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Un verano interminable

domingo 22 de abril de 2018 | 6:00hs.
Una postal de enero en pleno abril. El otoño en Posadas se parece bastante al verano por estos días.
Un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundido ayer advierte que, a un mes del comienzo del otoño, las temperaturas medias se mantienen superiores a las normales en casi todo el país. Y hace un apartado para la capital de Misiones, como una de las más cálidas.
“Durante abril el otoño prácticamente no se ha hecho sentir y las temperaturas se mantienen muy por encima del promedio normal para la época. Si bien habrá que esperar al final del mes para tener los números consolidados, hasta el momento hay fuertes indicios de que abril 2018 se convertirá en el más cálido de la historia”, expresa el informe.
La anomalía promedio a nivel nacional ya supera los 2,6 grados, y resulta altamente probable que el presente mes quiebre el récord de calor registrado en abril de 1970, que estuvo 2 grados por encima del promedio.
Y hay una amplia zona del Centro y Noreste del país (que incluye Misiones) que presentó anomalías superiores a los 3 grados. Tanto la temperatura máxima media como la temperatura mínima media han presentado un comportamiento anómalo similar, con desvíos muy significativos, plantea el equipo de estudiosos del SMN.
Localidades como Posadas, Corrientes, Paso de los Libres y Ciudad de Buenos Aires son las que más están sintiendo esta persistencia de temperaturas propias de la temporada estival.
La provincia de Misiones, y sobre todo Posadas, cierra una semana con temperaturas máximas de 36 grados por la tarde.
Al pronunciado calor se suma la escasez de lluvia, la alta humedad y la formación de viento norte, todas condiciones que afectan a la producción agrícola y auspician la proliferación de vectores y otras plagas.
Acerca de este verano extralargo, especialistas consultados coincidieron que “el cambio climático ya llegó y que sus efectos son negativos para el ambiente, para la naturaleza en su conjunto y para los humanos”.
Algunas de las consecuencias del calentamiento global se están experimentando en la actualidad, pero “se vienen otros fenómenos que tendrán lugar en el largo plazo y para la que las autoridades deben prepararse”, dijo el meteorólogo Fabio Cabello, director de la Oficina de Prevención Ante Desastres Naturales (Opad) municipal.
“Celebro que el SMN publique estudios sobre el clima que nos permitan ver las variaciones y poner en perspectivas su comportamiento, podemos ver que para Misiones estamos teniendo un otoño inusualmente seco y con temperaturas medias elevadas”.
Refirió que lo que sucede en la provincia no es ajeno a la situación del país y del mundo en materia climática: “Venimos de un 2017 que fue el año más caluroso en Argentina, también 2016, 2015, 2013 fueron subiendo la temperatura media”, contextualizó.
Así, en el presente abril se midió una temperatura media de 25,5 grados, cuando la normal es de 24.
Hay 1,5 grados por encima del valor de referencia y sólo llovió 0,4 milímetros, cuando lo esperable para el mes es 160 milímetros.
Cabello indicó que el otoño pasado la provincia hizo frente al fenómeno del niño costero, por lo que fue en extremo lluvioso para Misiones y toda la región.
“En la provincia vienen aumentando la temperatura y las lluvias, que es algo razonable, porque cuando tenemos mayor temperatura en la atmósfera se acumula más agua que precipita en forma de lluvias”.
Este desequilibrio en la naturaleza tiene su origen en la excesiva concentración de gases en la atmósfera, fenómeno llamado efecto invernadero, producto de la actividad humana. Su causa es el calentamiento global y el cambio climático, y estos tres conceptos están estrechamente relacionados y se retroalimentan.  
Este cambio -dijo- tiene consecuencias muy particulares según la geografía, pero la mayoría de estos efectos son negativos para la vida.
“En Misiones tenemos como consecuencia del cambio climático, una tropicalización del clima, con inviernos muy suaves, gran actividad eléctrica en la atmósfera lo que produce rayos, eventos de tormentas severas ráfagas, pérdida de la producción agrícola, anegamiento de ciudades, proliferación de vectores y aumento de las enfermedades que transmiten”, enumeró.
Y reflexionó: “Todo esto conlleva más gasto en salud pública porque ya tenemos la leishmaniasis, el dengue, tenemos las enfermedades del caracol y las plagas. Sin temperaturas frías en el invierno, al llegar la primavera tenemos dos colonias de vectores, las que no se pudo eliminar y las nuevas, esto fue un poco el detonante del brote de dengue en 2016”.
Y se anticipó: “Sabemos que no hay políticas públicas a largo plazo para la gestión de riesgos de desastres naturales, pero es cada vez más necesario que en los puestos de toma de decisiones e investigación estén los científicos, los investigadores, porque pareciera que hablar de esto no es urgente, pero sí lo es, es de vital importancia que el país y nuestra provincia se ocupen seriamente de los efectos nocivos del cambio climático”.
Justamente el calentamiento de la tierra y sus consecuencias serán el tema de un seminario. El próximo viernes 11 de mayo, Fabio Cabello presentará su investigación sobre las causas y efectos del cambio climático.   
Por otra parte, la falta de agua en el suelo y la alta temperatura malograron algunos cultivos sensibles a los extremos del clima.
Desde la Asociación de Ferias Francas Posadas detallaron que “la seca afecta bastante las verduras o acelera el crecimiento y como resultado tenemos un fruto más pequeño o de menor calidad, los productores están trabajando con sistemas de riego y con media sombra para evitar que las verduras se quemen”.

