proyectiles adentro de la escopeta y los proyectiles son proveídos por el jefe de la comisaria. Al llegar al último procedimiento (en A 3-2) las municiones ya estaban cargadas en la escopeta, lo único que yo hice fue accionar el mecanismo de carga. Yo no sabía manejar el arma”, explicó.

A su vez, admitió haber hecho “dos veces el mecanismo de carga para disparo y le apunte hacia al árbol”.

No solo vecinos del barrio A3-2, sino varios uniformados declararon haber visto a Soley portando la escopeta señalada en varios operativos.
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