Familiares de la tripulación del submarino ARA San Juan se mantenían ayer escépticos y encadenados en las rejas de Plaza de Mayo hasta tener alguna información certera del inicio de la búsqueda de la nave.
Andrea Mereles, misionera y esposa del tripulante Ricardo Alfaro, explicó a El Territorio que permanecerán aferrados a las rejas de Plaza de Mayo (frente a la Casa Rosada) hasta tener alguna confirmación de que la búsqueda se realizará seriamente.
“Estamos esperando nada más que ellos firmen la contratación de la empresa, aunque ya el ministro desestimó a la empresa española y quitaron la recompensa que había”, explico Mereles.
Apuntó que la quita de la recompensa, en lo personal, no significó nada porque la oferta del Gobierno no movilizó ninguna acción de búsqueda. “La recompensa estuvo desde febrero y nunca apareció nadie. Así que ahora no creo que nos pueda perjudicar eso”.
Por otro lado, afirmó con seguridad que “acá vamos a seguir hasta que ellos nos firmen una contratación. No nos vamos a ir de acá hasta tener algo concreto. Es lo único que estamos esperando. Tomamos la decisión de encadenarnos porque creemos que estando acá (en Plaza de Mayo) vamos a lograr cosas que en Mar del Plata no podríamos hacerlo”.
Mereles explicó que junto a otros familiares se sintieron usados por la Armada y el gobierno nacional en Mar del Plata: “Ellos nos tenían como encerrados o callados. Y nosotros estábamos con miedo de decir algo porque pensábamos que no iban a contratar a la empresa para la búsqueda. Hoy vemos que fuimos muy ignorantes de creer en el Gobierno y así estamos ahora”.
La esposa del suboficial segundo explicó que diariamente son unos 25 familiares los que permanecen encadenados y tienen el apoyo constante del resto de los familiares.
“Somos cerca de 25 y vinimos los que podemos por estar más cerca. Hay esposas que han podido dejar a sus hijos con otros familiares, madres y padres. Hay otros familiares que han querido venir pero están muy lejos en varias provincias”, comentó.
Sin recompensa
El Ministerio de Defensa, a cargo de Oscar Aguad, resolvió ayer revocar una resolución de febrero de este año que ofrecía una gratificación de 98 millones de pesos a aquellas personas que pudieran brindar "información y datos útiles para dar con el paradero y la ubicación precisa" del submarino ARA San Juan , desaparecido desde el 15 de noviembre de 2017 en aguas del Atlántico Sur con 44 tripulantes a bordo.
Según la resolución 717/2018 del Ministerio de Defensa, publicada ayer en el Boletín Oficial, esa gratificación "no ha logrado cumplimentar su objetivo último", o sea, contribuir a "determinar con precisión la ubicación" del submarino. No obstante el esfuerzo denodado del Estado nacional para coordinar y aunar las acciones tendientes a obtener información certera, precisa y veraz que permitieran determinar con precisión la ubicación del submarino Ara San Juan, la medida en ciernes no ha logrado cumplimentar su objetivo último", estableció.
"La finalidad destinada a generar los incentivos adecuados para que la búsqueda realizada por el material naval de la Armada Argentina sea complementado con la participación de empresas del sector privado ha resultado a esta altura infructuosa", agregó. Según el Ministerio de Defensa, "resulta necesario revocar la resolución de febrero en virtud del tiempo transcurrido sin lograr obtener el éxito deseado tenido en cuenta a la hora de su dictado".
“La Armada nos abandonó”
Luego de que el gobierno nacional retiró la recompensa de 100 millones de pesos para encontrar el submarino, el padre de uno de los tripulantes salteños se mostró desolado.
“Uh no, no puede ser, cuándo hicieron eso”, fueron la palabras de Faustino Arjona, padre de Ramiro, uno de los tripulantes del ARA San Juan que perdió contacto con la base de la Armada Argentina el 15 de noviembre del año pasado, tras enterarse de que el gobierno nacional retiró la recompensa de casi100 millones por la búsqueda.
“No entiendo nada, la semana pasada familiares tuvimos una reunión con el ministro Aguad y él se comprometió con la búsqueda, nos dijo que tres empresas iban a ingresar a la zona los primeros días de agosto en un operativo de alto riesgo, yo tengo la grabación de esa reunión”, explicó a Informate Salta. También dijo que tiene otro hijo en la Armada y “nunca me avisó nada”, explicó que la Armada “nos abandonó nunca más se comunicaron con nosotros, pero vamos a viajar y pedir explicaciones”, sostuvo.
