“Al chico al que le damos una mano, toma la mano y cambia”

Jueves 30 de junio de 2016
La Nona solidaria rescató de las calles a más de cinco mil niños.

Mirta Cabana es una mujer de San Salvador de Jujuy, que supo convertir su propia desgracia en un halo de esperanza para niños en situación de calle. Tras el asesinato de su hijo Darío, en septiembre del año 1993; en manos de niños carenciados, Mirta transformó el odio en amor y creó la fundación Darlocap, destinada a atender y cuidar a estos menores. “La fundación nace de un hecho lamentable, la muerte de mi hijo. Lleva el nombre de él, Darío Rodrigo López Cabana. Quienes mataron a mi hijo eran chicos con falta de cariño, de afecto, de amor, que no comprendían lo que es la vida. Entonces decidí trabajar con estos chicos que cometen hechos sin saber lo que hacen”, explicó la mujer. La búsqueda de respuestas sobre el accionar de los menores impulsó la tarea que en el año 1998 finalmente tomó forma. “En un principio uno no entiende, pero después con el tiempo, al estar en contacto con los chicos se ve que lamentablemente el factor determinante de sus acciones es la familia, sumado a que viven privados de muchas cosas en una situación de extrema pobreza”, reveló Cabana.
Según Mirta, el flagelo de la miseria y la vulneración de muchos de sus derechos lleva a los menores a cometer delitos en pos de ser visibilizados en su entorno. En ese marco, señaló: “Los chicos no saben cómo transcender y la forma de transcender de ellos es cometer delitos que nosotros como sociedad no entendemos. El chico tiene que transcender, y la manera que encuentra es cayendo en adicciones o matando a otros chicos para robarles ropa, celulares y calzado. Toman la calle, toman el camino más corto que es delinquir. Nosotros no queríamos que siga pasando esto en Jujuy”.
Motivada por la protección de sus otras dos hijas, la perpetuación del nombre de su hijo y la necesidad de disminuir los índices de delitos perpetrados por menores en su localidad, la mujer inició la tarea solidaria, ataviada con una combi con la que salía a repartir alimento y retirar a los menores de las calles. Cada labor emprendida junto a sus hijas y nietas que la llamaban Nona, derivó en el apodo por el que se hizo conocida entre los menores en situación de calle. “Hemos ofrecido esto a mano abierta y le hemos dicho que le queríamos enseñar otras formas de vida, queríamos contenerlos. Entonces los chicos se sumaron, eran muchísimos. Tal es así que a los 20 días teníamos 200 chicos adentro de la fundación”, destacó.

Con el crecimiento de la demanda también se acrecentó el trabajo realizado y la fundación comenzó a operar de noche y de día. “A las 8 de la mañana pasaba la combi a recoger a los chicos barrio por barrio. Los llevaba a las escuela, después los retiraban y los llevaban a la fundación  donde se bañaban y recibían almuerzo, merienda y cena. También se daban talleres de formación de oficios donde aprendían carpintería, a tallar madera, tejido y reciclaje”.
El paso del tiempo obligó a la institución a ampliar sus horizontes y Mirta ahora se encuentra abocada al Proyecto joven, destinado a los mayores de 18 años a los que se les ofrece un oficio. Sin embargo, Mirta es consciente de que todo lo conseguido es producto de una suma de voluntades que despertó el espíritu solidario en su comuna: “Este trabajo no lo hice sola, hemos tenido un trabajo desde el comienzo con profesionales, con psicólogos, asistentes sociales y docentes. No lo hice sola, agradezco a toda gente de la sociedad que se ha sumando de una forma u otra, entregando ropa, mercadería y útiles. Hoy podemos decir que la sociedad se ha hecho cargo de la fundación. Esto despertó a la sociedad, relató la fundadora de Darlocap.
El cambio que experimentó la sociedad jujeña también tuvo sus repercusiones en cada una de las almas que pasaron por la institución a lo largo de los años. “Yo siempre digo que los chicos cambian. Estoy convencida por todos los años que trabajé y la cantidad de chicos que pasaron por la fundación, que son mas de 5 mil, que la mayoría cambió.  A veces vemos a los chicos de la calle y los estigmatizamos, pero no le preguntamos el por qué están en la calle, o que situación los llevó a estar de esta manera. Al chico que le damos una mano, toma la mano y cambia”, señaló Mirta.
En esa misma línea agregó: “Actualmente tenemos chicos de la calle que están haciendo la secundaria. Pero esas cosas se ven a largo plazo. El trabajo de la calle no es un trabajo a corto plazo. Tenemos que pensar que tenemos chicos de 7  u 8 años que están estructuralmente en la calle, y con los que tenemos que trabajar siete o seis años para poder revertir y decir éste chico ha cambiado. Yo afirmo y confirmo que los chicos están en la calle por falta de muchas cosas y en especial de amor”. Ese amor a su hijo que la inspiró para crear la fundación y que al ofrecerlo a los niños y jóvenes carenciados de Jujuy cambió su vida y la de ellos para siempre.

Uniendo Festinos:
Jujuy
Por "Te digo más" de Canal 12 hoy  a las 10 También podés encontrar todas las historias y los videos publicados en ElTerritorio.com.ar y en Facebook: Uniendo Destinos Serie.