2019-05-19

Alem se convirtió en un imán para turistas de todo el mundo

Por Belén Spaciuk

Por Belén Spaciuk interior@elterritorio.com.ar

Opaybo, que en guaraní refiere a despertar el conocimiento, es una escuela de salud que funciona en Leandro N. Alem.
En la casa de reposo se enseña a los huéspedes, que se alojan en un período de seis días, a cambiar los hábitos de vida, mejorando en la alimentación, el modo de vida  y la reducción de fármacos. Los pacientes aprenden a vivir de una manera más relajada. 
El centro es atendido por los propios dueños de casa, Mamen Maetzu y Eneco Landaburu, quienes vinieron a la provincia desde el país vasco a desarrollar esta corriente de vida relacionada con el bienestar del cuerpo, la mente y el espíritu.
Ambos comparten su hogar con los visitantes. “Viene gente de todas partes. Chilenos, paraguayos, uruguayos, visitantes de la Patagonia, de Chaco, Mendoza, Córdoba, Buenos Aires y otros tantos lugares”, consignó Eneco en diálogo con El Territorio, dueño de la casa de descanso. Pero lo más interesante es que además del arribo de turistas extranjeros, como de distintas provincias de la Argentina, esta escuela de salud tiene la particularidad de fomentar el turismo local. Muchos pacientes del interior de la provincia, de la ciudad de Posadas e incluso oriundos de Alem visitan la escuela de salud y se alojan en el predio el tiempo que demande la recuperación y desintoxicación psíquica- corporal. 
“Muchas de las enfermedades vienen acarreadas por el estrés, ya que las personas están acostumbradas a vivir a mil por hora. Entonces, además de ofrecerles alternativas para que aprendan a modificar su forma de vida, también les brindamos herramientas desde la psicología, que se basa en que lo que nos enferma es el pensamiento exigente, esa forma de pensar tan rutinaria que no nos permite descansar ni por un segundo”, explicó Eneco.
Los pacientes tienen dos clases al día -al mediodía y a la noche- en la que aprenden hábitos de alimentación saludable, psicología de bienestar psíquica y sobre todo se les enseña a reducir el uso de fármacos, ya que la corriente de higiene vital está relacionada con la teoría de que el cuerpo humano debe reponerse por sí solo, sin necesidad de incorporar desde afuera otras sustancias que podrían alterar su funcionamiento, según explicaron los dueños de casa.
“La higiene vital es una corriente que hace hincapié en el reposo. Se le enseña a la gente a vivir de otra manera, ya que el cuerpo se recupera a través del descanso”, expresó Eneco. Por lo general atendemos pacientes que consumen muchos fármacos al día por distintos problemas de salud. Nosotros les enseñamos que la curación es un proceso que tiene que hacer el propio cuerpo por dentro en vez de usar fármacos, porque existe una creencia errónea de que el remedio cura  cuando en realidad el cuerpo necesita descansar y recuperarse por sí solo”, agregó.
 Además de hacer hincapié en el reposo constante, enseñan a los pacientes a mejorar hábitos alimenticios a través de una rutina de desintoxicación a la que acompañan con videos y textos educativos presentados en las clases. “Aquí vienen a darle descanso al aparato digestivo, entonces proponemos días de reposo. Básicamente les brindamos frutas y verduras por lo general crudas”, explicó Eneco.
En el primer día de estadía se consumen vegetales y frutas en platos de ensalada. En la segunda jornada solamente se beben  jugos. Ya para el tercer día se hace un ayuno de 24 horas, en el que sólo se puede beber agua.
Luego del tercer día, se vuelve a beber jugos y en la siguiente jornada se incorpora la comida sólida. Así, la escala vuelve en aumento.
Entonces, “se produce un descenso en la incorporación de alimentos hasta llegar a la nulidad. Una vez en cero, se vuelve a ingerir nutrientes”, refirió Mamen.
 La mayoría de las personas que se atienden logran cambiar sus hábitos, otros tantos vuelven a recaer en la rutina, pero cuando se sienten mal, vuelven a Opaybo a recuperarse, comentaron los anfitriones.
“Aquí hacemos hincapié en que el cuerpo no es una máquina al que se le puede manipular desde afuera con medicamentos y que la curación es un trabajo que se debe hacer desde adentro, por eso le damos importancia al reposo. El cuerpo trabaja más cuando se está quieto”, destacó Eneco.
En cuanto a las personas que vienen a internarse al lugar, se acercan para poder aprender a controlar sus enfermedades crónicas con la finalidad de evitar la medicación.
Finalmente, “tenemos que aprender más en preferente, en relajarnos. Debemos tomarnos la vida con mayor tranquilidad. Es lo que queremos transmitir a los huéspedes”, destacó Eneco.
Además del alojamiento enfocado en el reposo y el descanso constante, en la escuela se realizan actividades de relajación, siempre que el paciente quiera participar. Fangoterapia, masajes descontracturantes, estiramiento, caminatas al aire libre y yoga son algunas de las actividades más requeridas por el turista.

