2018-12-12
Los Cerbin reescriben su historia familiar
Por Agustina Rella sociedad@elterritorio.com.ar
Y en un país tan extenso como Argentina, es común que las familias se hayan ido dispersando con el tiempo, por lo que rastrear el origen no siempre es una tarea simple.
En este sentido, los Cerbin protagonizan una historia con vaivenes dignos de una película, que define una de sus etapas, en un gran encuentro de primos que se desarrolló el sábado en Leandro N. Alem.
En la actualidad se logró armar hasta nueve generaciones, que si bien aún resta oficializar con documentos, tiene nombres de los ancestros desde finales de 1700.
Unión de primos
La unión de este grupo de primos, que llegaron a Leandro N. Alem desde algunas localidades cercanas como Bonpland, Eldorado, Gobernador Roca, Buenos Aires, Brasil y hasta de Chile, nació a partir de la búsqueda de un misterioso maletín de los bisabuelos que contenía los pasaportes y otros papeles históricos e importantes.
Lo googleo y encuentro que tiene rasgos parecidos a mi Opa, fue fascinante. Me la jugué con mi corazonada, dicen que la sangre tira”, arrancó contando Sany, que vino desde Buenos Aires para el encuentro.
“Nos llevamos la sorpresa de que el pasaporte es polaco, en el maletín toda la documentación está en ruso y nosotros somos alemanes. Es el día de hoy que estamos en plena investigación para entender nuestro linaje”, agregó.
En diálogo con El Territorio contaron que Catalina, Gustavo y cinco de sus ocho hijos (tres nacieron en Argentina) llegaron a Misiones en 1925, en barco. De Posadas fueron a Eldorado y como allí ya escaseaban las tierras para trabajar, volvieron a Santa Ana y en carro se trasladaron hasta Bonpland para asentarse definitivamente en Alem, que en ese entonces se llamaba Colonia Mecking.
A dos kilómetros de la ciudad de la Navidad se encuentra hasta hoy la chacra donde los Cerbin originarios vivieron hasta sus últimos días. Hoy el campo está en manos de otra familia pero todavía se erige la casa que los bisabuelos levantaron.
Valores de la fe y el amor
Según detalla Iris Haase (hija de Elsa), que hoy vive en Eldorado, Gustavo Cerbin tuvo que pelear en la Primera Guerra Mundial, mientras su mujer y niños esperaban en casa.
Prácticamente desesperanzada la mujer va a la estación de trenes, quizás en busca del soldado, quizás pensando migrar con los niños y milagrosamente se encuentra con su amado. Allí deciden venir a la Argentina. “Eran personas muy humildes, muy trabajadoras”, alegó Iris.
Hoy los primos encuentran inspiración en esa historia de trabajo, fe y sacrificio y en una velada por demás emocionante, los primos afirmaron que la reunión se hará periódicamente.
Es así que los primos prometen tener juntada para rato y de esa manera tener un encuentro no sólo para compartir experiencias y similitudes sino también para poder seguir descifrando su linaje.
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