Preparan el traje de héroe

miércoles 23 de mayo de 2018 | 5:00hs.
Preparan el traje de héroe
Preparan el traje de héroe
Ansiedad es la palabra que describe el momento que atravisan estos ‘hombres de hierro’ que palpitan un nuevo desafío con el inminente Ironman de triatlón a realizarse el domingo, en Florianópolis, Brasil, más precisamente en Jureré Internacional.
Ariel Potschka, Matías Mauri y Javier Viñas son los “locos” -como ellos se denominan- que se entrenaron para completar distancias de 3,8 kilómetros de natación, 180 de ciclismo y 42 de pedestrismo.
Es que para ellos, y hay que aclarar que sólo ellos pueden describir esta etapa, llegó la hora de disfrutar. El esfuerzo extremo, coinciden, quedó en el camino de los entrenamientos, aunque para cualquier mortal recorrer este volumen de kilómetros sería una odisea difícil de llevar a cabo. 
“El sufrimiento real se da en el día a día porque para hacer esto hay que convertir la forma de vivir. Desde la alimentación y el descanso hasta el entrenamiento... todo eso combinado con el trabajo, más en nosotros que no somos profesionales”, reflexionó Ariel, que va nada más y nada menos que por su séptimo Ironman.
Apasionado por el deporte, el posadeño es sinónimo de triatlón y junto a Javier -que va por si quinto Ironman- son los que contagiaron a Matías a sumarse al deporte combinado y ahora éste va por su segundo gran desafío, en sólo dos años de iniciarse en esta disciplina lo que habla de sus condiciones físicas innatas.
“Es mi séptimo Ironman y mi cuarto ‘Floripa’, un circuito muy rápido, de poca dificultad y de una belleza hermosa. Además, es cálido por el aliento de la gente porque Jureré se vuelca completamente al Ironman y lo sentís los días previos, por eso la emoción ya de querer estar allá porque te vas a un bar y hasta hay menú Ironman. También es salir a hacer un calentamiento y te cruzás con Tim Don (multicampeón mundial de Ironman) y con un Matías Mauri, con todo lo mejor”, tira Ariel entre risas y con un guiño para su compañero, que acompaña las carcajadas.
Para ambos ayer fue un día cargado de emociones ya que partieron con destino a la turística isla del vecino país para encontrarse justamente con esa adrenalina que intentaron describir y allá se unirán a Javier, que ya había partido en la madrugada.

Tratados como héroes
La cantidad de horas diarias entregadas al entrenamiento (cuatro mínimo) se hacen carne en un  Ironman. En los últimos dos kilómetros de la competencia los espera una alfombra roja, el llamado “salón de los héroes”, que hace que cada gota derramada, de transpiración y emoción, los haga querer repetir esta prueba destinada año tras año para un grupo de valientes que llegan de distintas partes del planeta para ganarse un lugar en el galería de la fama deportiva y poder decir bien alto ‘soy un Ironman’, con total orgullo.
“Le dicen el túnel de los héroes, ingresás a ese lugar y empezás a sentir a la gente alentando, así llegues en 8 o 17 horas. Es la alegría de que termina el dolor y es difícil no quebrarse”, explicó Ariel.
Matías no fue menos y señaló que “miraba los videos en YouTube y decía’ qué locos que son esos corriendo y ahora ser parte de eso o ver los videos de Mar del Plata y saber que estuve ahí me llena de orgullo”.
“Yo comencé esto solo. Nadie lo hacía y era un sentimiento raro. Años siguientes  empecé a correr con Javi; es algo diferente e interesante, vas viendo caras familiares y te sentís acompañado y ya coincidir con ellos en el entrenamiento es una ventaja, un aliciente total”, rescató Ariel.
Y rápido para el humor acotó que “mal de muchos, consuelo de pobres. Es interesante poder sufrir juntos y que no soy el único loco, es algo compartido. Mi mujer siempre me dice en broma ‘vos estás loco’, pero creo que ya me lo está diciendo en serio”.
Para el tridente trabajador -Ariel (profesor de contabilidad), Javier (odontólogo) y Matías (estudiante de abogacía y trabaja en el Poder Judicial)- el objetivo claramente es llegar, si pueden bajar los tiempos y llegar en menos de 13 horas, mucho mejor; pero ahora, como resaltaron todo el tiempo, es el momento del disfrute porque los tres se lo merecen después de horas de empeño y de ejemplo de que con voluntad y disciplina, ser amateurs no es freno para ser héroes.