2009-09-22

Mujer y hombre, rumbo al ginecólogo y al urólogo

Tanto el hombre como la mujer, deben someterse a estudios médicos, con cierta periodicidad, para comprobar el buen funcionamiento de sus aparatos genitales y vías urinarias, poder chequear órganos que están relacionados directamente con el ejercicio de su sexualidad.
En las múltiples actividades que encara la mujer en la actualidad, tomando varios roles de importancia vital; una de las cuestiones que descuida, muchas veces con la excusa de la falta de tiempo, es el control médico, única manera de detectar precozmente enfermedades, “detección que funciona como una vacuna” para evitar distintos tipos de cáncer: de cuello de útero, ovarios, de mama o de vulva, entre otras patologías, que si son diagnosticadas de manera temprana, se cuenta con muchas más chances de vencerlas. A su disposición, como armas estrategias, se encuentran Papanicolau, Colposcopía, Mamografía, por citar algunas principales.
 Las consultas ginecológicas deberían ser anuales, pero esto solo lo cumple el 25 % de las mujeres. La mayoría se acerca al especialista sólo cuando detecta algún padecimiento, pero no de manera preventiva.
Pasando a la vereda de enfrente, en los varones las patologías más frecuentes de la próstata son la Hipertrofia Prostática Benigna o Adenoma de la próstata y el Adenocarcinoma de la próstata (cáncer de próstata).
Si hablamos de la Hipertrofia Prostática Benigna (H.P.B); existe, en una primera etapa, tratamiento con medicamentos, pero cuando la obstrucción al tracto urinario de salida no mejora o existen complicaciones (infecciones, sangrado, formación de cálculos vesicales, insuficiencia renal, etc) se indica el tratamiento quirúrgico: a cielo abierto o por vía endoscópica transuretral, RTU o Láser. En este caso, el urólogo lo esperará en el consultorio para una entrevista sobre antecedentes, síntomas, y le realizara un análisis de sangre denominado Antígeno Prostático Específico (PSA) y, si fuera necesario, un tacto rectal y otros exámenes como ecografía, cultivo de la orina.

Modales, la mujer primero
Javier Del Longo, especialistas en Ginecología; instructor  de cirugía laparoscópica y uroginecológica, mínimamente invasiva, recomienda que “es siempre importante seguir la indicación del ginecólogo de cabecera, pero, no obstante, existen recomendaciones acerca del screening ginecológico” y los enumera “el papanicolau, colposcopía y mamografía”
El papanicolau detecta en forma temprana “alteraciones del cuello del útero, que posteriormente pueden llegar a convertirse en cáncer, aunque el papanicolau no es un examen que haga un diagnóstico definitivo, solo selecciona un grupo de mujeres que tienen la posibilidad de estar iniciando una enfermedad que las conduzca después de un largo tiempo a tener un cáncer cervicouterino”.
Entre los exámenes complementarios, para tener un diagnóstico definitivo, se utiliza y coloca un espéculo, para tomar una muestra de células, que luego se envía al laboratorio de anatomía patológica para ser analizado. “Para que la muestra sea satisfactoria es necesario cumplir ciertos requisitos: no estar en el período menstrual, no haber mantenido relaciones sexuales las 24 horas anteriores y  no haberse aplicado ningún tratamiento médico vaginal (óvulos o cremas), durante las últimas 48 horas” explica Del Longo y recomienda su práctica a toda mujer de 20 años o más, sin excepción, y las menores de 20 años que hayan mantenido relaciones sexuales; esto no quiere decir que estén exentas las mujeres que aun no las hayan tenido.
Para incrementar aún más la especificidad del método, se efectúa una colposcopia. “Es un examen visual especializado del cérvix, la vagina, y algunas veces de los labios vaginales externos o la vulva, a través de un instrumento que se asemeja a unos binoculares montados sobre una base denominado colposcopio, ayudando a identificar cambios casi imperceptibles”.
En cambio, para la detección precoz del cáncer de mamas, Del Longo manifiesta que “no existe un test que permita detectar la enfermedad en un estado precanceroso, por esto, a lo que más podemos aspirar es a pesquisar lesiones iniciales. Los resultados del tratamiento del cáncer de mamas dependen en gran medida del tamaño de la lesión al momento de realizarlo. Existe un quiebre importante en cuanto a la sobrevida y calidad de ésta cuando el cáncer es descubierto antes de que mida 2 centímetros”.
Entonces, para el diagnóstico precoz, se investiga mediante mamografías; examen clínico de mamas realizado por el especialista y el auto examen de mamas.
“La mamografía es un tipo específico de imágenes que utiliza un sistema de dosis baja de rayos X para examinar las mamas. Las mujeres que se la realizan periódicamente, reducen hasta un 50% los riesgos de cáncer de mamas; después de los 40 años, una vez cada dos años, y después de los 50, una vez cada año; aunque la primera mamografía puede  efectuarla a los 35”.
Finalmente, es importante saber que no se deben realizar este examen: las mujeres que estén embarazadas, las que estén amantando y las menores de 35 años, a menos que tengan antecedentes familiares de cáncer de mamas.