Testimonios
Marta es oriunda de Jardín América y se alojó durante una semana en Opaybo. En diálogo con este matutino, habló acerca de su experiencia en la escuela de salud.
 “Es un lugar en el que aprendemos cosas muy importantes. Todo lo que nos enseñan tiene fundamentos científicos, y sinceramente la experiencia es muy enriquecedora”, expresó. “Yo vine tomando seis medicaciones diarias, las que abandoné desde que comencé el tratamiento. Pero me siento bien, mejor que antes incluso”, agregó.
 En esa línea, Cristina viajó desde buenos Aires hasta la localidad de Leandro N. Alem para alojarse en Opaybo, por recomendación de unos amigos. “El tratamiento de desintoxicación es fácil de superarlo, la estadía es muy amena y uno se siente relajado, liviano y sobre todo tranquilo”, comentó entusiasmada.
Asimismo, Pedro, oriundo de Buenos Aires destacó que es la tercera vez que se aloja en Opaybo y, gracias al tratamiento, pudo dejar los fármacos que consumía. “Sinceramente, el tratamiento es muy efectivo y uno sale renovado de la escuela de salud”, expresó.
 En tanto, desde Opaybo aseguran que la mayoría de los pacientes que se internan en la casa de reposo logran modificar sus hábitos en cuanto a alimentación y bienestar mental.
“Es relativa la recuperación. La gran mayoría de los pacientes aplican lo aprendido una vez que salen de la escuela de salud y logran sobrellevar sus vidas de una manera más sana y tranquila, incluso sin medicamentos”, explicó Eneco. 

Características del lugar
En cuanto a las condiciones edilicias, la vivienda cuenta con habitaciones, cocina, comedor, sala de estudio y baño en donde los huéspedes y dueños de casa comparten la estadía. Está ubicada en un predio de 25 hectáreas, alejada de la ciudad.
Tiene un pequeño lago construido artificialmente y un arroyo cercano a la vivienda. Predomina la vegetación y la naturaleza, ya que hay todo tipo de árboles, arbustos y flores dispersos por el predio para que el paciente se sienta a gusto, en un ambiente que amerita al descanso y la relajación.
Por semana, se hospedan hasta doce pacientes. El tratamiento dura seis días, y tiene un costo de 6 mil pesos. Pero quien necesite continuar su estadía en Opaybo, puede reservar el turno, pagando por día.  
Se trata de un espacio para descansar y reposar el cuerpo y la mente. Se aprenden nuevos hábitos que buscan mejorar el estilo de vida.
De todas maneras, “todo depende del paciente. Si tiene ganas de mejorar su vida y sentir bienestar es necesario que incorpore lo aprendido una vez que regrese a su rutina diaria”, explicó Mamen quien se encarga de las actividades durante la estadía.

