Testigo clave en la secuencia mortal en A 3-2 será citado en la causa

Un testigo considerado clave por la familia de Arnaldo Alejandro Amarilla (33), asesinado a principios de mes en el barrio A 3-2 de Posadas, sería citado en los próximos días por el titular del Juzgado de Instrucción Seis, Ricardo Balor, quien tiene en sus manos la tarea de dilucidar si las balas policiales disparadas con un arma antidisturbios por el sargento de la Policía de Misiones, Esteban Emanuel S. (32) fueron las que ocasionaron el deceso.
Se trata de un vecino de la propiedad donde vivía la víctima junto a sus padres y el domingo a la madrugada (1 de julio) ocurrieron los disparos. Se llama Oscar Ojeda, y posterior al episodio pudo contar con detalles cómo sucedieron los hechos porque, según dijo, salió de su vivienda después de escuchar detonaciones. Incluso dejó abierta la posibilidad de que se haya modificado la escena y ocultado pruebas, recordando que el uniformado sospechoso levantó evidencia del patio de Amarilla.
El testigo fue el primero en hablar en exclusiva con El Territorio la misma mañana del crimen y sin dudar de la participación policial, frente a los padres del fallecido contó que al escuchar los estruandos (del arma antidisturbios de la comisaría Décima), salió y fue testigo de toda la secuencia.
“Él (por Amarilla) estaba sentado en la vereda, solo, cuando de golpe apareció el patrullero. Frenó y uno de ellos (por el sargento) que es petiso, medio gordito, morocho, empezó a disparar con una escopeta, o esa ithaca que le dicen. El pobre (por Amarilla) se asustó, corrió hacia adentro y ellos se fueron. Unos 20 minutos después el mismo policía que le disparó volvió con un patrullero, estaba solo, golpeó la mano como desesperado, muchas veces, pero nadie le atendió porque creo que el vecino ya estaba muerto”, manifestó.
Sobre lo que pasó después, recordó que “en eso abro el portón y salgo a la vereda, él (por el policía) estaba agachado en el patio, creo yo que juntando perdigones que habían quedado desparramados y después, cuando me ve, se fue con el mismo auto. Pero yo los vi, fueron ellos, los policías los que dispararon, sobre todo ese que por lo que sé ya le había amenazado y siempre tiene problemas con los chicos del barrio”, añadió.

En defensa
Su comparecencia ante el magistrado tiene que ver con la declaración del imputado por el delito de “homicidio simple”, que el martes a la tarde decidió contar su versión de los hechos que, en varios tramos, es contraria a la de algunos testigos e incluso camaradas suyos que en esa madrugada participaron en el operativo.
El sargento reconoció haber disparado el arma aunque aseguró que lo hizo en defensa de la vida del oficial que lo acompañaba (David Salomón V. (30), excarcelado) y con la munición que le entregó la propia Policía provincial.
Ratificó que la comisión policial intervino dos veces ante el llamado de los vecinos que apuntaban a Amarilla como autor de una serie de peleas en la vía pública. Dijo que en una de esas apariciones, aún en la noche del sábado 30 de junio, desde el interior de su vivienda el ex convicto los amenazó de muerte con un arma blanca que golpeaba contra las rejas y que regresaron a la comisaría, pero alrededor de tres horas después debieron regresar ante la insistencia de los vecinos y en ese momento se produjo el episodio que ahora es investigado como presunto caso de gatillo fácil.
Según dijo el sargento, y es distinta a la versión del resto, Amarilla se abalanzó sobre el oficial a cargo del operativo con un elemento en la mano, por lo que abrió fuego, primero al  aire y después hacia abajo, tras lo cual el sospechoso ingresó a su vivienda.
La disparidad en las declaraciones derivó en la citación de los testigos aportados por la querella.