2018-08-13
Ser pobre en Cruce Caballero: entre las letrinas y la escasez de agua
La zona poblada se sustenta básicamente mediante un aserradero y actividad agrícola. El principal motivo de pobreza lo relacionan al inconcluso pavimentado de la ruta nacional 14.
Al lugar llegaron los primeros moradores un par de años más tarde luego de que se fundara la Capital de la Araucaria. Las casas, en su mayoría, son precarias, de madera o chapa de cartón, y se utilizan como sanitarios las letrinas. Muchos trabajan en el aserradero CruceCa o bien se dedican a cultivar sus pequeñas chacras.
Unas 300 familias son usuarias de energía eléctrica y logran comunicarse mediante un servicio de internet inalámbrico, ya que la señal de telefonía móvil es prácticamente nula. Cuentan con escuela primaria y secundaria como así también un Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps). En lo que respecta a una red de agua, existen pozos perforados que constantemente presentan desperfectos dejando a toda la comunidad sin agua.
La vulnerabilidad en toda su esencia es sufrida por una familia que hace cuatro años se estableció en Cruce Caballero. Se trata de Ramón Helen (29) y Julia De Sosa (28), ambos son indocumentados lo que les impide realizar cualquier tipo de trámites, gestiones y conseguir trabajo. La familia está compuesta por cinco hijos, de entre 1 y 11 años.
La supervivencia la ganan diariamente realizando todo tipo de changas y tarefa. En el pequeño terreno, cedido por la madre de Julia, plantan alguna que otra hortaliza y crían gallinas, con ello logran reunir para los platos de comida con los que deben contar por día. El principal problema, que hace un tiempo, la pareja lucha por solucionarlo, tiene que ver con el DNI. El principal inconveniente tiene que ver con la burocracia y la falta de recursos económicos para viajar cada vez que desde el Registro de las Personas, requieren su presencia en Posadas y así dar continuidad al trámite.
De Sosa explicó su situación: “Mi DNI estoy haciendo, una vez que llega el negativo tengo que viajar a Posadas, es muy difícil, porque vivimos de las changas, y hay días apenas nos alcanza para comer, no tengo plata para ir a Posadas, yo si puede tener mi documento puedo hacer la asignación y eso nos ayudaría mucho, si tengo el mío puedo hacer el DNI de mis hijos más grandes”.
En una casa que se cae a pedazos, sin las mínimas comodidades, con letrina, intentan que la miseria no quite la fuerza y deseo de estar mejor.
El sueño de la ruta 14
El asfalto de la ruta nacional 14 siempre fue incertidumbre. Cuando el pueblo comenzó a crecer, llegaron los primeros relevamientos, trazados y notificación a los moradores de que por allí atravesaría la ruta nacional 14, que permitiría una comunicación terrestre que uniría con pavimento a San Pedro y Bernardo de Irigoyen. Esta noticia causó un revuelo entre los habitantes y fue cuando varios, abandonaron el lugar domiciliándose en otra localidad o retirados en alguna chacra. Pasaron los años, y ante el nulo trabajo para asfaltar la arteria nacional, la gente volvió poblar, en ese tramo, las márgenes de la 14.
El asfalto de la ruta nacional 14 siempre fue incertidumbre. Cuando el pueblo comenzó a crecer, llegaron los primeros relevamientos, trazados y notificación a los moradores de que por allí atravesaría la ruta nacional 14, que permitiría una comunicación terrestre que uniría con pavimento a San Pedro y Bernardo de Irigoyen. Esta noticia causó un revuelo entre los habitantes y fue cuando varios, abandonaron el lugar domiciliándose en otra localidad o retirados en alguna chacra. Pasaron los años, y ante el nulo trabajo para asfaltar la arteria nacional, la gente volvió poblar, en ese tramo, las márgenes de la 14.
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