Termas de la Selva, el espacio de uso terapéutico en Oberá

Las termas funcionan con agua extraída del Acuífero Guaraní.
En el Parque Termas de la Selva que funcionan en la Capital del Monte, sostienen que el termalismo es una herramienta capaz de mejorar la calidad de vida de las comunidades locales y de los visitantes, teniendo presente que se transforma en un instrumento dentro del campo de la prevención, curación y recuperación de la salud y el bienestar.
Muchas personas eligen llegar hasta Oberá para disfrutar del agua, sus propiedades y beneficios: “Muchísimos turistas de diferentes edades y lugares vienen a disfrutar. Principalmente, se alojan delegaciones de jubilados y deportistas. Tenemos reservas cubiertas siempre”, manifestó a El Territorio, Augusto Ramírez, gerente de las termas de Oberá.
Las piletas y duchas con agua extraída del acuífero guaraní, un caudal hipertermal, tiene temperaturas que oscilan entre los 47 y 50 grados centígrados, con propiedades  curativas y regenerativas entre otras. 
“Entre las características, destacan la calidad del agua de Oberá con acciones específicas sobre la piel: ricas en cloruro, sulfato, flúor, calcio y sodio, todos con beneficios para la piel”, destacó Ramírez.
Además de las aguas termales, el espacio ofrece una amplia variedad de actividades que también contribuyen a la relajación y el descanso. En las Termas de la Selva se realizan circuitos de actividad física como las caminatas por senderos y la plaza saludable.
En cuanto a los costos del servicio varían dependiendo si el beneficiario es extranjero o residente de la provincia. También se tiene en cuenta la edad del turista alojado. Las tarifas oscilan entre los 90 y 150 pesos por jornada. 

Proyecto Nacional
Desde la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (Amhbra), informaron a los responsables del consorcio de las termas que en la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados de la Nación analizan el proyecto de ley para declarar el “uso terapéutico de las recursos naturales” al Parque Termal de Oberá. La propuesta contempla la incorporación del uso terapéutico de las aguas termales, proveniendtes del acuífero natural,  dentro de las prestaciones del Sistema de Salud, a fin de mejorar la calidad de vida de la población.
El objeto del proyecto es que se contemple la cobertura del tratamiento con aguas termales prescripto por un especialista como una alternativa terapéutica para llevar adelante las prácticas que mejoren la calidad de vida de los pacientes y obtener resultados similares a los conseguidos con medicamentos. 

Articular la salud física y emocional

El Centro Adventista de Vida Sana (CAVS) recibe todo el año a visitantes de distintas latitudes del mundo que buscan, en medio del descanso, un tratamiento que les permita una mejor calidad de vida.
Desde hace un siglo, Villa Libertad, ubicada sobre la ruta provincial 225 a 6,5 kilómetros del centro de Alem, tiene uno de los asentamientos del credo adventista más grande del país.
 Actualmente, el Centro de Vida Sana posee canchas de tenis, básquet, piletas de natación al aire libre y cubierta, entre tantas otras instalaciones en las que ofrecen alternativas que se dividen en tres programas: pérdida y control de peso, terapias antiestrés y desintoxicación que se enfoca en distintas adicciones.
En diálogo con El Territorio Alejandro Cesano, director de Cavs Villa Libertad, explicó que las actividades están cronometradas y organizadas de antemano. “Comienzan a las 6.30de la mañana, se toman los signos vitales de todos los residentes y  se practica una hora de ejercicio, pactado de acuerdo a la condición de cada uno”.
 Luego, “se sirve el desayuno e iniciamos el circuito que contiene sesiones de kinesiología, pilates y charlas individuales con nutricionistas y médicos”.
En el transcurso de la mañana,  también se brinda una hora de masaje, hidroterapia y sauna hasta llegar a las 12.30 cuando se sirve el almuerzo.
Luego de un breve descanso, a partir de las 15 “comienzan los talleres de alimentación y cocina saludable”. Se brindan clases de aqua gym, y sesiones de hidroterapia, con masajes, sauna, vapor, fricción con sal y otros tratamientos hasta que cada uno vuelve a su habitación a cambiarse y volver al salón principal para la cena donde siempre tenemos alguna actividad lúdica, música y entretenimientos”, explicó Cesano.
Además, el programa incluye entrevistas con todos los profesionales que actúan de acuerdo al programa y se un chequeo médico.
Cesano destacó que hay 17 habitaciones para los visitantes que mayormente provienen de Buenos Aires, Asunción, Resistencia, Corrientes y de la capital provincial.El centro funciona todo el año y “tenemos un promedio de 15 personas a diario” agregó.
La propuesta terapéutica radica en “identificar factores estresantes, conductas que propician la ansiedad y la superación de la angustia”, explicó Cesano.
“Todo esto con la alimentación y las actividades acorde al tratamiento”, culminó. 

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