Bajo fuertes medidas de seguridad empieza el juicio por el caso Sartori

martes 16 de abril de 2019 | 5:00hs.
Bajo fuertes medidas de seguridad empieza el juicio por el caso Sartori
Bajo fuertes medidas de seguridad empieza el juicio por el caso Sartori
Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar

Todas las miradas estarán puestas hoy en la localidad correntina de Mercedes, donde esta mañana comenzará el juicio por el brutal crimen de Héctor Sartori (74), el empresario yerbatero oriundo de Misiones que en 2015 encontró la muerte durante un intento de asalto en la estancia en la cual residía desde hace largos años en Felipe Yofre.
El debate comenzará a las 8.30 en el Tribunal Oral Penal de Mercedes, el cual contará con una fuerte custodia e incluso los asistentes deberán sortear tres anillos de seguridad antes de llegar a la sala de debates.
La seguridad fue reforzada dado la peligrosidad que le sindican a los cinco sujetos que deberán sentarse en el banquillo de los acusados, todos ellos imputados bajo calificaciones que podrían conducirlos a una pena de prisión perpetua.
Los involucrados en el expediente son Raúl Alejandro Ibarra, Alfredo José Alegre, José Andrés Genes, Félix Amadeo Rosales y Aníbal Ramón Zygalzki.
El Tribunal encargado de impartir justicia, en tanto, estará integrado por los magistrados Jorge Alberto Troncoso, Raúl Adolfo Silvero y Martín José Vega, este último en carácter de subrogante legal.
Por su parte, el Ministerio Público Fiscal estará representado por los letrados Juan Carlos Alegre y Adrián Casarrubia, mientras que en la parte querellante y en representación de dos hijos de la víctima estarán los abogados Guillermo Escalante y Hebe Sena.
Según consignaron fuentes consultadas, en la audiencia de la víspera se procederá a la lectura del expediente, que consta de más 150 fojas, y para después del mediodía se prevé que el tribunal les brinde a los imputados la posibilidad de declarar.
Luego, añadieron, se vendrá el momento de la toma de testimoniales y para ello hay un total de 30 personas citadas a declarar. Las audiencias, en tanto, se realizarán todos los martes, por lo que se estima que el debate se desarrollará durante varias semanas.
Escalante, uno de los letrados querellantes, dialogó ayer con El Territorio y se mostró esperanzado en alcanzar un fallo condenatorio para los involucrados en el hecho.
“Son cinco las personas imputadas. Esperamos el inicio del debate con expectativa, tanto para nosotros como para la fiscalía. Sabemos que mañana -por hoy- se va a plantear algún tipo de nulidad y demás desde las defensas, pero eso ya correrá por parte de las estrategias defensivas”, señaló.
Y continuó: “Para nosotros y para la fiscalía está todo plenamente justificado y probada la autoría de estas personas. Será tema de las defensas ver qué plantean, pero creo que están dadas todas las condiciones para llegar a una condena y puede caberles prisión perpetua a todos”. 

Causa e imputados
Los acusados están imputados por los delitos de homicidio en ocasión de robo, homicidio doblemente calificado por ensañamiento y criminis causa y portación ilegítima de arma de fuego agravada por registrar antecedentes penales por delito doloso contra las personas.
Según lo que se pudo reconstruir en la pesquisa del caso, los cinco imputados formaban parte de una peligrosa banda criminal que planificó el golpe con intención de apoderarse de un millonario botín que suponían encontrar luego de un rumor oído, pero el atraco se les salió de las manos.
El homicidio del empresario oriundo de Campo Grande fue cometido el domingo 6 de diciembre de 2015, cerca de las 16, en el interior de su estancia El Quebracho, ubicada sobre la ruta nacional 123, entre los kilómetros 77 y 78, en la zona rural de Felipe Yofre.
Un grupo de delincuentes irrumpió en el lugar y sorprendió a la víctima, quien se encontraba junto a un amigo y un menor de edad. Los malvivientes lograron reducir a todos los presentes bajo intimidaciones con armas de fuego y los maniataron de pies y manos con alambres.
Allí dieron inicio a una sesión de tortura extrema. Fue en esa instancia en que, al parecer, el empresario se resistió a que lo roben y recibió una feroz golpiza, la cual le desfiguró la cara, quebró el cráneo y terminó matando.
Cuando la Policía llegó al lugar, se encontró con el cuerpo de Sartori y, al recorrer el predio, dieron con otro cadáver que recién fue identificado un mes después.
Ese otro muerto resultó ser Juan Carlos Miérez, un carretista de Formosa que formaba parte del grupo asaltante y habría sido asesinado por accidente en medio de los forcejeos entre Sartori y los otros delincuentes.
En el transcurso del debate se podrán dilucidar con mayor claridad los roles y el grado de participación en el hecho de cada uno de los imputados, pero de acuerdo a los elementos recolectados hasta el momento en la pesquisa, es Félix Rosales quien encabezaba la banda criminal.
“Él manejaba todo. Fue él quien juntó a las personas con quienes planearon el hecho. Hicieron un búnker en Empedrado y después llegaron hasta la localidad de Sartori. Lo venían planificando perfectamente”, consignó en su momento una fuente vinculada a la investigación del hecho.
Justamente, Rosales además está sospechado de ser el autor material del crimen y fue el último en ser capturado. Sobre sus espaldas pesaba un pedido de captura internacional, pero recién logró ser detenido en septiembre de 2017, casi dos años después del homicidio que revolucionó el Litoral argentino.
Por su parte, se cree que Genes habría sido otro de los ideólogos del atraco y encargado además de realizar inteligencia previa al golpe. Este hombre también estuvo prófugo varios meses hasta que sorprendió a todos y se presentó voluntariamente en el juzgado que llevó adelante la pesquisa.
Respecto a Alegre, se sospecha  que era la denominada pata local de lo organizadores de la logística utilizaba por la banda, mientras que Ibarra habría aportado apoyo e información.
El último involucrado es Aníbal Ramón Zygalzki, un ex policía que en su declaración involucró a más uniformados, pero esa línea investigativa nunca prosperó.