Modales, detrás el hombre
Raúl César Angeloni, médico cirujano, especialista en Urología, recomienda realizar controles de la próstata a quienes cuenten con antecedentes familiares de enfermedades de la próstata (padre, abuelos, tíos o hermanos); a partir de los 45 años. “Los que no tienen antecedentes lo deben hacer a partir de los 50 años; para ver si se hallan patologías más frecuentes como hipertrofia prostática benigna (HPB) o adenoma de la próstata y cáncer de próstata”.
Una de las preocupaciones frecuentes, es saber si el ataque a la (HPB), cuando es inevitable el tratamiento quirúrgico (o a cielo abierto o por vía endoscópica transuretral, RTU o Láser), es saber si afecta las erecciones, por ende las relaciones sexuales, Angeloni detalla que “en la gran mayoría de los casos no influye, lo que habitualmente se modifica es la eyaculación, produciendo un fenómeno conocido como retroeyaculación, es decir que el semen se emite pero en lugar de salir al exterior va a la vejiga. Este fenómeno no afecta, normalmente, la calidad del orgasmo masculino”.
Yendo directamente a uno de los miedos mayores, padecer cáncer de próstata; Angeloni brindó amplias esperanzas. “Tiene tratamiento en todos los estadíos de la enfermedad, en los tramos iniciales el tratamiento puede ser curativo y es por eso que insistimos en los controles anuales de las patologías prostáticas. Cuando la enfermedad se encuentra localizada en la próstata, el urólogo podrá indicar como tratamiento una cirugía oncológica llamada prostatectomía radical, o bien se podrá realizar radioterapia externa o el implante de semillas radioactivas en la próstata (braquiterapia). El tipo de tratamiento dependerá de la edad del paciente, grado de malignidad de la lesión y de la extensión local de la enfermedad”. En cambio, en los estadíos avanzados se realiza tratamiento hormonal lo que habitualmente logra frenar el avance de la enfermedad.
También se tomó su tiempo para referirse a la disfunción sexual eréctil (DSE), la incapacidad del varón para lograr y mantener una erección lo suficientemente rígida, que permita una relación sexual placentera. “Existen muchas causas de DSE, entre las más frecuentes se encuentran patologías como la diabetes, hipertensión arterial, alteraciones hormonales, psicológicas, etc. Es por eso que se recomienda la consulta al especialista y evitar la automedicación, dado que con frecuencia esta alteración puede ser un síntoma de otras enfermedades potencialmente peligrosas”.


  • La mamografía es esencial para detectar el cáncer tempranamente. Hay tumores pequeños que el médico no puede detectar, pero sí este examen. Si se detecta a tiempo, y el tumor es pequeño, las posibilidades de obtener un tratamiento y curar son mucho mayores que si el tumor es grande y desarrollado.
  • Antes de ir a realizarse una mamografía, hablar con el médico sobre: cirugías anteriores, uso de hormonas, historia familiar de cáncer de mamas, etc.
  • Es importante realizarse el examen una o dos semanas después del período menstrual, ya que de lo contrario, las mamas podrían estar muy sensibles para someterse al examen.
  • La causa más común de infertilidad masculina es el varicocele, una dilatación varicosa de las venas de los cordones espermáticos, más común del lado izquierdo. Se resuelve quirúrgicamente, existiendo hoy opciones de microcirugía que permiten una rápida recuperación postoperatoria.
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