Buscan crear centro de aprendizaje para personas con discapacidad
martes 21 de agosto de 2018 | 5:00hs.
Buscan crear centro de aprendizaje para personas con discapacidad
La familia Ramos de San Pedro confesó días atrás su deseo de crear un centro de aprendizaje para personas con discapacidad.
La iniciativa nació a raíz de su propia experiencia, ya que Adilio Ramos
y su esposa Graciela Álvez tienen una nieta de 16 años con retraso
madurativo, cuyo desarrollo intelectual es equivalente al de una niña de
9 años. La menor, cuyo nombre es Ana Laura, asiste a la Escuela
Especial Nº19 que funciona en la Capital de la Araucaria, pero este es
su último año.
En ese contexto, los Ramos manifestaron que en la localidad las personas
con discapacidad no cuentan con ningún espacio donde integrarse luego
de terminar la etapa escolar, a partir de los 17 años.
Esta preocupación que sienten se replica en los demás progenitores que
están pasando por la misma realidad, lo que motivó la iniciativa de
crear un centro de aprendizaje donde se desarrollen talleres y
actividades destinadas a potenciar las distintas capacidades.
Al respecto, dialogaron con El Territorio sobre el proyecto: “El año
pasado fueron varios chicos los que egresaron y así durante todos los
años que funciona la escuelita especial en San Pedro. Nosotros hemos
visto cómo las madres estaban muy preocupadas de que sus hijos no puedan
seguir capacitándose, ya que si bien son personas que no logran
desenvolverse de forma normal, tienen y demuestran ser muy capaces, por
ello estamos proponiendo esta idea para la cual necesitamos mucha
ayuda”.
En la escuela especial, los niños reciben conocimientos que les permiten
desenvolverse en la sociedad, pero una vez finalizada la etapa en la
institución, muchos no pueden o no están en condiciones de continuar
estudiando una carrera universitaria o terciaria, por lo que quedan
fuera del sistema educativo.
En ese contexto, y debido a que estos jóvenes tienen derecho a
integrarse a la comunidad, los Ramos consideran indispensable que
cuenten con un sitio que les pueda ofrecer conocimientos sobre
diferentes oficios. Estos saberes, que serían seleccionados de acuerdo a
las distintas capacidades de los asistentes, les permitirían en un
futuro poder llevar adelante actividades de forma independiente cuando
les toque enfrentar la vida sin el amparo de los padres.
La familia es consciente del gran trabajo y desafío que implica poner en
ejecución la idea que tienen, pero consideran que no es imposible,
debido al gran número de vecinos que manifestaron estar dispuestos a
colaborar en la concreción del centro de aprendizaje.
En esa línea, también opinó Yésica, tía de la menor y otra de las
interesadas en concretar el proyecto: “Los chicos especiales deben
recibir una atención especializada. Nosotros si bien no tenemos
formación en el área, tenemos todas las ganas y nuestra experiencia nos
da mucha fortaleza para comenzar a trabajar. Creo que en esto lo más
importante es el amor en lo que vamos a hacer. Además sabemos lo bien
que le hace a estos niños y jóvenes hacer algo y sentirse útiles, esto
es algo que lo demuestran siempre”.