Polémica en Biósfera Yabotí: puja por escuela para aldea mbya

a polémica se instaló en la Reserva de Biósfera Yabotí tras las gestiones iniciadas por los municipios de San Pedro y El Soberbio para hacer realidad el sueño de las aldeas mbya que allí conviven.
El punto de la discordia es una escuela cuyas paredes fueron levantadas por la voluntad de un alma caritativa, pero que necesita la aprobación del Ministerio de Educación de la provincia. Sucede que, según autoridades de las carteras educativa y de Ecología, la legislación no permite el funcionamiento de ningún establecimiento.
La comunidad Itao Miní se encuentra dentro de la reserva, a 130 kilómetros de San Pedro y a unos trece de los imponentes saltos del Moconá. Mediante el trabajo solidario de un productor tabacalero, Ramón Sequeira (47), se construyó un edificio para una escuela destinada a 35 niños (de siete aldeas en total) que no tienen otro medio de estudiar.
En diálogo con El Territorio, la titular del Instituto de Políticas Lingüísticas, Lilian Prytz Nilsson, sostuvo que se trata del Lote 8 y que hay leyes que prohíben la instalación de una escuela, porque la Biósfera se constituye en un espacio de conservación.
Sequeira, a pedido de los guaraníes, acudió a las municipalidades cercanas en busca de respuestas. Actualmente lo único que necesitan y piden es la resolución por parte del Ministerio de Educación donde conste la creación del establecimiento.
Los integrantes de la aldea, específicamente los caciques, recurrieron a este vecino -de Colonia La Flor, a 101 kilómetros de la aldea- 18 meses atrás, presentándole su inquietud. El hombre realizó un aporte inmenso, incluso llegó a vender sus bienes para concluir la edificación de madera. Una vez que se le terminaron los recursos, buscaron ayuda. Fue así que llegaron hasta San Pedro, donde se reunieron con el jefe de Ecología, Carlos Fleitas, y el intendente Miguel Dos Santos. Así también lo habían realizado ante oficinas y Municipalidad de El Soberbio, sin éxito.
“Tuve muchos gastos, todo hecho con sacrificio, ahora nos faltaron clavos y demás para terminar el comedor, por eso pedimos ayuda, porque también queremos construir la casa para el maestro y un albergue para los alumnos que están a 18 kilómetros de acá. Yo tengo seis hijos y a estos 35 los tomé como tales. Sólo pedimos que el Ministerio agilice los papeles y estos puedan ser argentinos que estén dentro del sistema educativo”, dijo Sequeira.
Un aula de 8 por 10 metros y un comedor de 7 por 8 componen la construcción, sin mobiliario más que algunos bancos y mesas hechos de tronco que dieron asiento a los chicos por estos días.

Acta acuerdo
En una reunión a la que asistieron representantes municipales, autoridades de Educación argumentaron que para dar el visto bueno se requiere de la aprobación de las siete comunidades involucradas, lo que de momento no se consigue, ya que dos aún no se avinieron.
El resultado de la reunión fue la firma de un acta de acuerdo en la que ambas comunas se comprometieron a dejar de lado los límites geográficos y aportar para que la necesidad se satisfaga.
El Soberbio y San Pedro aceptaron pagar dos meses de sueldo al maestro auxiliar, un joven que pertenece a Itao Miní y cuenta con la formación necesaria.
Los integrantes de la comunidad no cuentan con recursos para llegar hasta el Ministerio de Educación y llevar el pedido, siquiera caminos en condiciones para salir. Al lugar no ingresan más que los integrantes de la comunidad.
“Los tiempos han cambiado, nosotros, con nuestra cultura, estamos dispuestos a recibir todo tipo de ayuda, compartir y trabajar juntos con el hombre blanco y la educación es muy necesaria. Yo necesito que a mi lado estén mi hijo, mi nieta, que sepan leer y escribir”, señaló el cacique Pablo Duarte en coincidencia con su par Paulo Fernández.