Víboras bien despiertas
La demora del frío, además, tiene otras derivaciones como la perturbación del orden de la vida silvestre. Especies que deberían prepararse para invernar en lugar seguro todavía están en plena actividad, como las serpientes y los vectores de enfermedades transmisibles al hombre.
Roberto Stetson, jefe del Programa Animales Venenosos de Salud Pública, recomendó mantener la limpieza de patios y al interior de las viviendas en la zona urbana, mientras que los trabajadores rurales deben estar equipados con botas, pantalones largos y camisas de manga larga, también sombrero.
De esta manera, se previenen accidentes con alacranes, arañas, serpientes y orugas venenosas.
“Con sensaciones térmicas que se acercan a los 40 grados y el viento norte de la pasada semana, es esperable que el bicherío se ponga loco y se mantenga muy activo”.
El especialista refirió que para las especies de importancia médica, es decir, las que tienen veneno, “la ausencia de frío favorece que sigan con el ciclo de reproducción y no hay enemigo para sus huevos, los vectores casi no se mueven en invierno pero si el verano se alarga estamos en riesgo de que aparezcan enfermedades como el dengue y otros, las orugas urticantes también se las puede encontrar en árboles y patios de las casas, hay escorpiones y víboras desplazándose como en enero o febrero”.
Continuó: “Somos la provincia con más alto índice de mordeduras de ofidios, son entre 250 a 300 casos al año, por eso es importante que tanto los médicos como la población en general sepa del manejo de estos animales o qué hacer ante una picadura”.
El programa a su cargo realizó capacitaciones en toda la provincia para que los médicos puedan diagnosticar el envenenamiento según la presentación del cuadro clínico.
“Hoy, con este calor, tenemos a estos animales desplazándose, buscando alimento; si bien el cambio de clima no impacta en su comportamiento, sí hace que se muevan de día y por ello, puede haber encuentros y accidentes con ofidios más frecuentes”.
Desde la Dirección de Alerta Temprana precisaron que se espera que durante los primeros días de mayo tengan lugar los primeros eventos de frío moderado y se dé inicio a la temporada de lluvias.
En cambio, hasta el final de abril habrá pocas lluvias y clima caluroso, hoy para el sur y centro hay  probabilidad de chaparrones.

Guachiturras, taturanas y yararás
La asociación de rescate de fauna silvestre Yarará en Acción lleva semanas alertando sobre la aparición de serpientes venenosas e inofensivas y variedad de orugas urticantes en Posadas. Amado Martínez, fundador del espacio, sostuvo que el calor “es una invitación a que se muevan y se dan los encuentros con personas, por suerte la gente cada vez más toma conciencia y no los mata sino que averigua si son peligrosos y piden ayuda”. Esta semana dio a conocer el caso de un niño de 8 años que fue hospitalizado tras el roce de una oruga taturana en Mojón Grande.
Por Silvia Godoy
interior@elterritorio.com.ar
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