“Tratamos de corregir las causas que aún no llegaron a juicio oral”

El fiscal Jorge Francisco Fernández afirmó que la manera de agilizar los trámites es escuchar siempre a las partes y estar en los lugares donde suceden los hechos. Al estar a cargo de una extensa jurisdicción, suele cumplir esa tarea con el juez Roberto Antonio Sena.
Como el caso del magistrado, también Fernández afirmó que intentan corregir aquellos expedientes que no fueron confeccionados como corresponde y están siendo elevados a juicio. De esta manera combina la atención de las causas actuales, con los expedientes que se fueron acumulando en esta dependencia judicial.

Al asumir como fiscal, ¿con qué situación se encontró?
Prácticamente en la misma situación que mencionaba el juez. Tratar de mover las causas que no están, con el compromiso de tratar de sacar adelante las que se puedan, para colaborar con el juez y poder avanzar en las causas. Ofreciendo pruebas, viendo las causas viejas y si es necesario, plantear las nulidades que corresponden para que las causas tengan una marcha correcta y acelerada. Porque en este momento, en el derecho, lo más importante es el principio de la inmediatez. Que todo salga rápido para que las causas que lleguen a destino, que sea lo correcto. Pero también hay mucho atraso y diferencias que existen en los expedientes.

Usted mencionaba que hay muchos atrasos,pero también tiene que lidiar con las nuevas causas . ¿Cómo logra conseguir cierto equilibrio?
El equilibrio es difícil. Trabajamos prácticamente mañana y tarde, en la fiscalía como en el juzgado. Los trámites normales se tratan de llevar adelante dentro de los términos que la ley procesal nos fija y cumpliendo los pasos legales. Ya estamos dando un avance bastante importante en todo el proceso. Eso a pesar de que muchas veces la investigación es lenta, nosotros tratamos de darle el impulso necesario, para que la causa avance.

¿Qué pasa cuando un proceso de investigación resulta con pocos elementos? ¿Estima que se complicará cuando se eleve a juicio oral?
En mi caso entiendo como fiscal en la causa en juicio oral y correccionales de hasta seis años.
Es verdad la falta de pruebas que son necesarias para llegar a la verdad; esas faltas complican al fiscal en el momento de la acusación. Pero tratamos de corregir esas causas que no llegaron a juicio y van a llegar. Tratamos de corregir lo máximo. Estamos en ese trabajo. Sabemos que no vamos a corregir todos los expedientes, pero al menos buscamos darle un avance para que el juez o el fiscal que llegue a esta circunscripción tengan un poco más de coherencia en todo el trámite judicial.

¿Sobre las causas de muchos años, hay reclamos hacia la fiscalía?
Y... sí. La gente ve en el fiscal la figura que tendría que estar moviendo las causas. La gente se acerca muchísimo. Así como dijo el doctor (por el juez Sena), nosotros somos de puertas abiertas. Recibimos tanto a las víctimas que nos reclaman como a los abogados y tratamos de explicarles cómo va la causa. Si está parada o no y lo importante es que ellos reciban una respuesta de la Justicia y sean escuchados. Por eso, tratamos de que sea de puertas abiertas, darles mayor participación a las víctimas. Además, tenemos una participación activa en los hechos. Esto es, desde ir a unos allanamientos, si hay un homicidio estar presentes en el lugar, que normalmente lo hacemos juntos. Tanto el juez como el fiscal, compartimos esa actividad para tratar de tener más elementos y que la recolección de las pruebas sean las correctas.
Hay muchos delitos a raíz de los accidentes, con lesiones u homicidios culposos que están paradas. En general de antes y de ahora, que son los abusos sexuales. Hay muchísimos casos de abusos sexuales y violencia de género. Este tipo de causas es la que está en este momento con muchos trámites.




El cargo que dejó Acosta, en concurso Tanto el Juzgado de Instrucción N° 1 (donde se desempeñaba el ex magistrado Éctor Acosta) como el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral N° 1, ambos con asiento en Puerto Rico se encuentran en plena etapa de concurso.
Los cargos en juego son los de juez y el concurso se encuentra en etapa de objeción ciudadana, que es la exposición pública de los postulantes.
Esto responde al principio de transparencia e independencia judicial que el Consejo de la Magistratura promulga en los exámenes de ingreso.
Tras la inscripción al concurso y la objeción ciudadana, viene la etapa más importante que es la del examen.
El Consejo en este caso toma exámenes de oposición, en forma escrita y oral.
Esas evaluaciones son el núcleo central del puntaje total, representan el 60 por ciento, pero no lo asigna el Consejo, sino que son profesores universitarios de facultades de derecho de universidades nacionales. Como en Misiones no hay universidades públicas de Derecho, vienen profesores de otras ciudades.
 Según habían detallado desde el Consejo de la Magistratura de Misiones, a cargo de Leonardo Villafañe, esos profesores vienen ese mismo día, toman el examen y dejan la nota que es irrecurrible. Al otro día se toma el oral y se evalúa públicamente. Y la idea es que ya al otro día los postulantes tengan la nota
Camino hacia la Legislatura
Los que superan el mínimo, de 75 puntos, pasan a entrevistas personales con el Consejo de la Magistratura en pleno, que tiene que ver con una apreciación personal, capacidad de gestión, de carácter, de conocimiento de la jurisdicción, entre otros conceptos.
A eso se suma también la evaluación de antecedentes personales.
Entonces, se elabora la terna y se envía al Ejecutivo para que evalúe y pase a la Cámara de Diputados.
Es el recinto legislativo el que determina luego quien ocupará el cargo en cuestión.