La leishmaniasis visceral ya dobló el número de infectados de 2015

El Ministerio de Salud de la provincia notificó un nuevo caso de leishmaniasis visceral. Se trata de un paciente adulto, que ya se ha recuperado y sigue en tratamiento ambulatorio. Con este caso, ya suman seis los infectados con la enfermedad parasitaria en lo que va de este año. Cuatro son pacientes adultos y los otros dos, pediátricos. 
El año pasado, la cartera sanitaria había reportado tres casos de la patología, que puede llegar a causar la muerte si no se implementa un tratamiento a tiempo y adecuado.
El jefe de Epidemiología, el médico Jorge Abel Gutiérrez, se refirió al aumento de casos de leishmaniasis visceral humana comparado con el año anterior: “La enfermedad es dinámica y cíclica. Es cierto que este año tenemos un número aumentado de casos, pero los enfermos que aparecen siguen estando dentro del número esperable”.

Consultado sobre el rebrote de la afección, explicó que “la leishmaniasis es endémica, tenemos los perros enfermos y tenemos el flebótomo. Las acciones de control de la enfermedad, que ya llevan sus años, han logrado mantener una curva epidemiológica estable, ya no tenemos los picos de casos, llegamos a tener 17 algunos años atrás, y ahora están apareciendo los casos de personas enfermas y eso también tiene que ver con la vigilancia activa que mantiene el personal de salud, de pensar en la enfermedad para poder pedir los estudios específicos y diagnosticar”.
La Provincia espera todavía los resultados de 60 muestras de pacientes con sospecha de leishmaniasis que se han enviado al laboratorio de referencia en parasitología de la Nación para su análisis y confirmación o descarte. 
El funcionario sostuvo que “tanto para las enfermedades aédicas como para otras enfermedades transmitidas por vectores, lo importante es no bajar los brazos en la prevención”. Y añadió: “Hay un rol muy importante de la comunidad en prevenir la aparición de criaderos de mosquitos y de eliminar las condiciones que propician que se reproduzcan, porque tanto el Aedes que transmite dengue, zika, chikungunya y el Lutzomyia, que contagia la leishmaniasis, se crían en las casas, en los barrios”.
Al mismo tiempo, resaltó que el sistema de salud también tiene un papel importantísimo en mantener una vigilancia alta para detectar a tiempo la aparición de las enfermedades transmitidas por vectores. “El sistema de salud debe dar un tratamiento adecuado a la persona que llega con sintomatología; de esta manera, se puede evitar un deterioro de la salud y además cortar la transmisión".
En el país, el primer caso de leishmaniasis visceral humana apareció en 2006 en un niño de Posadas.
Diez años después de aquel primer diagnóstico -que fue dificultoso-, Gutiérrez aseguró que en la actualidad, “los médicos  pueden detectar la enfermedad; están claros los síntomas: si llega un paciente con fiebre prolongada de más de quince días, con agrandamiento de órganos que es la hepatobazomegalia, plaquetas bajas, son todos signos que nos están indicando que hay que buscar leishmaniasis”.