Un derivado del cardo reduce la metástasis cerebral
miércoles 13 de junio de 2018 | 2:00hs.
El cerebro es una fortaleza casi inexpugnable. Parte de la
culpa la tiene una estructura llamada barrera
hematoencefálica. Este muro defensivo nos protege frente a
sustancias nocivas y patógenas, pero también se
encarga del transporte selectivo y del metabolismo de elementos procedentes
de la sangre con dirección al sistema nervioso.
En ocasiones, la barrera —formada por células
del endotelio vascular— se ve superada ante el asedio de un ejército de soldados
procedentes del propio cuerpo. En el caso de que se produzcan diversas mutaciones
genéticas en el ADN, las células pueden perder los aceleradores
y frenos que regulan cuándo deben dividirse. Su proliferación
descontrolada y su capacidad de propagarse es lo que conocemos como cáncer.
Cuando estas células forman un tumor maligno —lo que
podríamos interpretar como un golpe de Estado— tratan de dispersarse
por otros lugares del organismo. La diseminación de las células cancerosas
desde el tumor primario hacia tejidos cercanos y órganos distantes se denomina metástasis.
Pese a la función protectora de la barrera hematoencefálica, a veces las
células malignas son capaces de atravesar este muro defensivo y dar lugar a una
metástasis cerebral.
"Las metástasis en cerebro que
se diagnostican proceden en un 80% de un cáncer de mama, piel o pulmón",
explica al medio HipertextualManuel
Valiente, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
de España. Los tumores pulmonares representan casi la mitad de todos
los casos de metástasis cerebrales. Existen otros tipos de cáncer, como el de
esófago, que pueden propagarse de forma puntual en el cerebro.
Sorprendentemente, algunos tumores nunca hacen metástasis cerebrales, como
sucede en el cáncer de próstata. Los científicos aún no saben por qué.
"Hay muchos factores. Las células deben ser capaces de introducirse en
el torrente sanguíneo y de atravesar la barrera hematoencefálica. Las que han
cruzado deben interaccionar con componentes del ambiente para seguir
creciendo", comenta Valiente, experto en metástasis cerebrales. El
pronóstico de estas complicaciones es muy malo; la mayoría de los pacientes solo
sobreviven unos meses. Su grupo publica hoy unos prometedores
resultados en Nature
Medicine, donde demuestran que un derivado del cardo borriquero es
capaz de reducir la metástasis en el cerebro y aumentar
la supervivencia de los afectados.
Las 'quintacolumnistas' que ayudan al cáncer
"Cuando las células cancerígenas salen del tumor primario encuentran un
ambiente muy diferente a donde se han generado. El cerebro ve que algo
no funciona bien y activa sus mecanismos de defensa", describe Manuel
Valiente. Un tipo de células del sistema nervioso, conocidas como astrocitos,
se activan en ese momento para eliminar las células malignas.