Un magro botín y un celular delator, el final para cuatro asaltantes

sábado 09 de junio de 2018 | 6:00hs.
Los delincuentes ingresaron por la calle Neuquén.
Los delincuentes ingresaron por la calle Neuquén.
Posadas se vio totalmente convulsionada ayer, luego de un violento robo a la empresa embotelladora Ivess y la posterior detención por parte de la Policía de Misiones de cuatro sospechosos, a quienes atraparon frente a la Terminal de Ómnibus con lo que sería gran parte del botín sustraído, además de otros elementos clave en la investigación. Todo ocurrió en menos de media hora y hasta el cierre de esta edición había un quinto implicado prófugo.
Se trata de una banda correntina -con direcciones en Santo Tomé- , cuyos miembros al momento fueron identificados como Rodolfo M. (27), Juan Ezequiel T. (33), Antonio S. (24) y Jesús Nazareno G. (31). No obstante, al menos uno de ellos viviría en Posadas, donde tiene familia, y estudiaría frente al local asaltado, que está ubicado sobre la avenida Rademacher casi calle Neuquén, en una casa de estudios superiores.
Según pudo reconstruir este medio en base a diversas fuentes ligadas a la investigación, los hechos empezaron a desarrollarse pasadas las 11 de ayer, cuando un Renault Logan con chapa patente (JOR - 148) ingresó por el depósito que da a la calle lateral.
Allí bajaron tres sujetos -se quedó el conductor-, todos armados, vestidos con camperas rojas y con la cara descubierta, aunque en las imágenes de las cámaras de seguridad a las que tuvo acceso este medio se los ve que intentan cubrirse con sus ropas.
La situación entonces fue de total desesperación por parte del personal, según confió una de las principales damnificadas, ya que empezaron las corridas y la violencia.
Una de las personas que trabajaba en el depósito alertó sobre la presencia de los delincuentes y muchos de los empleados terminaron saliendo por la puerta principal, que da a la avenida. “Cuando vimos pasaron varios corriendo y otros quedaron reunidos acá en frente”, relató una comerciante a 50 metros del lugar.
Fueron dos jóvenes mujeres quienes quedaron dentro, escondidas en una oficina. Los delincuentes las encontraron y le exigieron dinero a los golpes, los cuales quedaron marcados en el rostro. Los foráneos se hicieron con una suma cercana a los 150.000 pesos de la empresa y le sacaron poco más de 8.000 a una de las trabajadoras, además de un celular perteneciente a la empresa.
Y ese aparato, sumado a la rapidísimo trabajo de la Policía, fue lo que terminó por ponerlos tras las rejas.
Los delincuentes huyeron en el mismo vehículo y los efectivos de la Comisaría Tercera, Policía Científica y Cibercrimen fueron los primeros en tomar contacto con la escena, donde recogieron el dato del robo del teléfono como significativo. Es así que inmediatamente pasaron las características de los asaltantes y la ubicación de antena del aparato, que arrojó como lugar de referencia la Terminal de Ómnibus.
Es así que uniformados de Comando Oeste, mediante la coordinación del sistema 911,  llegaron al lugar y, pese a que los sujetos se habían cambiado de ropa, identificaron a un grupo de hombres sospechosos y con mochilas. Y esa perspicacia terminó con la detención de tres de ellos a puntos de abordar un taxi y del cuarto mientras intentaba huir por la avenida Santa Catalina.
Paralelamente a esto, efectivos policiales que hacían patrullajes hallaron en cercanías al barrio Independencia varios objetos que habrían sido descartados por la banda, entre los que se encuentran prendas de vestir utilizadas en el ilícito y la chapa patente del vehículo.
Ayer a la noche, los investigadores estaban seguros que se trata de los implicados, puesto que en su poder se hallaron más de 95.000 pesos, tres armas ( una Browning 9 milímetros, una Bersa 45 y un revólver 38) con municiones, además de un celular y la cartera de una de las empleadas. La requisa de cada una de las mochilas y el conteo del dinero fue hecho en presencia del titular del Juzgado de Instrucción Tres, Fernando Verón, y el jefe de la Policía de Misiones, Manuel Céspedes, quien encabezó todo el operativo.
El procedimiento, que incluyó un increíble despliegue policial distribuido a lo ancho de la avenida, se extendió hasta casi entrada la tardecita, cuando los hombres fueron llevados por separado a diferentes celdas, donde permanecen incomunicados. Podrían declarar el lunes y fuentes judiciales adelantaron la intención de que sean sometidos a un reconocimiento por parte de los trabajadores de la empresa.

Son cinco
Desde un principio, la Policía supo que fueron cinco los implicados, puesto que en las cámaras de seguridad de la empresa se puede apreciar que minutos antes del hecho un hombre frente al estacionamiento del edificio. A esta persona se la vio hablar por teléfono  y mirar para los lados, hasta que ingresó el Logan, cuando se retiró de la escena.
El conductor y - según la hipótesis principal al momento - dueño del vehículo es quien estaría en condición de prófugo. Se habría ido a Corrientes, por lo que ya se establecieron contactos con la Policía de esa provincia. Los investigadores creen que es el propietario debido a que se tomó el trabajo de cambiar las patentes, poniendo luego el dominio original, para no ser ubicado.
Esa persona habría dejado a su cómplices para que se muevan de forma independiente y así no levantar sospechas. Ayer los efectivos de la Dirección de Homicidios estaban indagando en diferentes cámaras de seguridad, para poder identificarlo y, si bien pudieron dar con el coche en varias secuencias, en ninguna se podía apreciar con exactitud la placa, que es de las nuevas.


La plata ya no estaba

Sobre la banda, diversos investigadores consultados consideran que la falla de su plan no tuvo que ver con la falta de logística o inexperiencia de sus integrantes.
Los hombres tenían planificada una fuga tranquila con la división del grupo, el abandono de las prendas de vestir que los identificaban y el cambio de patente, pero cometieron el grave error de llevarse el celular que los puso tras las rejas.
Se cree que estuvieron desde hace varios días estudiando el objetivo y hasta tenían el dato que en la jornada de ayer era día de pago a los empleados. Sin embargo, gran parte del dinero a esa hora de la mañana ya no estaba en la empresa.
Sobre la figura de un posible entregador o datero es hacia donde avanzará también la investigación, aunque todo dependerá de cuanta información revele el único teléfono incautado.
Por ahora, el objetivo principal es capturar al último de los implicados. El único que pudo estar más de media hora en libertad luego de cometer el atraco.
Por Carlos Manuel Cardozo
fojacero@elterritorio.com.ar