“Yo tengo el mejor trabajo del mundo: jugar”

Domingo 9 de agosto de 2015
Año a año, los padres deben afrontar el mismo dilema ¿qué hacer para el cumpleaños de los peques de la casa? Las opciones parecen infinitas, así como también adaptadas a los gustos, necesidades y economías familiares. Lo cierto es que los padres se debaten entre: ¿optamos por el pelotero?, ¿lo hacemos en casa o en un salón?, ¿contratar un servicio de fiestas? Y además buscar tener en cuenta la comodidad de todos los niños invitados, contemplar que todos puedan divertirse.
Lo cierto es que nadie discute que el juego constituye un elemento básico en la vida de los chicos, y con más razón el mismísimo día de su cumpleaños.
Con esta premisa, Gonzalo Velazco, animador infantil y especialista en actividades circenses, busca que chicos de todas las edades puedan divertirse en los cumpleaños. “Un cumpleaños infantil es un evento social. No está orientado sólo a los niños, los adultos lo aprovechan para estrechar lazos familiares y sociales con amigos”, aquí es donde comienza el trabajo de Gonzalo: entretener a los peques y que los padres, tíos y abuelos puedan también disfrutar de la fiesta.
“Yo tengo el mejor trabajo del mundo: jugar. Entretener a chicos es convertirse en uno de ellos nuevamente. Yo llevo música y mis juegos, algunos convencionales y otros no tanto. Túneles, carreras, aros, pelotas y todo lo que los niños quieran usar”, enfatizó.
Su trabajo puede adaptarse a los distintos eventos. Gonzalo aclaró que si bien no le ha tocado tener que animar un cumpleaños con Playstation o en un Spa, sí lo hizo en campos con animales, peloteros y en canchas de fútbol 5. “Adaptarse sólo significa ser un niño más y jugar con los elementos a disposición. El niño grande (yo) propone juegos que los demás aceptan la mayoría de las veces, si no, bueno, a pensar en proponer otro juego más audaz”.
Para el animador, la importancia del juego no es un tema menor. “El niño conoce el mundo jugando, no es simplemente diversión, a través del juego aprende a desarrollarse tanto física como mentalmente y a desenvolverse en el ambiente y en las relaciones. La afectividad, la creatividad, imaginación, coordinación todo va de la mano del juego. Los bebés aprenden a reconocer su cuerpo y los límites de éste y su entorno a través del juego".

Por Eugenia Rossano
sociedad@elterritorio.com.ar

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