Vecinos se quejan por el estado del agua potable

lunes 11 de febrero de 2019 | 5:00hs.
Por Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá

El fin de semana se registraron reclamos por el estado de turbiedad del agua potable que reciben habitantes de diferentes barrios a través de la red local.
En Villa Bárbaro, Villa Stemberg y sectores del centro se escucharon quejas por el color oscuro del vital líquido, lo que sembró temor entre los vecinos.
“Es un asco el color del agua y también tiene feo gusto, a mucho cloro. Estuvimos tres días sin agua y cuando volvió estaba sucia. Primero pensamos que era por el tema de las cañerías, que entró polvo, pero después siguió saliendo turbia todo el día”, reclamó un vecino de Villa Stemberg.
En tanto, realizó el reclamo al sector agua potable de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo), desde donde no supieron argumentar el problema que se extendió a otros sectores de la ciudad.
“Yo tengo un bebé de 15 meses y directamente no podemos prepararle una mamadera con agua de la canilla. Ni siquiera podés lavar la ropa porque queda decolorada por tanto cloro que tiene”, manifestó Javier, vecino de Las Lomas.
Ante este panorama, comentó que la mayoría de los vecinos utilizan el agua de red sólo para al aseo personal y de la casa, porque “para tomar y cocinar tenemos que comprar agua envasada”.
También se escucharon reclamos desde barrios que no están conectados a la red de agua potable y dependen de la asistencia del municipio. 

Vivir sin agua
“Por mi barrio hace dos semanas no pasa el camión del agua. Parece mentira, pero es real y lamentable”, señaló Marisa Dos Santos, vecina del Kilómetro 11.
Asimismo, recordó que a mediados de año los vecinos firmaron un convenio con la Celo para la ampliación de la red, proyecto que sigue en espera.
“Somos más de 50 familias rehenes del agua, porque dependemos que la Municipalidad nos traiga. Para colmo, estamos a metros del Acuífero Guaraní, vivimos sobre agua y no tenemos. No me quiero imaginar lo que será el verano”, subrayó.
La semana pasada, el nuevo intendente Carlos Fernández reconoció que recibieron un parque vial muy deteriorado, que incluye dos camiones cisterna de los años 70 que están parados por fallas mecánicas, lo que retrasa el reparto de agua a los barrios.

Malestar por quema de residuos en predio municipal

Todos los días, a primera hora de la mañana o a la tardecita, una densa humareda avanza sobre un amplio sector de esta localidad, con epicentro en Caballeriza, Villa Lindstrom y Londín.
Se trata de las consecuencias de la quema de ramas y otros residuos que se realiza en el predio de la cantera municipal, una situación varias veces denunciada por los vecinos más afectados.
“La situación es verdaderamente insoportable porque vivimos respirando el humo que nos mandan desde la propia Municipalidad, cuando supuestamente está prohibido hacer quemas. Ya mandamos notas al Ejecutivo y al Concejo Deliberante, pero no tuvimos ninguna respuesta. A lo sumo, un tiempito dejaron de quemar, pero volvieron a hacerlo y es cosa de todos los días”, lamentó Eugenio Bianco, vecino de Villa Lindstrom.
Asimismo, anticipó la intención de contactar a la defensora del pueblo, Patricia Nittmann, para canalizar el reclamo comunitario de varios barrios.
La problemática denunciada por los vecinos se suma a la proliferación de microbasurales en diferentes sectores de la ciudad, lo que potencia el riesgo de enfermedades y contaminación ambiental. Más allá del servicio municipal de recolección de residuos que alcanza a todos los barrios, por comodidad mucha gente tira la basura domiciliaria en espacios verdes y baldíos, incluso cerca de sus propias casas.
Barrios como Cien Hectáreas, Villa Torneus, Tres Esquinas, Villa Cristian y Picada Vieja albergan gran cantidad de micro basurales, los que constituyen verdaderos focos de infección.