2018-02-28

Ni verdad, ni justicia

En estas horas probablemente se escriban las últimas líneas sobre uno de los crímenes más graves registrados en Misiones y nunca esclarecido. El 28 de febrero de 2008, hoy hace diez años, el administrador aduanero Gabino Sánchez era asesinado por un sicario al llegar a su casa de Bernardo de Irigoyen. El profesionalismo usado por el killer fue lo único que parece haber quedado claro de aquel homicidio en todo este tiempo de investigación. El asesino aguardó al aduanero en la casa. Lo interceptó cuando bajó de la camioneta y lo ejecutó dentro del living de un solo disparo. No robó nada. Todas las versiones que circularon después, por esa extraña costumbre que persiste en este país de investigar primero a la víctima, terminaron demostrando, sin embargo, que Sánchez fue asesinado por su trabajo. De hecho, es la única hipótesis que perdura en la memoria colectiva de Bernardo de Irigoyen. Sánchez llegó en 2007. Y en los primeros meses de trabajo descubrió varias irregularidades en la exportación de granos a Brasil y de otros productos (millonarios cargamento de ajo y cebolla), que eran manejados con prestanombres y con documentos falsificados. También se habla de que habría descubierto otros delitos de frontera más graves, de los que se sabe poco y que sin embargo podrían haber terminado en el homicidio. Lo concreto es que el crimen nunca fue esclarecido. (Pág. 21)
Hoy se cumplen diez años del caso, el plazo que marca la prescripción de la investigación. Sin justicia, y ni siquiera verdad para la familia que sigue esperando. Si no ocurre alguna acción judicial que decida la continuación de la investigación, el caso se cerrará hoy. Y el expediente registrará una última palabra en la última página: archívese.

Por Roberto Maack
Jefe de Redacción
rmaack@elterritorio.com.ar