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Acusado de correr picadas en la Uruguay aseguró que “iba despacio”

jueves 01 de agosto de 2019 | 3:00hs.
Acusado de correr picadas en la Uruguay aseguró que “iba despacio”
Por el momento los dos jóvenes seguirán detenidos a la espera de resoluciones judiciales.
Por el momento los dos jóvenes seguirán detenidos a la espera de resoluciones judiciales.
Los dos jóvenes detenidos por correr una picada en la avenida Uruguay el lunes, carrera que terminó con un violento choque que pudo haber sido una tragedia, fueron indagados e imputados en la jornada de ayer y por el momento seguirán detenidos a la espera de definiciones de la Justicia. 
Como viene informando este medio, el hecho que dio origen a toda la investigación se registró cerca de las 2 de la madrugada, sobre la avenida Uruguay, a pocos metros de su intersección con la calle Florencio Sánchez. 
Los involucrados son Franco Javier M. (21) y Alejandro Gabriel R. (18), quienes permanecen detenidos desde entonces y ayer fueron trasladados dos veces al Juzgado de Instrucción Uno, que dirige el magistrado Marcelo Cardozo. A la mañana designaron abogados defensores particulares y a la tarde completaron la formalidad. 
Franco Javier M. (21) conducía un Renault Clio (dominio NVC-918) y Alejandro Gabriel un Volkswagen Gol (SRA-193) en una carrera a a toda velocidad en la que el segundo terminó embistiendo de atrás a un Hyundai Coupé Génesis cuya conductora, María Soledad Adorno (38), resultó con diversas heridas y fracturas que le demandarán intervenciones quirúrgicas y varios meses de recuperación. 
Según detallaron fuentes con acceso al expediente, el primero de ellos decidió abstenerse de declarar y fue imputado por el delito picadas ilegales. Es que si bien participó de la carrera -su auto estaba preparado para correr-, no se vio involucrado en el siniestro. 
La situación del segundo implicado es distinta, ya que fue imputado por picadas ilegales y lesiones graves en concurso real. Este joven, en tanto, decidió dar una particular versión de los hechos: a grandes rasgos, aseguró que no circulaba a gran velocidad y que el vehículo de Adorno se le cruzó de forma imprevista. 
Esto contradice lo registrado por las cámaras de seguridad de la avenida, una de las más transitadas de Posadas, aunque a esa hora el tráfico era casi nulo. Una de las cámaras, ubicada en la intersección de las avenidas Uruguay y Trincheras de San José, reflejan que ambos rodados utilizaron el semáforo como señal de largada. Es decir que allí se emparejaron a la espera de la luz verde, que los habilitó para salir a toda velocidad. 

El estado de la mujer herida
Sobre la continuidad de la causa, será importante saber cómo evoluciona la mujer herida, que aún continúa internada en el Hospital Madariaga de Posadas. Según manifestaron desde su entorno, en la jornada de ayer sufrió algunas complicaciones, debido a que los tornillos quirúrgicos que le pusieron fueron rechazados por su organismo. 
Todo indica que tendrá que volver a ser operada, pero está vez utilizaran materiales que deberán ser comprados en el exterior. La mujer, como informó este medio, padeció una fractura de fémur, entre otras lesiones, debido al fuerte impacto, que dejó destruido su coche. 
Esos tornillos, según dijeron, tienen un valor de un millón de pesos. 
El abogado Luis Antonio Duarte, en diálogo con Radioactiva, adelantó el martes que se constituirá como querellante particular en la causa en representación de Adorno, quien ese día había abandonado terapia intensiva. Además, impulsará las acciones legales a la compañía de seguros y a los causantes del hecho por daños y perjuicios. 
Adorno iba acompañada de otra mujer, quien resultó ilesa, pero en estos días sufrió ataques de pánico, por lo que está medicada.

Qué dice el artículo 193 bis del Código Penal

Ambos jóvenes están imputados por infracción al artículo 193 bis del Código Penal de la Nación Argentina, el cual establece que “será reprimido con prisión de seis meses a tres años e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena, el conductor que creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo con motor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente”. Sobre este punto, las fuentes explicaron que la situación de los jóvenes es complicada, dado que la figura ya penaliza el mero hecho de participar de una picada, independientemente de qué otro hecho puedan provocar en medio de esa acción. “La ley marca que el sólo hecho de correr una picada ya representa un riesgo y por ello ya está penalizado”, indicaron.

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