2018-09-11
Lo esencial es invisible a los ojos
De repente, la cámara tomó dos plateas del Allianz Parque. En ellas se encontraba una señora y un chico, un garoto que, averiguación mediante, se supo que tenía 11 años. En primera instancia, nada fuera de lo común, una postal de una madre y un hijo con la camiseta del club local. Sin embargo, se trataba de Nicolás, un niño ciego que iba a la cancha con su mamá, una suerte de radio portátil del corazón que le iba relatando el partido segundo a segundo... Y sí, ya lo dijo El Principito: lo esencial es invisible a los ojos...
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