Armonía y paz muy cerca de Cataratas

Hice un viajecito a Iguazú en el mes de enero para ir a las Cataratas a pasar el día y visitar algunos artistas amigos que me habían hablado mucho del lugar donde viven.
Es así que llegue al barrio Las Orquídeas, un pintoresco lugar de casas prolijas, coloridas, rusticas y mucha vegetación enmarcando el paisaje. Encontré en el camino murales, árboles gigantes caminitos de empedrado y personas muy amables guiando para no sentirse desorientado en la travesía.
Así me topé con un lugar de venta de arte y artesanías donde vi objetos de lo más interesantes, seguí cuesta abajo y encontré un almacén de sabores donde me tomé algo fresco y además me ofrecieron cerveza artesanal Güembé hecha ahí mismo, deliciosa. Para esto no es que había perdido mi objetivo, sólo que descubrí que era un paseo para disfrutar, por eso me dispuse a llegar al arroyo Mbocay, que quedaba a unos 400 metros de la última parada que había hecho.
Arroyo… otro capítulo de mi relato. Paz, armonía. El límite del barrio y la aldea mbya guaraní donde se comparte. Estaba cayendo la tarde con sus rojos intensos cuando escucho un silbido, era Sergio, mi amigo, buscándome para invitarme a ir al centro cultural que también estaba a unos 300 metros donde compartimos unas empanadas y pude cantar unas canciones para la gente que estaba ahí. Sobraba calidez. Todas estas actividades que encontré en el barrio son parte de un proyecto de turismo comunitario que vienen desarrollando los vecinos hace algunos años. Fue una experiencia diferente a nivel turístico donde lo importante es sentirse a gusto.