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Naufragios y comentarios*

domingo 27 de septiembre de 2020 | 1:30hs.
Naufragios y comentarios*

Alvar Núñez Cabeza de Vaca

... A postrero día de0l dicho mes de enero, yendo caminando por la tierra y provincia, llegaron a un río que se llama Iguazú, y antes de llegar al río anduvieron ocho jornadas de tierra despoblada, sin hallar ningún lugar poblado de indios. Este río Iguazú es el primer río que pasaron al principio de la jornada cuando salieron de la costa del Brasil. Llámase también por aquella parte Iguazú; corre de esteoeste; en él no hay poblado ninguno, tomóse el altura en veinte y cinco grados y medio. Llegados que fueron al río de Iguazú, fue informado de los indios naturales que el dicho río entra en el río Paraná, que asimismo se llama río de la Plata; y que entre este río del Paraná y el río Iguazú mataron los indios a los portugueses que Martín Alonso de Sosa envió a descubrir aquella tierra: al mismo tiempo que pasaban el río en canoa dieron los indios en ellos y los mataron.

Algunos de estos indios de la ribera del Paraná, que ansí mataron a los portugueses, le avisaron al gobernador que los indios del río del Piqueri, que era mala gente, enemigos nuestros, y que les estaban aguardando para acometerlos y matarlos en el paso del río; y por esta causa acordó el gobernador, sobre acuerdo, tomar y asegurar por dos partes el río, yendo él con parte de su gente en canoas por el río de Iguazú abajo y salirse a poner en el río del Paraná, y por la otra parte fuese el resto de la gente y caballos por tierra, y se pusiesen y confrontasen con la otra parte del río, para poner temor a los indios y pasar en las canoas a toda la gente; lo cual fue así puesto en efecto; y en ciertas canoas que compró de los indios de la tierra se embarcó el gobernador hasta con ochenta hombres, y así se partieron por el río de Iguazú abajo, y el resto de la gente y caballos mandó que se fuesen por tierra, según está dicho,  y que todos se fuesen a juntar en el río del Paraná. E yendo por el dicho río de Iguazú abajo era la corriente de él tan grande que corrían las canoas por él con mucha furia; y esto causólo que muy cerca de donde se embarcó da el río un salto por una peñas bajo muy altas, y da el agua en lo bajo de la tierra tan grande golpe que de muy lejos se oye; y la espuma del agua, como cae con tanta fuerza, sube en alto dos lanzas y más, por manera que fue necesario salir de las canoas y sacallas del agua y llevarlas por tierras hasta pasar el salto, y a fuerza de brazo las llevaron más de media legua, en que se pasaron muy grandes trabajos; salvado aquel mal paso, volvieron a meter en el agua las dichas canoas y  proseguir su viaje, y fueron por el dicho río abajo hasta que llegaron al río del Paraná; y fue Dios servido que la gente y caballos que iban por tierra, y las canoas y gente, con el gobernador que en ellas iban, llegaron todos a un tiempo, y en la ribera del río estaban muy gran número de indios de la misma generación de los guaraníes, todos muy emplumados con plumas de papagayos y almagrados, pintados de muchas maneras y colores, y con sus arcos y flechas en las manos hecho un escuadrón de ellos, que era muy gran placer de ver. Como llegó el gobernador y su gente (de la forma ya dicha), pusieron mucho temor a los indios, y estuvieron muy confusos, y comenzó por lenguas de los intérpretes a les hablar, y a derramar entre los principales de ellos grandes rescates; y como fuese gente muy cobdiciosa y amiga de novedades, comenzáronse a sosegar y allegarse al gobernador y su gente, y muchos de los indios les ayudaron a pasar a la otra parte del río; y como hubieron pasado, mandó el gobernador que de las canoas se hiciesen balsas juntándolas de dos en dos; las cuales hechas, en espacio de dos horas fue pasada toda la gente y caballos a la otra parte del río; en concordia de los naturales, ayudándoles ellos propios a los pasar. Este río del Paraná, por la parte que lo pasaron, era de ancho un gran tiro de ballesta, es muy hondable y lleva muy gran corriente, y al pasar del río se trastornó una canoa con ciertos cristianos, uno de los cuales se ahogó porque la corriente lo llevó, que nunca más paresció. Hace este río muy grandes remolinos, con la gran fuerza del agua  y gran hondura de él.



* Se ha respetado la grafía original
Alvar Núñez Cabeza de Vaca a él se debe la primera descripción de las Cataratas del Iguazú realizada por un blanco en 1541.



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