2020-02-10
En un partido complicado Crucero se impuso ante Boca Unidos
Ni Molinas ni De Souza encontraron las suficientes libertades por las bandas, lo que provocó el abuso de los pelotazos. Entonces todo se resumió en lo que podía entregar el tándem Fassino-Motta y se sabe que las sociedades son indispensables para inquietar al rival. Sobre los 12’ Fassino fue a presionar la salida, recuperó la pelota pero su centro no fue el preciso para que Vallejos la empuje entrando por derecha. La más clara de la primera mitad.
El Aurirrojo, en tanto, nunca perdió la paciencia. Siempre priorizando el juego por bajo y el ancho de la cancha en los pies de Medina y Fabro, pero tampoco fue agresivo. Ante este panorama, el partido fue entrando en un pozo impensado en la previa, sobre todo por la calidad de jugadores que había en el campo. El vicio del pelotazo, entonces, tomó escena en el local. No por gusto propio, sino por el esquema de presión en el medio implementado por el Cabezón Marini, efectivo por donde se lo mire.
Y así fue. Ya en el complemento Crucero salió decidido a cambiar la imagen. La bajada de línea de Marczuk se vio reflejado desde el pitazo inicial porque el equipo adelantó sus líneas, con agresividad. Por supuesto que los réditos comenzaron a verse rápidamente. Sobre los 02’ Argüello la puso en órbita y una bomba de Klusener en el borde del área grande exigió al arquero.
Crucero se hizo cargo del partido, que tenía vacante a su dueño, mientras que Boca Unidos se refugió en el fondo esperando alguna contra con los espacios a merced mediante el talentoso Tony Medina.
Y cuando parecía que la balanza no se iba a desnivelar, llegó el grito. Pisando los 38’, Molinas lanzó un centro a quemarropas y el Tarrito Pérez aprovechó el despeje a medias para aparecer en soledad en el costado derecho del área y fusilar a Carranza. Golazo y a otra cosa.
Te puede interesar