Vía internet, la familia del joven sampedrino asesinado en Brasil le dio el último adiós

Antonio Emanuel Cáceres (19) fue sepultado en Caxias Do Sul debido al elevado costo de la repatriación. Los familiares siguieron el velorio desde su casa y llevaron una cruz al cementerio local.
viernes 22 de marzo de 2024 | 18:46hs.
Vía internet, la familia del joven sampedrino asesinado en Brasil le dio el último adiós
Vía internet, la familia del joven sampedrino asesinado en Brasil le dio el último adiós

Antonio Emanuel Caceres (19) asesinado a tiros el domingo 17 Santo Antonio Prado, Brasil, fue sepultado en horas de la mañana del viernes en la ciudad de Caxias Do Sul. Sus familiares en San Pedro acompañaron el velatorio vía internet y luego de manera simbólica llevaron una cruz hasta el cementerio local. Entre el dolor la familia pidió por justicia

El velatorio se llevó a cabo en la capilla del Rosario II, desde las 8 con la presencia física del padre del joven asesinado Rafael Caceres y uno de sus hermanos. Los demás familiares, entre ellos su madre, debieron despedirlo vía internet. “Fue muy triste verlo por última vez, pudimos ver su rostro porque se le hizo tanatopraxia, nos queda los buenos recuerdos de él como hermano, hijo y nieto" manifestó a El Territorio la familia.

Previo al velatorio, hicieron de todo para lograr la repatriación del cuerpo, pero eso no fue posible. “Por lo menos queremos que vuelvan sus cenizas", habían manifestado sus familiares en un primer momento pero el servicio costaba cerca de un millón de pesos, un monto imposible de cubrir para un núcleo de bajos recursos. Ante eso, decidieron que pueda descansar en paz en el exterior y así evitar extender el sufrimiento.

El momento fue muy duro, según detallaron. Parte de la familia se reunió en una vivienda mientras que los demás acompañaron mediante un grupo de whatsapp que crearon para esta lamentable ocasión. Así, tras la finalización del velatorio en Brasil, fue sepultado en el cementerio municipal el Rosario II.

Parte de la familia, que previamente había mandado hacer una cruz con su nombre, fue hasta el cementerio local y colocaron la cruz junto a la tumba donde está sepultado el padre de los hermanos de Antonio.

Días previos, el padre de quien en vida fuera Antonio, viajó en compañía de un hermano del fallecido hasta la ciudad Brasileña de Caxias do Sul, ubicada a unos 20 kilómetros donde ocurrió el tiroteo que terminó en el acto con la vida del sampedrino que se encontraba trabajando en la cosecha de uvas en una finca en Santo Antonio Prado, estado de Rio Grando do Sul.

Su objetivo era reconocer el cuerpo e iniciar los trámites para su repatriación a su pueblo natal, donde el joven tenía el deseo de comprarse un terreno con el trabajo como golondrina. Por distintas razones, en especial los costos económicos, esto resultó imposible.

Incluso intentaron realizar una marcha para pedir ayuda económica, lo que finalmente no se concretó y decidieron sepultarlo en el vecino país. Los costos de traslado del padre hasta Caxias do Sul estuvieron a cargo de los propietarios de la finca donde estaba trabajando.

La familia destrozada, pidió justicia: "No tenemos ninguna novedad sobre el hecho, no se ha comunicado nadie con nosotros para investigar qué pasó para que mi hermano que fue en busca de un sueño sea asesinado a sangre fría. Pedimos que se investigue y que nadie más tenga que pasar por esto" reiteró la familia.

El hecho
Como viene informando este medio, el confuso episodio ocurrió en una casa ubicada sobre la rua Trento, en pleno centro de la localidad de Antonio Prado, a unos 180 kilómetros de Porto Alegre. Lo que informaron los medios locales es que una persona llegó al sitio y disparó contra tres ocupantes.

Los efectivos de la Brigada Militar fueron alertados cerca de las 18.30 sobre un tiroteo y rápidamente se dirigieron al lugar. Al llegar, el sampedrino estaba sin vida y los otros heridos, por lo que rápidamente los trasladaron al hospital local en una ambulancia.
Lastimosamente un brasileño identificado como Bruno Das Silva Martins, de 22 años, no resistió y falleció en el centro asistencial Sao José poco después. La tercera víctima, de quien no trascendió su identidad, resultó muy grave.

Se señaló que en el fondo de la casa donde ocurrieron los hechos los uniformados hallaron a otro joven de 22 años y un adolescente de 16, quien portaba un arma calibre .38 con cinco municiones intactas.

El menor confirmó que el arma era suya, pero se desligó del crimen expresando que había llegado hasta allí alertado por el tiroteo para darle “apoyo a sus amigos”. Fue demorado por la Policía mientras que su acompañante permanece preso.

Hasta el momento no trascendieron detalles de la investigación, por lo que no hay hipótesis trazadas sobre el móvil del ataque. Tampoco se informaron otras detenciones, por lo que será clave la recuperación y declaración del sobreviviente.

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