Autoridades de la Jefatura habrían cajoneado otras denuncias por abuso

martes 04 de septiembre de 2018 | 6:00hs.
Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá

La reciente denuncia de una cabo primero de la Policía de Misiones contra un superior por supuesto acoso, amenazas y abuso sexual, no habría sido el primer escándalo que involucra al mismo subcomisario, aunque fuentes de la propia fuerza indicaron que las autoridades de la Jefatura subestimaron a las acusaciones previas.
Incluso, mencionaron que el oficial en cuestión habría gozado de cierta cobertura a partir de tener un familiar de alta jerarquía, como también citaron que años atrás se desempeñó como custodio de un funcionario. Por dichas relaciones habría contado con blindaje institucional para evitar consecuencias judiciales.
La primera acusación de tinte sexual contra el citado subcomisario fue radicada por una suboficial que se desempeñaba en Colonia Aurora, municipio de Alba Posse, lo que derivó en el traslado del superior a la localidad de Santa Rita.
Según fuentes oficiales, la denuncia fue radicada ante la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle, jurisdicción de la que dependen las comisarías y demás dependencias de Alba Posse.
“El jefe fue trasladado y se inició un sumario administrativo, pero no hubo derivaciones penales porque se resolvió todo institucionalmente. Si se hacen las cosas bien, sea quien sea el sospechoso, ese mismo día se tiene comunicar al Juzgado de Instrucción y tomar los recaudos; notificar la causa y ordenar la detención, si así consideran las autoridades judiciales, en paralelo a las actuaciones administrativas. Pero en el caso de la denuncia de Aurora, evidentemente se manejó todo de manera interna”, precisaron.

Muy afectada
Con relación a la segunda denuncia, radicada el 27 de julio pasado ante la Fiscalía de Instrucción Uno, la presunta víctima cita el caso de su colega de Aurora y solicita que sea citada a prestar declaración. Se aporta nombre y apellido, además de la fecha en que habría ocurrido el hecho.
La cabo también ofrece su celular para ser peritado, ya que dicho cotejo posibilitaría hallar pruebas que avalen su acusación. Al mismo tiempo solicitó que se analicen dos números del subcomisario acusado.
En tanto, la mujer aseguró que por lo menos dos compañeros de guardia podrían testificar que en muchas ocasiones la encontraron llorando por las situaciones vividas cuando cumplía funciones en Seguridad Vial y Turismo de San Francisco de Asís.
Incluso, afirmó que en algunas oportunidades la trasladaron a la casa de una enfermera para que le aplicara un calmante.
“Además de mostrarles los mensajes, en varias ocasiones mis compañeros observaron cómo cada vez que el subcomisario pasaba a mi lado me tocaba las nalgas y los senos”, declaró en sede judicial.
Transcurrido más de un mes de la denuncia, según la denunciante y su esposo -también policía- al menos hasta ayer el juzgado interviniente no habría ordenado ninguna medida de prueba.
En fin de semana El Territorio publicó detalles del caso y de la posterior amenaza que recibió la denunciante en su lugar de trabajo.
Ayer, en tanto, el esposo de la suboficial confirmó que la mujer fue citada a Jefatura, pero no pudo asistir porque se sentía muy descompuesta y afectada por todos los sucesos vividos.
“Lo único que puedo decir es que si fuera un civil o un personal subalterno, ya estaría preso”, comentó respecto a la situación del denunciado.

Otros casos
El caso puso en evidencia una problemática que se repite en las filas de la Policía de Misiones, donde existen varias causas abiertas por abuso sexual que implican a personal masculino. “En general, son oficiales que abusan de mujeres suboficiales, y las autoridades minimizan y actúan de manera corporativa. Si una mujer denuncia, enseguida se la tilda de problemática y sufre persecución, traslados. Realmente, en este contexto hay que valorar la valentía de las mujeres que denuncian”, subrayaron desde la propia institución.
En abril pasado, una agente de 23 años que cumple funciones en la Unidad Regional II denunció a un oficial de la misma fuerza por intento de abuso sexual.
Además de la denuncia penal, de la cual aún no se conocieron avances, se instruyó un sumario interno que derivó en el traslado de ambos uniformados a otras dependencias.
El acusado es un oficial subayudante, identificado como Luis D. S. (23), quien según la denuncia llevó a su camarada a las afueras de la ciudad y trató de someterla sexualmente. La joven se defendió y el sujeto la dejó abandonada en cercanías del cementerio Sueco, de Oberá.
La denuncia fue radicada el mismo día por la presunta víctima. En tanto, el acusado demoró varias horas en presentarse en sede policial, lapso que habría utilizado para limpiar su coche y atenuar los efectos del consumo de bebidas alcohólicas.
“Al final los dos fueron trasladados, como si el hecho de denunciar a un superior constituya una infracción al reglamento. Eso hace que otras policías que pasan por lo mismo tengan miedo de hablar”, lamentaron.


Presiones y amenazas

Tal como publicó este matutino en su edición del último domingo, el sábado por la mañana la cabo se hallaba en la guardia del Comando Radioeléctrico de Santa Rita y fue amenazada por un desconocido.
“Ya sacaste la nota en el diario, ahora cuidate porque te van a hacer boleta”, le dijo y salió corriendo del lugar. Afuera lo esperaba un cómplice en un coche en marcha, aseguró la uniformada.
Entre otros detalles de la denuncia del 27 de julio, la presunta víctima indicó que “días antes del cumpleaños de mi hijo el subcomisario mandó a mis compañeros a un operativo para quedarse solo en la base conmigo, oportunidad en la que me dijo que si yo no accedía a tener algo con él, trasladaría a mi esposo y que vería cómo sufriría hasta verme arrastrar y pedirle por favor. Esto me generó una crisis de llanto (…) pero haciendo caso omiso a mi estado de crisis, se baja los pantalones y tomándome de los cabellos me obliga a practicarle sexo oral. Intenté con todas mis fuerzas zafar de él y cuando lo logré, mordiéndole, salí corriendo a la calle pidiendo auxilio”. Luego de la denuncia la mujer fue trasladada a Santa Rita, mientras que el superior sigue en el cargo.