2020-10-12

Propiedad de la tierra, cuidado del monte y las tradiciones

Por Silvia Godoy

Por Silvia Godoy sociedad@elterritorio.com.ar

La noche anterior al 12 de octubre, la expedición marítima al mando de Cristóbal Colón avistó tierra. Alto el sol del nuevo día, la flota desembarcó en una pequeña isla de las Antillas. El autocumplido destino de navegante de anclar a suelo cambió para siempre la historia a uno y otro lado del océano.

Esa lejana hora de 528 años atrás unos se convertían en amos y los libres serían en adelante -y para siempre si por ellos fuera- los vencidos, los saqueados, los esclavizados, los masacrados, los aculturados, los evangelizados. 

Resabios de aquella experiencia de coloniaje son cimientos aún hoy del orden desigual de las cosas de este mundo y su gente, mantenidos a raya por la ley del capital.   

Durante siglos el hecho histórico conocido como el descubrimiento de América se transmitió sin rebeldía como un hito de bonanza para un paraíso atrasado que latía ajeno a la bendición del dios de los cristianos.

Los maestros con sus manuales enseñaban los nombres de las carabelas y los versos que debían corear los niños en los actos en honor del descubridor. 

Pequeñas voces fuertes de tanto permanecer silenciadas, pequeños hombres y mujeres con sus raíces como todo argumento, resquebrajaron la ficción oficial del buen colonizador. Pusieron en tensión -y en vergüenza- el  discurso unívoco del descubrimiento.

“Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: ‘Cierren los ojos y recen’. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia”, escribió el uruguayo Eduardo Galeano sobre la dudosa gesta. 

En Argentina recién en 2011 se renombró al feriado del Día de la Raza como Día del Respeto a la Diversidad Cultural y atendiendo a una demanda de los pueblos originarios del territorio argentino y en consonancia con tratados internacionales de reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y de la Constitución Nacional.

El artículo 75 inciso 17 reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan.

En Misiones
La provincia de Misiones es territorio histórico de los guaraníes, hasta la actualidad es habitado por la parcialidad mbya que se organiza en comunidades.

Jorge Acosta, de Tapé Porá, en San Ignacio, es referente de la Organización de Docentes Indígenas de Misiones (Odim) y del Consejo Educativo Autónomo de los Pueblos Indígenas (Ceapi), además forma parte de los equipos técnicos de Educación Cultural Indígena (EIB) y Política Lingüística, dependientes del Ministerio de Educación de la provincia.

En diálogo con El Territorio, Acosta expresó que si bien el cambio de denominación de la fecha “es muy importante por lo que significa para la memoria colectiva”, todavía hay una deuda del Estado con los pueblos originarios en lo que respecta al derecho de sus territorios, más autonomía en la educación y participación activa en la toma de decisiones políticas en temáticas que los afecten.

Sostuvo que hace bastante, “los pueblos indígenas tomamos al día 11, ese día antes de la llegada de los europeos, como una jornada para reflexionar sobre lo que somos, para revalorizar nuestras raíces y tradiciones y para transmitir a los niños y jóvenes nuestra cultura”.

“Tantas cosas pasaron y los guaraníes resistimos, eso es también algo bueno, porque no debemos desalentarnos, tenemos que seguir confiados en que nosotros también somos valiosos y nuestra cultura es valiosa, la infancia para los mbya es sagrada, porque sabemos que en  los niños de hoy están los hombres y mujeres mbya del futuro”.

Aportó un dato como evidencia de desigualdad: “En Misiones hay 130 aldeas y menos del 20% tiene título de propiedad de la tierra”. 
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